Hide & seek

Capítulo 21

Haruna no podía dejar de ver la fotografía de su hermano. Aún recordaba un poco que cuando murieron sus padres ella se sintió traicionada por ellos pero su hermano estaba ahí para ella, la consolaba y cuidaba.

Haruna se encontraba en una plaza bebiendo té en una cafetería con su amiga. No le había contado a nadie sobre su hermano solo a la pareja Otonashi.

— Haruna, Ven vamos a ver esa tienda hay cosas muy lindas — dijo su sonriente amiga llevándola a una tienda donde todo era de color rosa pomposo y había enormes peluches muy bonitos. Dejó de preocuparse por su hermano mientras veía ropa y peluches con su amiga. Sin embargo una risa grave le hizo alzar la cabeza para ver a Genda que salía de una tienda de deportes con un chico de pelo largo azul y un parche en el ojo.

«Ese debe ser Sakuma» pensó Haruna y por la mirada que le dirigía a Sakuma se notaba que le quería mucho.

Por su lado apareció un chico de rastas y gafas. Haruna abrió los ojos sorprendida, ese era su hermano. Sin decirle nada a su amiga salió corriendo de la tienda llevando puesto el bolso que estaba viendo activando las alarmas de la tienda pero ella apenas las escucho.

— ¡Hermano!— gritó Haruna pasando de largo de Genda que le había saludado de manera amable. Haruna no se detuvo hasta que estuvo a un metro de distancia de Kidou.

— Hermano — repitió ella con ilusión y se veía que quería abrazarlo.

— Lo siento Haruna, tengo cosas que hacer — dijo de manera fría y cortante.

Haruna abrió los ojos esta vez dolida.

— P-Pero hermano...— Kidou se giró sobre sus talones y se fue. La chica tenía intenciones de seguirlo pero pronto llegaron los de seguridad para llevarla de regreso a la tienda.

Tanto Genda como Sakuma se habían quedado pasmados al ver aquella escena.

— ¿Q-Qué pasó aquí?— dijo Sakuma molesto mirando a Genda en busca de explicaciones.

— Es lo que yo quisiera saber, nunca imaginé que Haruna y Kidou fueran hermanos — dijo Genda pensando.

— ¿Qué no lo imaginabas? Genda estabas quedando con ella y no sabías nada de eso —

— En primer lugar no estaba quedando porque quisiera...—

— ¿Vas a seguir con la mentira de la tarea de Arte?—

— ¿S-Sabias que mentía?—

— Te conozco desde hace tanto que sé cuando mientes —

— Ok, como sea. Haruna me coacciono para buscar a su hermano. No es como si supiera quien era su hermano —

— Y te lo agradezco Genda — dijo Haruna en tono triste cuando salió de la tienda junto a su amiga — Cumpliste con lo que te pedí, así que ya no es necesario que nos sigamos viendo regularmente —

— Haruna — dijo Genda un poco afligido. Si, es verdad que Haruna lo había traído de la seca a la merca corriendo de un lado de la ciudad a la otra para buscar información sobre su hermano pero le había tomado cierto cariño a la chica que de verdad esperaba para ella una feliz reunión para su hermano.

— Estoy bien Genda, no te preocupes... Bueno adiós — dijo y junto con su amiga se fueron.

¡Rayos! Se había acostumbrado a sus cambios de humor, a su sonrisa luego de tener un ceño fruncido de enojo contra el, que ahora verla triste le afectaba mucho.

Sakuma suspiró.

— Sabes que no está bien, ve a hablar con ella — le alentó Sakuma.

Genda vio la espalda de Haruna desaparecer entre la multitud y luego miró a Sakuma.

— Mmm no... Creo que no... No sabría que decirle y... La verdad creo que ella prefiere estar sola ahora — puso las manos en los bolsillos — Y creo que yo también. Vámonos a casa —

[***]

Al llegar a casa, Genda se recostó en el sillón de la sala, no tenía ánimos para ir a su habitación. ¿Porque Kidou no quería ver a su hermanita? Y por lo que dijo Haruna, tampoco hizo el esfuerzo de contactar con ella. Todo era confuso y doloroso. Si alguno de los dos, ya sea Haruna o Kidou, fueran malos el uno con el otro entendería que no se quisieran ver, pero los dos eran buenos y se querían. No tendía porque debían estar separados. ¿Será que el padre de Kidou no lo deja ver a su hermana?

[***]

Aún cuando Sakuma no estuvo involucrado en todo ese rollo de los hermanos, ahora si se involucraría. Fue a casa de Kidou a buscar explicaciones y es que estaba muy molesto por haber alejado a su hermanita de esa manera.

Al llegar trató de ser amable con la señorita del servicio que lo atendió y le dijo que Kidou estaba en su habitación pero le costó su trabajo ya que en serio quería ir a gritarle Kidou.

Cuando llego a la habitación de Kidou ni siquiera llamó la puerta, solo entró.

— Kido, tienes muchas que explicarme ahora mismo — le dijo arrebatándole esa vieja revista — ¿Porque no quieres ver a Haruna? Eres un idiota ¿crees que ella no es solo un estorbo? Porque eso es lo que le diste a entender el día de hoy y se fue muy triste y — mientras hablaba agitaba la revista muy enojado sin darse cuenta que la vieja foto que guardaba salió volando de ella.

— ¡Sakuma ya basta! ¡Lo qué pasa entre Haruna y yo no es asunto tuyo ni de Genda!— dijo arrebatándole la revista.

— Es asunto de los dos ¿que clase de capitán no puede confiarnos algo así como que tiene una hermana? Nosotros confiamos en ti pero tú no en nosotros —

— ¿Qué confías en mi? Sabes que eso es mentira, ni siquiera confías en Genda para decirle que te gustan los chicos y no las chicas — aquello dejó helado a Sakuma — Es obvio que eres gay, lo supe cuando te conocí pero Genda no sabe nada de eso ¿porque? Porque no confías lo suficiente para decirle algo así —

— E-Eso... No estamos hablando de mi... Si no de ti — dijo Sakuma tratando de retomar el tema anterior pese a estar sonrojado y apenado.

— ¿Sucede algo aquí?— preguntó alguien que apenas llegaba a la mansión, un hombre alto y delgado de pelo negro y lentes oscuros, el comandante Kageyama— Esperó que todos esos gritos fueran porque estaban decidiendo la siguiente estrategia — dijo sonriendo a Kidou de manera desagradable.

— Sakuma ya se iba — dijo Kidou dándole a entender a Sakuma que se fuera.

El del parche se fue de ahí enojado y sintiendo mucho coraje y miedo porque Kidou supiera parte de su secreto. Y ahora que estaba enojado ¡Seguro que lo contaría al equipo y tendría problemas con todos ellos! No era normal que a un chico le gustaran otros chicos. Su padre le había dicho miles de veces que era un adefesio por sus gustos y lo humillaba si eso pasaba a saberse en la escuela tendría que irse.