Qiyana Vs Las Campeonas

Odio este sentimiento

Narra Qiyana

No sé cuánto tiempo había pasado dormida solamente recuerdo que habíamos llegado a un pequeño pueblo y caí inconsciente por la gravedad de mis heridas y después de un tiempo sentía que alguien agarraba mi mano al abrir mis ojos vi que se trataba de Ekko.

E: Hola mi emperatriz.

Al escucharlo decir eso mi corazón se aceleró, además me puse roja acababa de despertar y él me recibió con esa hermosa frase.

Q: Yo... Yo... - Sentía mi pecho doler, quería decirle algo quería decirle lo que sentía por él hace mucho tiempo algo que me hizo cambiar dentro de mí pero simplemente no podía sacarlo así que voletee para otro lado para intentar ignorarlo.

- Qiyana ¿Estas bien? - Siento como se acerca un poco más a mí, sentir su cuerpo acercándose el mío era algo increíble pero no podía demostrarlo no quería que me viera débil.

- Vete... No te quiero aquí Ekko. - intentaba hacer que se fuera de mi lado pero él era muy terco al contrario se recostó y me abrazó. - ¿Q-qué haces?

- Estar a tu lado, no importa lo que tú digas de mí o si me quieres alejar eres una persona increíble Eres... mi mundo ahora.

Al escuchar eso no pude evitar llorar pero no eran Lágrimas de tristeza O dolor sino de felicidad me sentía sumamente feliz de que él dijiera eso, me volteo y lo veo a sus ojos esos hermosos ojos.

- ¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? - se ve tierno cuando se preocupa por mí yo simplemente negó con la cabeza y me limpio un poco mis lágrimas Para volver a verlo y tocar su suave pecho.

- Sabes algo... Odio este sentimiento.

- ¿Sentimiento? ¿De qué ha----

No lo deja terminar porque le di un beso tiernamente en esta ocasión Ahora sí estaba perdidamente enamorada de él no podía creer lo que yo estaba haciendo Al final nos separamos por falta de aire y un pequeño lleno de saliva se creó entre nosotros Me gustó mucho jugar con su lengua.

- Qiyana eso... Wow...

- ¿No te gustó? - Me preocupaba que dijera que no.

- Claro que me gusto... Me alegra que sientas lo mismo por mí. - Sonreí sin darme cuenta y con cuidado deposito mi cabeza en su pecho, por alguna razón me sentía muy bien con él.

- Eres el primero... Y quiero que seas el único al que yo amo no quiero que me dejes de lado quiero que estés a mi lado por siempre. - Solo vi como sonrió y se acostó bien en la cama, tomó mi mentón y me dijo...

- Siempre estaré a tu lado.

Me da otro beso y así se que siempre podré contar con él, jamás pensé que este sentimiento llegaría a mí si esto es en lo que llaman amor La verdad no tengo ninguna queja es un sentimiento mágico que al parecer sólo se puede experimentar al cien por ciento, si esa persona siente lo mismo por ti, me alegro que yo si fui correspondida.

Después nos quedamos dormidos en la cama en la que estabamos, al día siguiente, todo estaba tranquilo yo fui la primera en despertar y vi su hermoso rostro, tocaba sus pectorales que tenía y me sonrojaba al pensar en cosas cochinas pero la verdad sí quería hacerlo con él pero aún no era el momento, me acerque y le di un beso en los labios que lo despertó.

- Buenos días.

- Buen día mi emperatriz.

En eso entra su amiga Janna estaba algo preocupada o tal vez mucho.

E: Janna ¿Qué pasa?

J: Tienen que irse, vienen guardias para llevarse a Qiyana, ahora vayanse, les ganare tiempo.

Ella sale de la habitación y nosotros nos apresuramos a vestirnos y su amiga Me dejó un vestido de color azul ya que no había sido destrozado por esa súcubo nos fuimos por la ventana escapando justo antes de que llegaran los guardias en dirección a nuestro próximo destino.

Continuará...