La madrugada lo había sorprendido en el preciso momento que los amargos recuerdos llegaban a su fin.
Aquellos eran los tesoros mas preciados que guardaba en lo más recóndito de su mente. La calidez del primer beso aún permanecía intacta sobre sus labios. Pero... ¿Cómo una demostración tan pura e inocente de amor desencadenaría en semejante tormenta?
Bien dice el dicho: "Después de la tormenta siempre sale el sol". Pero ya van para seis largos años de una incesante tempestad.
Perdido en sus pensamientos Jackson miró el reloj que yacía sobre su mesita de luz para constatar la hora. 2:45 de la mañana.
Sigilosamente se puso de pie y salió a hurtadillas de su refugio.
Cuando paso por la habitación de su padre tuvo que comprobar que la puerta esté cerrada con llave, de no ser así debería volver por donde vino y esperar un momento mas prudente. No estaba en sus planes ser descubierto por su "adorable" madrastra. Al ver que la misma no se abría, siguió su camino.
Al llegar a destino posó la mano sobre el redondo picaporte plateado, suplicando para sus adentros que la puerta no esté con seguro.
- ¡Bingo! – Susurró al escuchar el clic que le permitiría entrar a la habitación.
Al ingresar afirmó su cuerpo contra la gruesa madera, para luego poner el seguro. Dando un pequeño brinco de victoria se volvió para ver el pequeño bulto que se encontraba sobre la cama. Una sonrisa fugaz se dibujo en su rostro, amaba verla dormir de eso no había dudas.
Pero a diferencia de tantas veces Summer se encontraba de espalda a la puerta. Estaba acurrucada en posición fetal aferrada a un oso de peluche que el castaño reconocía muy, muy bien. Claras evidencias de que se pasó la noche llorando hasta quedar dormida.
Luego de admirarla por unos largos minutos camino a paso lento hasta el borde de la cama. Levantó el edredón para acostarse a su lado, sin siquiera tocarla. Una vez acomodado, se sobresaltó al verla removerse y escuchar su suave voz.
- Estabas tardado...
- Pero aquí estoy. - Contestó pegándola contra su pecho en un abrazo. - Como cada noche.
- Como cada canción... - balbuceo adormilada.
- Como cada Te quiero...
- Como cada beso. - Concluyó ella acomodándose boca arriba.
Él le regaló una sonrisa. Luego, imitando su acción, se acomodó clavando los ojos en el techo.
- Lo siento, si pudiese evitarnos este maldito infierno créeme que lo haría.
Summer giró su cabeza para fijar la atención en él. Largando un profundo y agotado suspiro tuvo que preguntarle aquello que tanto le preocupaba.
- Al menos ¿lo vale? ¿Vale la pena todo esto?
Jackson frunció los ojos apenado, sabía a qué se estaba refiriendo y el solo hecho de recordarlo le carcomía la conciencia.
- No es... tan sencillo. -
- ¿La quieres?
- No. - Respondió de forma automática.
- Entonces... ¿Te amenazo?
Ante el inminente silencio ella prosiguió. - Te amenazó. - Repitió en una afirmación. - Jamás entenderé el verdadero motivo.
- ¿Variaría en algo entenderlo? - Esta vez fue él quién clavo sus ojos en los de ella apreciando el camino de lagrimas secas que decoraban su delicado rostro.
Manteniendo la mirada fija en el otro Summer relamió sus labios para emitir con voz débil. - Tal vez.
- Confórmate con saber que no todo es lo que parece. A veces tenemos que hacer ciertos sacrificios para mantener un equilibrio.
- Vaya... - El rostro de la jovencita se contrajo en una mueca de desagrado. - Ya veo... que tipos de sacrificios.
- Sum...
- N-no. Déjalo así. Mañana tengo que levantarme temprano. Podemos hablarlo otro día, o en otra vida.... - Sonaba dolida, cansada.
- ¿Qué pasará el día que todo se sepa?
- Ya no estaré aquí, de modo que... - Summer bostezó cortando ella misma la conversación.
- ¿Sabes que te quiero, verdad?
- Tú y tus extrañas formas de querer. No me sorprende que me hayas apartado "por mi propio bien".
- De hecho...
- Tengo que dormir. Puedes quedarte... si quieres -
Jackson sonrió confundido. - ¿De verdad? -
- No hagas que....- Pero Summer no pudo terminar de hablar puesto que su acompañante se lanzó sobre ella para abrazarla y besar sus mejillas con devoción y ternura.
Al separarse se miraron por última vez para luego acomodarse e intentar dormir. Ella volvió a su posición inicial, mientras intentaba suprimir una lágrima que amenazaba con escabullirse.
Ahí estaba con el dueño de sus dolores de cabeza y de sus sonrisas, con ella, en SU cama, sujetando su cuerpo con un brazo como si no existiese un mañana. En un leve movimiento pudo percibir como su hermanastro hundía el rostro en su cabello para luego besar su coronilla y susurrar un suave Te quiero.
Si bien se plantaron más dudas de las que ya existían, trataron de disfrutar la compañía... como hacía mucho no podían hacerlo. Esta vez sin nadie que los esté espiando.
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Touch~ (en edición)
Fanfiction¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar por amor? ⭐Jackson esta locamente enamorado. Es tanto su "amor" que no mide los gritos, humillaciones, prohibiciones y limitaciones que impone. Porque para él, eso es "amor". ⭐ Summer necesita escapar de las garr...