Capítulo 19

273 33 3
                                    

Sora estaba en la sala recostada en el sillón frente a la TV con una manta sobre ella cuando llegaron los chicos a la casa.

— Bienvenidos — sonríe de manera cansada.

— ¿Mamá?— Sakuma se acerca preocupado — ¿Estas bien?—

— Si, solo un poco cansada — el menor pone una mano en la frente de su madre para medir su temperatura — Jirou te preocupas mucho, estoy bien — se quita la manta y se levanta — Hoy van a ver la película aquí ¿verdad?. Estaré en mi habitación —

— Mamá te acompaño a tu habitación— tomó la mano de su madre y la ayuda a llegar a su habitación. Últimamente Sora había tomado más turnos en la casa hogar para poder cubrir los gastos de la casa y la colegiatura del Instituto por lo cual estaba más cansada de lo normal.

— Perdón, te estoy arruinando tu noche — se disculpa Sora cuando esta siendo arropada por su hijo.

— Tranquila, mamá no has arruinado nada — besa su frente — Sólo tienes que descansar pero si necesitas algo no dudes en pedírmelo — Sora asiente de manera cansada y sonríe antes de cerrar los ojos y dormir.

En silencio sale de la habitación cerrando la puerta.

— Genda, creo que sería bueno si...—

— Bajamos el volumen de la TV y ponemos los subtítulos para poder ver la película — completa por él moviendo con cuidado el sillón para poner el futon para acostarse a ver la película.

Genda le sonríe y toma el mando para poner la película.

Cuando inició la película ambos se recostaron panza abajo frente al TV, disfrutando de la compañía mutua en un ambiente que era conocido para ambos. No podía ser de otra manera, pensaba Genda, estar juntos así es la mejor cita que alguna vez podría tener. Genda disfrutaba de la sonrisa de Sakuma, verlo sonreír siempre le hacía recordar esas palabras escritas en aquella vieja carta que guardaba como su tesoro. Por su parte a Sakuma le gustaba la seriedad que mostraba Genda le hacía verse maduro y fuerte, tal vez un poco intimidante pero en el fondo era alguien muy tierno y dulce.

La película terminó y ambos platicaron sobre la película y las teorías que tenían para una futura secuela, todas eran una locura que les hacía tener que reír en silencio.

[...]

Genda pestañeó varias veces tratando de creerse lo que estaba pasando. Al despertar sus brazos estaban alrededor de Sakuma en un abrazo (algo que no era raro pues a veces dormían así) pero
el rostro de Sakuma estaba muy cerca de el suyo, su corazón se agitó tanto que él leoncito tenía miedo de que Sakuma despertara al oírlo.

Trató de calmarse un poco sin embargo, quedó un poco bobo por tener a su amigo así, miraba cada detalle de su rostro, las delicadas pestañas de sus ojos, su pequeña nariz, sus pómulos perfilados y por último sus labios que estaban entre abiertos dejando salir su aliento. Acercó un dedo a sus labios y los acarició sintiendo lo cálidos que son, si se acerca un poco más podría... Probarlos... Se estaba muriendo de curiosidad y como buen felino curioso los beso. No fue muy largo, de hecho fue bastante torpe el roce entre ambos labios pero hizo que se sintiera en la luna, sus mejillas estaban como manzanas, sus labios sentían la calidez de Sakuma y su corazón pedía a gritos que lo hiciera de nuevo... Unos pasos bajando las escaleras lo detuvieron era la madre de Sakuma que bajaba a preparar el desayuno.

— Mmm — se queja Sakuma empezando a despertar — ¿Mamá? — se separa de Genda para levantarse.

— Perdón, ¿aún dormían? Les prepararé el desayuno —

— Mamá, ve a descansar, puedo encargarme del desayuno esta vez — pero Sora se negaba a dejarse cuidar por su hijo por lo cual, caminó directo a la cocina.

— Que terca es — suspira Sakuma mirando a Genda — ¿Sucede algo?— ladea la cabeza al notar algo raro en la mirada de su amigo.

— No es nada — se vuelve a recostar poniendo el brazo sobre sus ojos y suspirando.

— Bueno, si tú lo dices — cuando Genda se ponía así quería decir que algo pasaba pero era mejor no insistir mucho en eso porque no estaba preparado para compartirlo.

Sakuma se tocó los labios, sentía un hormigueo en ellos, algo extraño.

— Perdón, me tengo que ir — dijo Genda de golpe, vio a Sakuma tocarse los labios y le dio miedo que hiciera preguntas — Nos vemos el lunes —

— Ah, si... Nos vemos — dijo Sakuma extraños por la actitud de su amigo — ¿De verdad estás bien? ¿Qué te tiene alterado?— se arriesgó a preguntar.

— Nada, Nada —

— Dijiste "Nada" dos veces eso quiere decir que es algo —

— Ah, no recordé que tengo que ir a ayudarle a mi papá a recoger su oficina — Genda toma su mochila y camina a la puerta — Nos vemos, nos vemos — cierra la puerta tras de si y camina a su casa.

[...]

El lunes por la mañana ambos caminaban a la escuela muy temprano para el entrenamiento matutino. Genda trataba de entablar una conversación pero Sakuma solo respondía con monosílabos y estaba muy serio. Un cambio en los papeles algo muy raro y un poco incómodo.

[...]

«¿Se habrá dado cuenta del beso? ¿Está enojado por eso?» se preguntaba Genda preocupado mirando a Sakuma cambiarse el uniforme en los vestidores.

— Oye, Sakuma — lo llama Genda pero su voz que es suave es apagada cuando el Comandante entra para decirles que se den prisa.

Esta vez hicieron un entrenamiento para mejorar la condición física de cada uno de los integrantes del club, hacían sentadillas, lagartijas y circuitos de obstáculos para mejorar el manejo del balón.

Es claro que durante el entrenamiento Genda no podía abordar el tema del beso así que espero hasta que se quedaron solos en el vestidor.

— Oye, Sakuma — se acerca cuando estaba por ponerse el saco — Sobre lo del viernes...—

— Mmm... ¿De qué hablas? ¿De la película y su mal final?— cuando se gira para ver a Genda sus mejillas están rojas y su ojo se veía cristalino además de que su ceño estaba ligeramente fruncido porque le dolía la cabeza.

— Estas enfermo — No era una afirmación para nada.

— Estoy bien, vámonos a casa — cerró la puerta de su casillero pero apenas dió tres pasos cayó de rodillas. Genda se apresuró a tomarlo en brazos y ponerlo en la banca.

— Te llevaré a tu casa —

— Genda, yo puedo llevarlo — se ofreció Kidou — Sólo dame la dirección — Obviamente era más fácil llevar a Sakuma en una limusina que en su espalda así que acepto y dijo la dirección.

Hide & seek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora