Kirby, el guerrero más poderoso de la galaxia, se enfrentará a nuevos y viejos enemigos, grandes aventuras y momentos épicos junto a los demás de sus amigos, ¿podrán detener al ejercito del emperador oscuro?
La gente del pueblo ya había aceptado a Neko Mokumi como uno más del reino, en seguida comenzó a hacer muchos amigos en el pueblo. Le encantaba estar durmiendo en el árbol central por las mañanas, era lo suficientemente grande para que pudiera ponerse cómodo y no preocuparse de la luz del sol. Pero lo mejor era que podía hablar siempre que quisiera con alguien, por que la plaza del pueblo siempre estaba llena. Un día estaba charlando con los más pequeños, como los demás, pero, de repente escuchó un ruido muy muy lejano que le preocupó seriamente: -¿Habéis oído eso?- les preguntó a los demás. -¿Oír el que?- le preguntaron los chicos sin oír nada. -¡Es un grito de ayuda, viene del norte, en dirección a la montaña, alguien esta en peligro!- dedujo Neko mientras agudizaba más su oído. -¿Vas a ir hasta allí, y que pasa con el sol?- le preguntó Tuff preocupado. -¡Por suerte tengo un set para ocultarme del sol! Veamos, capucha, guantes, máscara para sopletes. ¡Todo listo, allá que voy!- dijo antes de salir volando al rescate. El grito venía de las montañas verdes, más allá del volcán. Neko, guiándose por su oído pudo encontrar a la persona en apuros, una niña estaba atrapada en un escollo de la montaña con riesgo de derrumbarse. La chica estaba pegada al muro con miedo a caerse. Neko corrió para intentar cogerla, pero donde estaba había demasiado sol. -¡Rápido, toma mi mano, vete a saber cuanto más aguantará la roca!- le dijo mientras estiraba su brazo. -¡No, no puedo, me caeré!- le dijo la niña con miedo a despegarse de la pared. -¡Si no me la das caerás con la roca, confía en mí, podré subirte!- le dijo mientras estiraba más su brazo. -¡Vale, vale, aquí voy!- le dijo mientras le daba su mano, pero en ese momento la roca se rompió, quedando suspendida en el aire. -¡Muy bien, lo has hecho muy bien, ahora dame tu otra mano!- le pidió Neko. -¡Pero si lo hago perderé mi cuaderno con mi trabajo!- le dijo mientras se lo enseñaba. -¡El cuadernito o tu vida, yo escogería lo segundo si a mí me preguntas!- le dijo Neko sin poder creerlo. La niña le dio una última mirada triste a su cuaderno antes de soltarlo y darle su otra mano. Neko la levantó y la colocó en un sitio seguro.
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-¡Uff, eso ha estado cerca! ¿Te encuentras bien, nada roto?- le preguntó preocupado. -Si, estoy bien.- le dijo la niña. -Oye, se que acabas de salir de una situación peligrosa y estresante pero, ¿se puede saber que estabas haciendo para acabar ahí?- le preguntó Neko. -Yo... Estaba siguiendo a un búho por la montaña para dibujarlo, era el único que había visto hasta ahora y no quería perder la oportunidad, pero, se ve que no miraba por donde iba y bueno, ya sabes el resto.- le resumió la chica. -Pues mira, es normal que no encuentres ningún búho a estas horas, son nocturnos y salen solo en la oscuridad, ¿por que no intentas buscar uno de noche?- le preguntó Neko. -¿Éstas mal, sabes lo peligrosa que es la noche?- le dijo asustada. -Haber, en un bosque con depredadores y riesgo de que se formen ríos si, pero en una pradera donde el bicho más peligroso es una ardilla no creo que te llegue a pasar nada.- le sugirió Neko. -Yo nunca antes he salido de noche, siempre me meto en la tienda antes de que caiga el sol- le confesó la niña. -Pues no sabes lo que te pierdes, la noche es súper bonita, es mil veces más elegante que el día. Y lo mejor es la tranquilidad, solos la luna y tú. El cielo estrellado es muy usado para las obras de arte, ¿lo sabías?- le dijo Neko. -No lo había pensado, pero, me da mucho miedo. Nadie me puede acompañar.Verás,vine aquí para hacer un curso de dibujo paisajista y aún no tengo nada bueno. Ojalá alguien pudiera acompañarme.- se desánimo la niña. -Bueno, hoy no tengo que trabajar, tengo la noche libre. ¿Que te parece si te acompaño a los mejores lugares del reino para dibujar en la noche?- le sugirió Neko. -¿No te importa?- le preguntó ilusionada. -¡Para nada, así puedo ver un poco más del reino, nos vemos aquí mismo a las ocho! Por cierto, ¿cómo te llamas?- le preguntó Neko. -Mi nombre es Adeleine, ¿y el tuyo?- le preguntó la niña. - Te vas a reír, pero bueno, soy Neko Mokumi.- le dijo esperándose una risa que llegó muy rápido. -¡Ja ja ja, lo siento lo siento, no he podido evitarlo, es que es la primera vez que conozco a alguien con ese nombre!-😅 se disculpó cono pudo. -Si me dieran una moneda por cada vez que se han reído de mi nombre ahora sería de bronce.- le dijo Neko acostumbrado a la situación. Adeleine. Especie:Humana. Edad: 12 años. Poderes: una gran habilidad artística.
