Capítulo 32. Frío por sorpresa.

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Era una mañana igual a las otras, Tiff y su hermano habían salido ha jugar con sus amigos aprovechando el buen tiempo, pero la cita se tendría que acortar debido a un frío súbito que sorprendió a todos. En solo media hora se pasó de una tarde de verano a una fría tarde de otoño que solo empeoraba. Muchísimas personas fueron a preguntarle a la princesa si había vuelto a pedirle a la guardiana del hielo que trajera el invierno:
-¡Por supuesto que no, solo lo hice aquella vez por la navidad!- se defendió la princesa.
-Entonces, ¿cómo es posible si esto es un país del sur? Es algo antinatural.- Dijo Tiff sin entender nada.
-Hubo una vez en la que un demonio de hielo nos enfrió con su aliento, puede que el rey comprará uno nuevo.- Pensó Meta knight.
Todos fueron a pedirles exigencias al rey, pero su respuesta no se lo esperaban:
-¡Yo no tengo nada que ver con esto esta vez, mira este papel que me han enviado empresa pesadillas!- les dijo enseñándoles el papel.
-¿Que es esto? "Debido a su gran cantidad de deudas en su cuenta el servicio de compra se le ha cerrado y no se le volverá a ofrecer nuestros servicios sin antes pagar", en ese caso, tú tampoco estás provocando esto, pero, ¿que es entonces?- Se preguntó Tiff
-¿¡Y yo que se!? ¡Y ahora dejadme en paz, voy a abrigarme más!- Les dijo el rey antes de volver a su cuarto. Todos necesitarían abrigarse bien esa noche, las temperaturas no dejaron de bajar en toda la noche, las chimeneas de todos los hogares ardían para dar calor y todos llevaban  medio armario encima para no helarse. Quien peor lo llevaba era la princesa, el frío la debilitaba y casi se congelaba con salir de su cuarto:
-¡Benditos sean los plumones que me regalaron por cumpleaños, nunca pensé que querría tener al lado un abrigo de Cruela de Vil, que frío!- Se quejaba tiritando del frío.
-De no ser por mi inmortalidad ya estaría como tú, hace frío hasta para mí.- Le dijo Neko cogiendo más mantas.

-Esto te puede sonar raro pero, ¿podrías convertirte en gato y meterte dentro de mi chaqueta?- le pidió la princesa

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-Esto te puede sonar raro pero, ¿podrías convertirte en gato y meterte dentro de mi chaqueta?- le pidió la princesa.
-¿Participar en un método que nos ayudará a ambos? ¡De una!- Dijo antes de convertirse en gato y meterse dentro de su abrigo. El resto no lo tenían tan fácil, pero la fría noche por fin terminó y el sol comenzó a suavizar el clima un poco, todo el reino estaba bajo una gran capa de nieve blanca, eso ya había pasado antes, lo que era nuevo era el iceberg que estaba en la costa, y no estaba vacío. En el habían un montón de penguis muy similares al rey dedede, solo que un poco más bajos y con más cejas, el alcalde les dio la bienvenida como si fueran unos turistas, todos ellos disfrutaban del reino y sus instalaciones, el jefe estaba hablando con el alcalde admirando su reino:
-Tiene una aldea muy acogedora, muchísimas gracias de nuevo por esta acogida por su parte.- Le dijo feliz.
-A vosotros por venir, veo que os gusta la comida de Kawasaki, hasta nos hacéis un favor.- Le confesó el alcalde. Todos se lo estaban pasando muy bien jugando con los penguis en la nieve y creando muñecos de nieve, el rey se quedó sorprendido con el parecido de los visitantes con él y las mínimas diferencias, pero muy pocos tenían una sospecha por los visitantes, ¿por que no dijeron cuanto tiempo iban a quedarse aquí y parecían adecuar todo a su gusto? Esa noche, Neko, al ser el único inmune al frío, se adentro dentro del iceberg para espiar y lo que se encontró confirmo sus sospechas, tenían dibujos en el hielo de una conquista y ellos por encima de los cappys, no estaban de visita, sino de conquista, entonces, alguien le cogió de la capa:
-¿No te han enseñado que esta muy mal entrar en hogar ajeno, chaval?- le preguntó el jefe de los penguis.
-Y veo que a usted no le han dicho nada sobre la ilegalización de crear colonias conquistadas hoy en día.- Le dijo mientras se ponía en pie, listo para un enfrentamiento.
 -Mira chico, me caías bien cuando te vi, así que te voy a hacer un favor, te permito salir de aquí, no ha pasado nada, ¿que te parece?- Le dijo mientras otros penguis le cerraban el paso.
-Tengo otra sugerencia, coges tu hielito, te das media vuelta y no vuelves a pisar nuestro reino en lo que te queda de vida o me encargo personalmente de este problema, por si no te has dado cuenta, vuestro frío no me hace nada de nada.- Le dijo orgulloso de sí mismo.
-Tu tal vez seas inmune, pero el resto no lo son. ¿En serio creías que estábamos todos en el mismo sitio durmiendo? Mis compañeros te vieron entrar y decidimos coger a alguien para que cambiaras de parecer, mira, aquí la tenemos.- le dijo mostrándole a la princesa congelada por completo, una auténtica estatua. El jefe cogió un martillo para romperla, eso la mataría, pero Neko reaccionó rápido y se lo quitó, pero fue atacado por todos los penguis, quedando inmovilizado en el suelo.
-¡Como le hagas algo te prometo que te haré desear morir!- le amenazó con odio.
-Eso depende de ti, te vas a quedar aquí con ella mientras nosotros vamos a conseguirnos un nuevo hogar aquí, y como intentes escapar haremos cubitos de hielo de fantasma.- le dijo dejandolé un mazo a uno de los guardas. Esa noche, los penguis tomaron el reino y el castillo, encerrando a los habitantes en la mazmorra del comisario, pero no se quedarían encerrados sin más, todos idearon un plan de huida. Tiff, Tuff y kirby llevarían disfraces de penguis para salir y entrar en el castillo, aprovecharon la excusa de ir al baño para ponerse los disfraces y salir de allí. Mucha tensión había en sus cuerpos mientras caminaban hacia el castillo, especialmente cuando un guarda no paraba de mirarlos, pero su voz les sorprendió:
-Veo que hemos tenido la misma idea.- Les dijo Meta knight quitándose la capucha, eso no se lo esperaban. Juntos llegaron hasta los pasillos del castillo, donde el rey y Escargot estaban siendo regañados por los guardas al no lavar bien el suelo, el rey acabó partiendo la fregona en dos:
-¡Malditos pingüinos abusivos, yo soy un rey, no un conserje!- Gritó el rey sin darse cuenta de que se insultaba así mismo, cuando llegaron los cuatro disfrazados, se pusieron a limpiar el suelo asustados hasta que kirby se quitó la capucha, nunca antes el rey se alegraba tanto de verlo. El jefe estaba viendo la pantalla gigante del rey cuando fue sorprendido por el grupo:
-¿¡Como habéis escapado!? ¡Estabais bajo la guardia de cinco vigilantes!- Les dijo sorprendido.
-No hay nada mejor que un buen disfraz.- Le dijo Tuff orgulloso.
-¡Tu dictadura se acaba hoy, no tenías ningún derecho a conquistarnos, no os hemos hecho nada!- Le dijo Tiff.
-¿Que no habéis hecho nada? ¡Mentira, vosotros mismos sois los responsables de esto, vuestros  actos son los que nos han traído aquí, lo que nos llevó a la deriva en nuestro iceberg y nos dejó sin hogar, no somos los únicos que están tomando el hogar de otros!- Les dijo el jefe.
-¿De que está hablando?- Le preguntó el rey a Meta knight.
-De la peor consecuencia de vuestra actividad en este mundo, el calentamiento global. Es un fenómeno creado por la contaminación de vuestras máquinas eléctricas y destrucción de flora y fauna, nuestro hogar era antes un lugar frío pero seguro y con comida, pero no ha hecho más que derretirse y romperse el suelo en el que andamos y los peces que comemos desaparecen, ¡y todo por vuestra culpa, si vosotros habéis destruido nuestro hogar nosotros os lo robaremos, así quedamos en paz!- Les dijo enfadado.
-No teníamos ni idea de eso, ahora lo entiendo, no hemos hecho más que derrochar luz y calor y eso tiene serias consecuencias para el medio.- Razonó Tiff.
-Escuchad, entendemos que necesitáis un hogar para vivir, pero robarlo os vuelve como los contaminadores que os lo robaron, podemos llegar a un acuerdo.- Le sugirió Meta knight.
-¡No me voy a dejar engañar, me pedirás que nos vallamos y continuareis con vuestra vida  privilegiada como siempre, no lo permitiré, mi gente también se merece un vida cómoda!- les dijo antes de lanzarles su aliento helado, pero kirby se lo tragó y se transformó en kirby hielo, comenzaron una batalla de alientos helados que no llevaba a nada, pero a Meta knight se le ocurrió una idea:
-¿Y si el volcán estallara? El calor podría contrarrestar el frío y derretir la nieve y el iceberg.- Planteó Meta knight entre toda la batalla. 
-Solo hay un problema, ¿cómo planeas hacer estallar el volcán?- Le dijo Tuff.
-¡Majestad, en empresas pesadillas pueden tener algo!- Le recordó Escargot al rey. Aún con las deudas, el rey pidió una botella con líquido detonante para volcanes y kirby lo vertió por toda la lava, creando una erupción y derritiendo todo el hielo por el calor. Los penguis se debilitaron y su iceberg comenzó a moverse por el mar, en ese momento, Neko aprovechó el despiste para huir con su pareja aún congelada. Los penguis fueron acorralados por los guardas, pero al contrario de ellos, les permitieron ser libres a cambio de irse del reino, prometiéndoles que cambiarían sus conductas para frenar el calentamiento global y que pudieran volver al ártico. Con esa promesa, los penguis volvieron al mar, Neko les ayudó a coger velocidad empujando el iceberg, despiéndose de unas criaturas que pagaron sus consecuencias de la electricidad. Esa misma tarde, el rey se puso todas las máquinas a tope, el radiador, las lámparas, todo; Olvidando por completo lo que había pasado, la princesa, cabreada, le apagó los plomos:
-¡No pienso volver a pasar por esto por que a vosotros os apetezca mucha temperatura, el cambio comienza en el día a día, si tienes frío te pones un abrigo como todos!- Les dijo enfadada.
Quizás, con mucho esfuerzo y reducción de contaminación, derroche de energías y cuidado del planeta, los penguis puedan recuperar el hogar que una vez tuvieron.

Kirby el guerrero estrella ataca de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora