~Twenty

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Siguiendo los consejos de su nueva amiga, Summer se levantó como todos los días para dirigirse al trabajo – aunque claro estaba que era su día libre. Antes de salir repasó la cuenta de instagram de su "cita" para tener temas de conversación, aunque no encontró nada en específico. Tampoco el muchacho había actualizado desde la última vez.

Decir que estaba nerviosa era poco. Ya no le quedaba uñas para morder, cosa que Jolle notó riéndose por la situación. Una vez que quedó libre de clientes se acercó a la gelatina que decía llamarse Summer.

- Tranquila. Seguimos todo al pie de la letra. El idiota duerme. Y tus padres en el club. Todo marcha sobre ruedas.

Antes de que Summer pudiese contestar una vocecita, muy conocida para ambas, se hizo presente.

- Sumi, ya estoy aquí con Elsa y Ariel. Aaaah y mi papá. – Dijo luego de pensarlo por un segundo. – Vamos, vamos. Traje libros de cuentos y muchas manzanas, amo las manzanas. – Seguía diciendo mientras la chica se despedía de su amiga y se dirigía a su encuentro.

Una vez que tomó su manito se atrevió a hablar.

- Hola pequeña. A mí también me gustan las manzanas. No sabía qué traer así que ya hablaremos con tu papá para ver que hace falta.

- No te preocupes. Ya está todo listo. – Keyla movió la cabeza restando importancia al asunto para luego despedirse de la otra joven. – Chau amiga de Summer.

- Chau amiguita de Sumsum. – Contestó ésta con dulzura.

Cuando las dos llegaron al auto que espera por ellas en el pasaje paralelo a la tienda, JB se disculpó.

- Hola. Perdón si no pude estacionar al frente.

- No hay ningún problema. – Agregó siguiendo al chico hasta la puerta del copiloto.

- Lo siento, no sé si quieres ir adelante o con Keyla atrás.

- Que vaya contigo papi, tengo mis juguetes desparramados. Tío Mark se enojará. – Agregó riendo con malicia.

"Que niña más inteligente" – Pensó muy orgulloso su padre.

Cuando se dispuso a abrir la puerta del copiloto sus manos se encontraron en un sutil roce, haciendo que se mirasen extrañados.

Fue él quien rompió la magia, apartando su mano y desviando la mirada. Ya podía sentía el calor escalar por sus mejillas.

Para suerte de los dos Keyla conversaba a viva voz poniendo a Summer al tanto de su vida. Su mamá se llamaba Betania y vivía con Steve su "novio viejo" y su hermanito menor Tommy. Tenía dos gatos: Ula y Perri; un perro: Car y una tortuga llamada Lindura. Sus tíos eran Mark, Nina y Young-Jae. De sus abuelos poco sabía y amaba la casa de su papá porque tenía su propio palacio con princesas.

Summer mirando de vez en cuando a JB, agregaba uno que otro dato. Como que tenía un hermano mayor, sus padres eran Daniel y Amelia, que tenía una tía que amaba mucho y que no veía casi nunca porque vivía lejos. Que su sabor favorito de helado era fresa. Su estación favorita era el invierno, tenía muchos amigos y un sobrinito del corazón que era su principito.

Ante aquel pequeño detalle Keyla hizo lo que su queridísimo tío Mark le había advertido a su padre.

- Con que te gustan los niños... ¡A mi papi también! A mí me gustaría tener tres hermanitos más, o cinco. Si se siguen viendo... ¿me podrían regalar un par?

- Keyla Im. No espantes a Summer. – JB no daba más de la vergüenza mientras que Summer se mordía por largar una carcajada.

- PERDÓN, perdón. Tiene el mismo sentido del humor que su tío Mark. – Trató de excusarse el pobre infeliz.

- No hay problema. – Contestó ella mirando a la ventanilla para no exponer sus mejillas sonrojadas.

Al llegar al parque, Summer ofreció llevar las cosas para ir acomodándolas. Había una gran manta de cuadrille, y un bolso con libros y cuadernos. JB llevaba la cesta – porque sin una... no sería un picnic – donde traía los aperitivos más las manzanas.

Una vez acomodados comenzaron a examinar el lugar. Ha decir verdad se encontraba bastante retirado de las avenidas y calles principales. Era un sector un poco oculto, bordeado de árboles y juegos didácticos para los niños que estaban compartiendo con sus familias.

JB seguía perdido en sus pensamientos, reprochándose no poder iniciar ninguna conversación decente con su invitada de honor. En parte agradecía tener a la criaturita parlanchina, que tanto le recordaba a su hermana Nina.

- Y éste es nuestro lugar especial. Aquí venimos con papá. Mientras yo juego y hablo con los arboles papá esta con su cuaderno, que no trajo hoy, escribiendo canciones. – Logró escuchar, mientras se permitía admirar el perfil de la jovencita.

- Es muy bonito. Gracias por invitarme. Hacía mucho que no salía... - dijo mirando a Jae. Casi, casi lo descubre, pero él fue más rápido y evadió la mirada - ... de niña solía visitar un lugar parecido con mi papá y mi hermano.

- Papi también. O algo así me contaba. ¿Verdad papá?

Él se removió en su lugar y se dirigió a su niña.

- Mis hermanos y yo íbamos a la playa. Me gusta más el azul del mar que el verde del bosque. Hace mucho que no voy, no tengo con quien ir.

- Sonará tonto pero... no conozco la playa. – Confiesa algo avergonzada la joven. Lleva viviendo en San Diego toda su vida y jamás se topó con una.

- Podríamos ir con papá, el tío Marki y su amiga. ¿Verdad papi?

Jae se tomó unos minutos para sopesar la idea, no estaba tan mal después de todo. Luego su mirada se encontró con la de Summer, quien sonreía de lado mostrando su timidez.

- Claro que si cariño, siempre y cuando Summer esté de acuerdo.

- Estaré esperando ansiosa por esa salida. – Contestó acariciando la nariz de la niña con el dedo indicie. Ante el acto Jae quedo maravillado captando la atención de su acompañante.

Así pasaron las primeras dos horas, las niñas - porque sí, Summer era una niña más – se acostaron sobre la gran manta para descansar un rato. Desde ahí contemplaban el cielo, mientras JB sacaba, de forma extremadamente discreta, un par de fotos.

Pronto las nubes comenzaron a amontonarse, algo que puso en alerta a la menor del trío.

- Papi~... - Comenzó curiosa.

- ¿Siii~? -

- ¿Podemos ir con Summer a casa para ver una película?

Al pobre se le cayó el celular de las manos al escuchar el pedido de su niñita. Summer al ver su reacción levantó el aparatito que, para suerte del dueño, estaba bloqueado.

- G-gracias. – Balbuceo al recibir el artefacto – Tu... ammm... esto...

- Si está bien para ti, no hay objeción. – La dulzura con la que la jovencita hablaba terminaba por poner de los pelos a Jae. Ella sabía lo que ocasionaba en él y muy en el fondo lo disfrutaba.

- Bueno, será mejor comenzar a guardar todo.

- ¡Siiiiiii~! - Festejaba Keyla abrazando con una mano a su muñeca Ariel y con el brazo libre a Summer.

- Vaya que le caíste bien. – JB guardaba junto a su nueva amiga las cosas en el baúl del auto.

- Es una niña preciosa y muy inteligente. Felicidades. –

En un momento sus manos se volvieron a rozar pero esta vez evitaron mirarse, para disfrutar un poco más el contacto.

"No arruines el momento, no lo...arruines"– Pensaba Jae-Beom con el corazón en la garganta al sentir la suave y cálida piel de Summer.

Touch~ (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora