Capítulo 33. Neko y mini Neko.

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Era una noche lluviosa en el reino, las alcantarillas estaban en riesgo de inundación y el rey mandó a Neko y Bowletta para evitar un desastre, con su súper fuerza y poderes mágicos pudieron estabilizar el agua y re equilibrar la presión del agua. Sorprendente, acabaron la misión muy secos:
-¿Cómo decías que se llamaba este traje, "chupasquero"?- 😕le preguntó Neko mientras se lo quitaba.
-Chubasquero, de la palabra chubasco referida a la lluvia, muy populares entre los niños.- Le explicó mientras también se lo quitaba.
-Bueno, lo importante es que nos ha sido muy útil, ¡mírame, estoy más seco que un mensaje de texto sin emoticonos!- le dijo orgulloso.
-No cariño, lo importante es que hemos evitado una inundación en el pueblo, sabía que no deberíamos haber dejado al rey el diseño de las alcantarillas. Hay que ser muy vanidoso para construirlas con tu símbolo.- 😑Le dijo mientras buscaban una salida. Pero Neko oyó un ruido raro cerca de una de las tuberías y se dejó llevó por su curiosidad. Cuando se acercó, encontró una bolsa con algo vivo dentro que se movía:
-Me pregunto que hay aquí dentro.- Se dijo a si mismo mientras la veía más de cerca. Hasta que un sonido salió del plástico:
-¡He escuchado un miau, dentro hay un gato, está atrapado, tranquilo pequeño, te sacaré!- le dijo al gato mientras rompía la bolsa. Dentro había un gatito muy sucio, con los ojos llenos de barro y temblando, quizás por el frío o por el miedo, y no paraba de llorar. Neko se quedó con el corazón roto al ver una criatura tan pura en tal estado.
-¡Pobre cosita! ¿Quién sería tan cruel como para meterte ahí dentro, y donde está tu mamá?-😟 le decía al pequeño mientras lo cogía con sus manos.
-Creo que es esa de ahí.- 😦le dijo Bowletta señalando algo flotando en el agua. La madre no tuvo la misma suerte que su cachorro. Ya no podían hacer nada por ella pero podían devolverla a la naturaleza enterrándola. Neko no podía evitar enpatizarse con el cachorro, sabía lo que era perder a tu familia y estar en una situación horrible:
-Sé como te sientes pequeñajo, yo también perdí a mi mamá y viví de manera horrible, pero te prometo que vas a tener una buena vida.- le decía mientras lo mantenía en sus brazos durante la salida de las alcantarillas.
-¿Que vas a hacer con él?- le preguntó la princesa preocupada.
-Ahora que no tiene madre, está solo en este mundo, por su tamaño deduzco que aún estaba en edad de amamantar y aprendizaje básico, alguien debe cuidarlo hasta llegar a una edad mínima.- le respondió mientras lo abrazaba.
-Y me imagino que tu lo harás, pero antes de nada hay que llevarlo a Yabui para ver si tiene alguna enfermedad o infección.- le dijo siguiéndole el ritmo.
-No sabía que también era veterinario.- reconoció Neko.
-Como no había nadie más aquí con la paciencia suficiente le tocó hacer doble profesión.- le explicó la princesa.
-Vaya, bueno, yo soy guarda civil y me estoy preparando para ser rey, como tu terminaste derecho y economía para luego ser reina.- le respondió Neko.
-Cierto, como se dijo en Disney: ¡🎶 tu vas a ser rey león, aunque más bien gato!- intentó cantar la princesa.
-Ja ja, muy graciosa princesa disney.- le respondió Neko, por dentro le gustó la broma.
El doctor Yabui revisó al cachorro, le miró todo, boca, oídos, ojos, todo, y se le veía muy preocupado:
-Ya lo he desparasitado pero me temo que está desnutrido, también tiene una infección cerca del ojo debido a una herida mal limpiada y sin una madre probablemente no logre salir adelante, aún está en edad de amamantar.- Les explicó muy serio.
-Entonces, ¿está acabado?- Le preguntó Neko asustado.
-No del todo, si alguien se encarga de su alimentación y cuidados podría volverse más fuerte y crecer más, pero conociendo a mis vecinos nadie va a querer.- Le dijo desilusionado.
-¡Yo lo haré!- le dijo Neko rápidamente.
-¿Estás seguro de que podrás? Un gatito pequeño requiere mucho tiempo y paciencia, especialmente con la alimentación y limpieza. ¿Seguro que tienes suficiente tiempo?- Le preguntó el doctor inseguro.
-B-bueno, podría cuidarlo y asegurarme de que crezca sano para luego darlo para adoptar, seguro que después de limpiarlo alguien lo querrá, así fue conmigo.- Le dijo mientras no paraba de mirarlo.
-Princesa...- Le dijo a la princesa sin saber que hacer.
-Cuando se trata de un animal nocturno siempre va en serio, se le activa el instinto parental.- Le aseguró su pareja.
-Está bien, en esta lista encontrarás los alimentos necesarios y utensilios de limpieza.- Le dijo mientras escribía en un papel y se lo daba.
-Muchas gracias pero, no entiendo ni una sola palabra de lo que pone aquí. Le dijo confundido.
-Disculpa, padezco de la clásica mano de médico, las ciencias te hacen dejar atrás las letras y la ortografía, vete al de la farmacia y el te lo traducirá.- Le explicó acostumbrado a ese tipo de situaciones.
-Por cierto, antes de nada, ¿se sabe ya su sexo?- le preguntó Neko curioso.
-Si, un pequeño macho.- le aseguró el médico.
-Enhorabuena Neko, ya tienes un hermanito- le dijo la princesa tocándole la espalda.
-Esta de aquí es tu cuñada, siempre es así.- le dijo Neko al gatito.
-Bueno, ¿qué nombre le vas a poner?- le preguntó Bowletta.
-Un número como a los murciélagos no es buena idea... Neko junior no es muy buena opción.- descartó Neko.
-Yo tengo varios nombres : catti, dark gather, catarrabias, misifu, sherlock cat...- comenzó a recitar la princesa.
-Creo que le llamaré Mimi, simple y adorable.- decidió Neko.
-Peor sería kitty, bienvenido al grupo Mimi.- le dijo la princesa mientras le acariciaba la cabeza.
Esa noche Mimi comió más que nunca en toda su vida, Neko tuvo que reponer la jeringa con el alimento especial para que se sintiera satisfecho y se pasó casi una hora cepillándolo. Pero el resultado mereció la pena, se veía muchísimo más limpio y civilizado, todos los murciélagos estaban atentos del nuevo y no paraban de hablar con el en la gerga de los animales. El problema era a la hora de dormir, Mimi a menudo lloraba mientras dormía, los murciélagos intentaban ayudarlo pero no lo lograban:
-¿Que le pasa?- preguntó Neko despertado por el llanto.
-Hecha de menos a su madre, es lo único que dice, "mama, donde esta mama"- le dijo cinco triste.
-Probecillo, ven aquí.- dijo mientras lo cogía en sus brazos y lo abrazaba.
-Yo también padezco de pesadillas así, ¿sabes? Mi mama y papa murieron de una forma muy mala y nunca lo supere, las primeras noches eran insufribles y algunas aún lo son. Pero duermo mejor cuando no estoy solo, ¿quieres dormir conmigo?- le preguntó a Mimi, el gato asintió y se pegó a su pecho. Esa noche Neko no pudo evitar recordar cuando aún era un niño tirando a la pubertad y estaba solo en un mundo desconocido. No quería que Mimi se sintiera así:
-No permitiré que sufras como yo lo hice, te prometo que haré todo lo posible para que tengas una buena vida.- le dijo en su mente antes de dormir. A la mañana siguiente lady Ebrum se sorprendió al ver a Neko en la cocina cocinando una fórmula rara:
-¿Neko, que haces aquí tan temprano?- le preguntó mientras encendía la luz.
-Desayuno para el pequeñin, siguiendo la receta médica claro, es un sustito de la leche materna.- le dijo sin dejar de remover el plato, después sacó la jeringa y se fue y volvió con Mimi en un abrir y cerrar de ojos:
-Ten Mimi, esto te hará más fuerte.- le decía mientras se la acercaba a su boquita y comenzaba a tragar la fórmula. Lady Ebrum se murió de la ternura de la escena:
-¡Que gatito tan mono, miralo tomando la papilla! ¿Es tuyo?- le preguntó mientras lo miraba.
-De momento si, lo estoy cuidando hasta que alguien lo quiera adoptar.- le explicó sin dejar la actividad.
-Seguro que alguien lo acabará queriendo, solo hace falta que crezca un poco más.- le dijo mientras le acariciaba la espalda del gato.
-Hasta que no necesite alimentarse de esto sino de comida húmeda. Ahí será cuando lo podamos dar.- le dijo mientras rellenaba la jeringa para darle más.
-Este y kirby son muy similares, adorables y sin fondo, menudo apetito.- le dijo Lady Ebrum
-Si, ¿verdad? No se si es por que ha tenido poco que comer antes o siempre ha sido tan comilón, relajaje un poco Mimi.- le dijo tras terminar con la ración.
-¿Mimi, le has llamado así?- le preguntó sorprendida.
-Era eso o misifu, lo último lo sugirió Bowletta.- le confesó mientras lo cogía como un bebe y lo arrollaba, Lady Ebrum se hubiera quedado viéndolo de no ser por que tenía que hacer el desayuno. Dede esa mañana, Mimi era visitado por toda la familia Ebrum. Los niños jugaban con él, kirby y el dormían juntos y la princes a también le daba mimitos. El único problema era cuando Neko debía ir a trabajar, se ponía muy triste y no quería jugar, era como su hermano mayor ahora, le cuidaba y jugaba mucho con él, era frecuente verlo pelear en su forma de gato contra él, le gustaba verle ganar fuerzas con cada juego:
-¡Venga Mimi, estoy seguro de que puedes liberarte de esta!- le animama mientras luchaba contra él.
-Dale un respiro, eres mas grande que él, normal que casi siempre se rinda.- le dijo Bowletta.
-Si no es capaz de luchar contra mí no podrá jamás defenderse el solito, ¡pero usa las garras que para eso las tienes!- le decía al ver que no le lograba vencer.
-Es increíble, eres muy frío con las personas pero con los animales eres el ser más amable y cariñoso de todos.- le dijo Bowletta.
-Eso no es verdad, solo me caen bien los nocturnos, odió a los perros y los gorriones, me parecen muy ruidosos y no soy frío con todos, contigo soy muy bueno, ¿verdad?- le preguntó sin dejar de jugar.
-Si, si lo eres, y espero que no cambies.- le dijo Bowletta.
-¡No tengo la intención, y este está empezando a revelarse un poco!- le respondió después de que Mimi pudiera liberarse. Tras esto Mimi se abalanzó sobre él y consiguió ganar por primera vez. Tras esa victoria, Neko se dio cuenta de que había llegado el momento de buscarle una familia permanente, pues ya era un gatito pequeño pero fuerte y sano, puso un anuncio en el tablón del pueblo y en Internet, tras varias semanas por fin alguien llamó al teléfono, era una mujer extranjera que pasaría por ahí de vacaciones y que llevaba ya tiempo poder adoptar un felino, Neko se alegró muchísimo, pero Mimi no tanto:
-¿¡Que quieres decir que no te gusta la idea!? ¡Es una oportunidad ideal, tendrás un hogar fijo y una familia que te quiera, es eso lo que estaba buscando todo el tiempo para tí!- Le dijo sorprendido, Mimi le maulló cosas que solo el y sus murciélagos podrían entender:
-¡No puedo mantener por siempre, he faltado demasiado a mi trabajo, el motivo de que te cuidara era para que pudieras salir adelante y que alguien te adoptara, no eres un gato salvaje!- Le dijo Neko, pero Mimi le dijo algo aparentemente ofensivo:
-¡Hey, esa lengua en primer lugar, si hubiera llegado a saber que no querrías la mejor oportunidad para un gato de hubiera dejado en el bosque, es más, ni te hubiera sacado de la bolsa de basura de donde estabas! ¿¡Y así me agradeces todo lo que he hecho por ti, por salvarte la vida y cuidarte hasta que te recuperaras!?- le gritó muy dolido por lo que le dijo, pero aún le dolió más lo siguiente:
-¡Pues vale, márchate, se tan independiente como quieras por que con esa actitud nadie querrá adoptarte jamás!- Le gritó antes de marcharse y dar un portazo. Mimi entendió eso como el fin de la discusión y la petición de su marcha. Esa noche Mimi comenzó a perderse por el castillo, no lograba encontrar una salida, acabó en el pasadizo secreto que el rey siempre usaba para moverse a su sala del trono y lo atraparon:
-¿¡Neko, que está haciendo aquí!?- Le preguntó Escargot confundiéndole con el vampiro pero al no obtener respuesta averiguó que era uno diferente:
-¿Cómo habrá acabado este animal aquí?- Le preguntó al rey mientras lo cogía con asco.
-Seguramente el mismo Neko lo haya traído al castillo y se haya escapado.- Le dijo el rey indiferente.
-Igual nos podría ser útil, ¿se acuerda de la sustancia que inventé para intentar suplantar a los demonios de Nightmare? Ya tenemos conejillo de india.- le dijo Escargot con una idea en la cabeza. El rey Dedede accedió encantado, todo lo que fuera ahorrar dinero le parecía maravilloso, gran error. Nada más inyectarles un poco, Mimi comenzó a crecer y crecer y crecer, su tamaño rompió la mesa donde experimentaban con el y las correas que le sujetaban, pasó de ser un gatito pequeño a una pantera negra sin pupilas que no dudó en atacarlos, una vez satisfecha su ira, salió del castillo destruyendo las paredes y sembrando el caos en el pueblo. Los murciélagos que hacían ronda en el pueblo salieron corriendo a avisar a su amo y se juntaron con Waddle doo:
-¡Neko-sama, una pantera negra anda suelta por el pueblo!- dijo uno de los murciélagos asustado.
-¡Y una criatura extraña ha herido seriamente al rey y a Escargot, igual fue el mismo!- dijo Waddle doo preocupado.
-De la pantera negra me podré encargar fácilmente, pero no me vendría mal tu telequinesia.- le dijo Neko a la princesa.
-¿Te "vendría bien", y que pasa si no quiero enfrentarme con un felino de la sábana?- le respondió ofendida.
-Pues que no estará en tus manos las vidas que se puedan perder hoy, ¡del 5 al 10, acompañadme!- Le gritó al aire, los murciélagos bajaron y le siguieron. No tardó en salir del castillo y buscar a la bestia, lo encontró a punto de comerse a un cappy pequeño, por suerte lo pudo distraer.
-¡Alto, hay más cosas que puedas comer que no estén vivas!- le dijo poniéndose entre ellos. Pero la pantera nada más verlo se le subió encima e intentó matarlo. Pero Neko no se dejaría matar así sin más, pudo quitárselo de encima y comenzar a pelear contra el mientras intentaba calmarlo:
-¡Basta ya, no eres un demonio!- le decía mientras lo esquivaba como podía.
-¡Lo es, mire sus ojos!- le dijo uno de los murciélagos señalando su hocico. Neko se dio cuenta en seguida, no dudo entonces luchar de verdad, confundiendo a su amigo con un demonio más de nightmare, no fue hasta que lo tenía debajo de sus pies y atado que se dio cuenta de que era diferente, cuando vio la desesperación en sus ojos recordó a su pequeño amigo que salvó de la basura:
-No... No puede ser... ¿Mimi?- le preguntó mientras aflojaba las cuerdas y se quitaba de encima.
Algo de su actitud le respondió, no tardó en liberarlo y abrazarlo.
-Oh Mimi, ¿que te ha hecho Nightmare? - le preguntaba mientras lo miraba a los ojos.
-Todo esto es mi culpa, no tuve que haberme peleado así, Nightmare aprovecha el odio y la desesperación para transformarnos en bestias, a mi me lo hizo una vez pero que a ti te lo haya hecho no tiene perdón.-  le decía mientras le acariciaba el cuello.
Por suerte Bowletta llegó a tiempo, no solo para devolverlo a su estado normal sino para explicarle quien era el responsable:
-Así que fue el rey, no me puedo creer que haya caído tan bajo como para usar a un animal como sujeto de pruebas.- dijo Neko decepcionado.
-Si supieras la cantidad de empresas que ganan millones a consta de experimentar con animales.- le dijo la princesa igual de decepcionada.
-Desde luego, Mimi, en el castillo ya no éstas seguro. Deja que te pregunte, ¿te gustaría vivir libre en el mundo salvaje? Por que si es así, ahora lo puedes hacer, nadie estaría por encima de ti en la sabana.- le sugirió mirándolo a los ojos. Pero Mimi cerró los ojos, y maullo mucho, algo que solo Neko pudo entender:
-¿De verdad yo te hice cambiar para querer vivir en un hogar?- le preguntó emocionado, Mimi le dio un lameton enorme dándole a entender que sí.
-La decisión está tomada entonces, cariño, empequeñece al gatito grande.- le pidió Neko dejándola acercarse.
-Esto te dolerá un poquito.- le dijo mientras le acariciaba la cabeza. Dos segundos después le inyectó en el cuello una jeringa y le sacó toda la sustancia de una sacada, se des transformó en segundos, con gritos en el medio.
-Así se hace en la sanidad social.- dijo al cogerlo del suelo y dejárselo a Neko.
-Lo siento pequeño. No es así siempre.- se disculpó mientras le acariciaba.
Varias semanas después llegaron los que querían adoptar a Mimi, eran extranjeros, Neko estaba lleno de emociones divididas, por un lado odiaba saber que probablemente no volvería a ver a su pequeño amigo, pero la otra le tranquilizaba diciéndole que era lo mejor para él, que iba a tener un hogar definitivo y una familia que lo querría mucho, cuando se encontró a sus nuevos dueños tuvo que hacer una de las cosas más duras en su vida eterna, aguantar las lágrimas: 

-¡Bonjour Neco!, gracias denuevo por este pequeñín, nuestra hija necesitaba a una hermanito pequeño que la ayudara a relajarse y alegrarse un poco. ¿Tiene ya un nombre?- Le preguntó la extranjera mientras lo cogía en sus brazos.
-Bueno... yo le había llamado Mimi, pero están en su derecho de cambiarlo si quieren.- Dijo intentando sonreír.
-Mimi... es adorable, pero no es muy masculino... ¿que te parece Mist?- Le preguntó a su nuevo compañero, el cuál maulló contento por su nueva identidad.
-Le ha gustado, espero que seáis muy felices juntos... Hasta la próxima pequeñín, te echaré mucho de menos.- Le dijo antes de darle un último mimito y volver por donde vino, la señora también hizo lo mismo:
-(Que no te vea así ,que no te vea llorar así)- Se decía a si mismo mientras caminaba aguantándose las lágrimas hasta encontrarse con Bowletta, estallando ya en un lugar seguro, la princesa lo recibió con los brazos abiertos:

- Le dijo antes de darle un último mimito y volver por donde vino, la señora también hizo lo mismo:-(Que no te vea así ,que no te vea llorar así)- Se decía a si mismo mientras caminaba aguantándose las lágrimas hasta encontrarse con Bowletta, esta...

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-Shh, ya pasó, ya pasó, sabes muy bien que ahora va a estar sano y salvo, tendrá una vida plena y feliz.- Le consolaba mientras le daba palmaditas en la espalda.
-¡Lo sé, y estoy muy muy feliz por el, de verdad! (Llanto deshaogador)- le decía sin calmarse mucho.
-¿Te sentirías mejor con unos mimitos en el sofá?- Le sugirió tranquila.
-...¿Con masajito en la frente?- Le preguntó terminando con el abrazo y más tranquilo.
-Con masajito en la frente.- Le confirmó secándole las lágrimas de la cara con un pañuelo.
-Vale... la verdad es que lo necesito.- Le dijo mientras se transformaba en gato y la princesa cargaba con él. Tras varias noches ya se sentía mejor, pero no paraba de mirar las estrellas con mirada triste, hasta que Tiff subió al tejado para hacerle compañía:
-¿Aún estás triste?- Le preguntó preocupada.
-Ya estoy mejor, pero este tipos de cosas no se curan de la mañana a la noche. Las despedidas siempre duelen, y si no lo hacen algo va mal.- Bromeó Neko.
-Te entiendo, cuando Jigglypuff tuvo que irse por culpa de una enfermedad  a su planeta de origen kirby estuvo semanas tristes, casi ni comía.- Le confesó acompañándolo en la actividad.
-Wow, eso suena muy serio, kirby sin hambre es kirby roto.- Opinó Neko sorprendido.
-Si, muy preocupante. Pero poco a poco comenzó  a mejorar, pues comprendió que eso era lo mejor para ella, y ahora míralo, se come todo su plato y los de los demás también.- Le dijo más alegre.
-Pues sí, y quien sabe, igual algún día se consigue una nave espacial y va a visitarla.- Le dijo más alegre.
-¿Tú podrías hacer lo mismo?- Le preguntó curiosa.
-No, yo ya no tengo nada que ver con él, ahora pertenece a otra familia, que espero que le traten lo mejor que puedan y más.- Le confesó serio.
-Oh, vaya. Lo siento.- Se disculpó Tiff como pudo.
-Tranquila, como te dije, ya estoy mejor, y no voy  a dejar que esto detenga mi nueva vida. Dile a Bowletta que has conseguido convencerme para bajar.- Le pidió mientras se levantaba.
-¿Cómo te has enterado?- Le preguntó sorprendida.
-Oídos de gato captan todo.- Le dijo mostrándole la oreja.
-Bueno, en ese caso, ¡misión cumplida princesa!- Le gritó a la ventana.
-¡SÍ, por fin, ya estáis tardando en bajar!- Les dijo mientras atravesaba el techo.
Neko echó un último vistazo al cielo, imaginándose al gatito que consideró como el hermano pequeño que nunca llegó a tener, volando en un avión hacia su nueva y próspera vida, algún día el haría igual.

Kirby el guerrero estrella ataca de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora