Capítulo 40. El némesis de kirby.

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Kirby estaba durmiendo tranquilamente en su copa del árbol cuando oyó un sonido extraño proveniente del bosque. Tokori le mandó a buscar que era ya que no le dejaba dormir tranquilo, y así fue, lleno de sueño, kirby comenzó a seguir el extraño picoteo, encontrándose a Curio picoteando una antigua vasija; kirby le saludó, pero cuando se giró se asustó al verle, su mirada de enfado y sus ojos llenos de odio le pillaron por sorpresa.
-Márchate de este lugar, ahora.- Le ordenó sin pestañear.
-¿Poyo?- Le preguntó confundido.
-¡AHORA!- le gritó con odio, kirby se asustó tanto que salió corriendo a su casa, permitiendo al arqueólogo romper la vasija y dejando que una extraña luz saliera de ella mientras reía con maldad. A la mañana siguiente, kirby seguía durmiendo, pues el susto no le dejó pegar ojo mientras fuera de noche, sus amigos estaban echando un partido de fútbol cerca de él:
-¡Kirby, quítate!- Le dijo Tuff temiendo confundirlo con la pelota y darle una patada. Pero seguía sopa, en un intento de superar a Hohhe, Tuff chocó contra kirby y lo hizo volar de un golpe no intencionado:
-¡Y voló!- Dijo Hiro mientras lo veía subir.
-Mira que se lo dije.- Se excusó Tuff. Kirby cayó muy cerca del camino por donde iba Curio, cargando en su carretilla la gran vajilla de esa noche, Tuff no dudo en disculparse.
-¡Lo siento señor Curio! ¿Se encuentra bien?- Le preguntó con el balón en el brazo.
-No tiene importancia.- Le dijo sin mostrar emociones.
-¡Anda, ha encontrado algo nuevo! ¿Quiere que le ayudemos a moverlo? Se ve pesado.- Se ofreció Tuff
-No, no lo toques.- Le dijo mientras se disponía a continuar.
-¡Vamos, no tenga vergüenza de pedir ayuda! ¿De qué material está hecho?- Se preguntó mientras acercaba su mano para tocarlo, pero Curio se puso en medio.
-¡HE DICHO QUE NO LO TOQUES!- le gritó empujándolo y continuando por su camino.
-Hmp, alguien está de mal humor.- Se dijo levantándose del suelo molesto. No dudo en contarle ese percance a su familia en la comida, ellos también estaban sorprendidos.
-¿De verdad Curio actuó así?- Le preguntó su padre sorprendido.
-Seguramente hiciste algo para enfadarlo.- Pensó Tiff en voz alta.
-Tan solo le ofrecí mi ayuda, creo que el que actuó mal fue él.- Se defendió mientras comía.
-No olvides de la arqueología lo es todo para él, yo también defendería mis logros con mi vida.- Le recordó Tiff a su hermano. 
-Si no me creéis hablad con Hohhe y Hiro, ellos estaban allí.-😑 Les dijo enfadado por que su familia no le creía.  Esa noche, Curio estaba mirando hipnotizado el jarrón, cuando se abrió del todo y un demonio redondo vendado salió de él, le miró a los ojos y lo hizo dormir con su ojo.
El demonio comenzó a buscar casa por casa del pueblo, primero irrumpió en el restaurante de Kawasaki, el cuál creyó en un principio que alguien había entrado a robar, pero el demonio casi hace que le dé un infarto. Después entró en el local de Mabel, que se despertó de una pesadilla premonitoria, pero se aterró al ver que su sueño se cumplió, y así con todos en el pueblo, a los cinco segundos una nueva voz gritaba de terror al ver a ese monstruo.  Mientras el rey miraba satisfecho como su plan iba perfectamente por los prismáticos. El demonio encontró lo que estaba buscando cuando entró en la casa de kirby, aprovechó su sueño para lanzarse a por su cara e intentar comérselo, pero kirby se puso histérico y logró liberarse, esquivando sus constantes ataques:
-¡Kirby, por aquí, corre!- Le dijo Tokori abriéndole la puerta, el pequeño se lo agradeció antes de salir corriendo, pero solo lo hizo para poder quedarse con la cama y olvidarse del problema. Kirby se pasó toda la noche huyendo de ese demonio y los rayos que le lanzaba; llegó hasta el valle de Kabu y se intentó esconder detrás de la sabia roca, pero el demonio lo encontró y comenzó a elevarlo mientras le mordía con fuerza, pero el sol de la mañana salió y el demonio salió huyendo, liberando a kirby. El pobre estaba hecho polvo, el demonio le había hecho mucho daño y casi no lo cuenta.
-Kirby, ten mucho cuidado, ese es tu enemigo natural.- Le dijo Kabu serio.  Kirby regreso al castillo, donde Tiff y Tuff le curaron sus heridas y le dejaron dormir en su cuarto de invitados.
Esa mañana todos se reunieron en el pueblo para discutir sobre el incidente de la anterior noche:
-En mala hora me pilló a mi mis vacaciones.- Opinó Neko disculpándose con su jefe por no haber estado presente.
-No pasa nada, no podías saber que esto ocurriría, ahora hay que identificar el demonio, ¿recordáis como era?- Les preguntó a todos cogiendo su libreta.
-Era redondo como kirby.- Le dijo Kawasaki.
-Y estaba lleno de vendas como una momia, solo se le veía su ojo derecho, ¿o era su izquierdo?- Intentó recordar Gus.
-Y tenía una mirada siniestra y malvada, una boca oculta y unos dientes afilados. ¿Que podrá pasar si vuelve?- Se preocupó Mabel.
-Tendrá que pasar por encima de mi cadáver si quiere hacerte daño.- Le dijo Samo tocándole el hombro y tranquilizándola.
Tras todas esas descripciones, a Neko se le vino una idea en la cabeza que lo preocupó:
-Jefe, ¿me permite su libreta un momento?-Le preguntó. El se la dejó con su bolígrafo y se puso a dibujar el posible sujeto, mostrándoselo a todos.
-¿Era así?- 😟Les preguntó preocupado.
-¡Sí, justamente así!- Le aseguró el alcalde reconociendo el dibujo. Neko se puso nervioso con esa confirmación, devolviéndole la libreta al jefe Borun. 
-Oiga Curio, ¿usted sabe algo?- Le preguntó Tuff desconfiado. 
-¿¡Eh... y-yo!? ¡Ni idea, no se nada!- Les dijo nervioso. 
-¡Tuff, no seas impertinente!- Le regañó su hermana.
-Perdón, es solo que ayer desenterró algo raro, tonterías que se pone uno a pensar, ¿no?- Se excusó mientras se iba. Eso levantó las sospecha de Neko sobre Curio, parecía estar ocultando algo. Mas tarde entró de incógnito en su casa junto a la princesa, nadie mejor que un fantasma para espiar en las paredes. 
-¿No se supone que estamos rompiendo la ley?- Le preguntó la princesa un poco insegura de entrar sin permiso.
-No te preocupes, yo soy la ley.- Le dijo presumiendo de placa policial.
-No, no lo eres, pero bueno, si realmente crees que Curio está relacionado con el demonio yo te creo.- Le dijo mientras atravesaba la pared y le abría la puerta. Miraron por todas partes de su tienda, pero no había nada fuera de lo normal.
-Neko, yo no he encontrado nada fuera de lo común, ¿y tú?- Le preguntó decepcionada.
-Igual, este hombre es bastante soso, solo tiene libros de arqueología, ninguno de aventuras.- Le dijo mientras revisaba su biblioteca, pero al quitar un libro, vio un botón secreto en la estantería.
-¡Ajá, lo sabía, el típico botón que debería activar un pasillo secreto! Es algo tan cliché.- Le dijo satisfecho mientras lo pulsaba, una trampilla secreta se abrió en el suelo, eso no se lo esperaba.
-Te has acercado lo suficiente.- Le dijo la princesa corrigiendo su teoría del pasillo. Dentro estaba el jarrón que desenterró Curio la noche anterior, una calavera con velas y un libro bastante usado y viejo. Eso último fue lo que les llamó la atención.
-¿Qué tipo de libro es este?- Se preguntó la princesa mientras lo abría y leía sus páginas, pero Neko la paró en una en concreto.
-¡Para, mira esto!- Le dijo señalando el dibujo del demonio.
-Es igual al demonio que describieron antes y atacó a Kirby.- Dijo la princesa sorprendida. Pero Neko la detuvo, podía oír las pisadas de Curio regresando a su casa, volvieron a cerrar la trampilla y se llevaron el libro con ellos. Al regresar al castillo, le explicaron todo a Tiff y Tuff mientras les mostraba el libro.
-"Mumbies, el demonio de la felicidad, aquel que lo desentierre tendrá buena fortuna por toda su vida" ¿Por qué Curio tendría interés en algo así?- Se preguntó Tiff tras leerlo.
-Ni idea, pero que yo sepa los demonios no deberían dar felicidad.- Opinó Neko, pero enfadó Boetta.
-¡Ey! ¿¡Y yo que soy, una cucaracha!?- Le dijo a través de Bowletta.
-Por eso, SE SUPONE, tu no eres un demonio como los de Nightmare, eres mejor que cualquiera.- Le dijo sinceramente, eso pareció satisfacerla. 
-Pero esto confirma mis sospechas, Curio tiene al demonio en ese jarrón raro.- Les dijo Tuff.
-Y saldrá de nuevo cuando se ponga el sol.- Continuó Tiff preocupada.
-Se parece bastante a ti, ¿no te parece? Es activo en la oscuridad, persigue a su presa y se la quiere comer.- Opinó la princesa con su pareja.
-Corrección, se parecía, hace ya meses que no actúo así.- Le recordó ofendido.
-Chicos, vosotros cuidad de kirby por la noche, Tuff y yo vamos a averiguar el fondo de esto.- Les pidió Tiff mientras cogía por la mano a Tuff y salían a la tienda de Curio. Cuando llegaron a su sótano secreto, lo encontraron mezclando en el jarrón una mezcla de brujería aterradora. 
-Bien, esto debería hacer efecto.- Dijo con una voz sombría, los hermanos malinterpretaron eso y saltaron a pararle. Tirando por error el jarrón y perdiendo todo el líquido:
-¡No! ¿¡Que habéis hecho!?- les dijo aterrado.
-¡Usted tenía el demonio, ha permitido que ataque a Kirby!- le recordó Tuff.
-¿¡Por qué narices desenterró a ese monstruo!?- le preguntó Tiff decepcionada con él.
-¡Por qué no sabía que era un monstruo, me creí lo que ponía el libro que encontré! Pero ahora es demasiado tarde.- les dijo cabizbajo. Los hermanos se sorprendieron de esa respuesta, pero no tuvieron tiempo de actuar, el sol de puso de nuevo y Mumbies se despertó de nuevo, escapando de ellos y buscando a su presa.
-¡Oh no, en mala hora me topé con ese libro!- Se dijo Curio a si mismo mientras salían de su tienda
-Realmente estaba buscando a ese demonio.- Dijo Tiff sin creérselo.
-Si, encontré ese libro en una de mis excavaciones y me decidí a buscarlo, con la esperanza de que me daría más suerte. Pero el demonio me engañó y me hipnotizó para llevármelo conmigo.- Les explicó triste.
-No fue el demonio quien le engañó, Curio. Fue Nightmare, ese libro era una falsificación creada por la empresa, el rey lo escondió para que usted lo encontrara.- Le explicó Meta knight saliendo de la nada como siempre.
-¡Sabía que todo esto era cosa del rey!- Dijo Tuff con odio.
-Mumbies es el enemigo natural de los guerreros estrellas, Nightmare los colocó hace mucho tiempo alrededor del universo con la esperanza de que, si los liberaban, atacaran a todo guerrero estrella de ese planeta.- Les explicó preocupado.
-Entonces, el líquido que estaba removiendo...- Adivinó Tuff.
-Era un intento de fórmula para volver a sellarlo.- Les confesó decepcionado. 
-¡Ay no, realmente la hemos pifiado ahora!- Se lamentó Tuff avergonzado.
-¡No hay tiempo para lamentaciones, kirby está en peligro!- Les recordó Meta knight serio.
-No puede ser tan malo, Neko y Bowletta lo están protegiendo.- Intentó pensar Tuff de forma positiva, pero el gigantesco rayo que salió del castillo les dio a entender que la cosa era chunga.
-Creo que no les vendría mal un poco de ayuda.- Opinó Tiff preocupada. Salieron corriendo al castillo, pero Kirby ya estaba huyendo del demonio por la colina , seguidos de Neko y Bowletta llenos de moratones:

Kirby el guerrero estrella ataca de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora