Después de mucho tiempo, el rostro de Summer lucía una hermosa sonrisa. El motivo: Lo primero que vieron sus ojos al abrirse esa mañana fue el tranquilo rostro dormido de su hermanastro. Sintiendo un cosquilleo en la palma de su mano la levanto, dirigiéndola a esa carita aniñada que tanto adoraba para acariciarla.
Al sentir el tacto, Jackson se removió muy sonriente. Sus ojos marrones se abrieron lentamente posándose en los ajenos ofreciéndole la mejor de las vistas.
El desgraciado lucía angelical por las mañanas, y era más fuerte de lo que recordaba ya que su brazo permanecía aferrado a su cintura, como si su vida dependiera de ello.
La pobre recordaba la situación mientras esbozaba una tímida sonrisa, se había pasado las primeras dos horas de su trabajo sonriéndole a la nada. Acto que Vante, su - ahora - jefe no pasaría por desapercibido.
- Hoy luces un tanto...diferente ¿Todo bien? - Suspicaz y muy atento le regalo una sonrisa mostrando su encantadora y perfecta dentadura.
- ¿Aaah? Si, si. - Sus mejillas comenzaron a arder y brillar como dos manzanitas.
- ¿Esa cara tiene algo que ver con cierto Mr. musculitos? - El rubio elevó las cejas de forma sugerente.
- Puede ser~...- Canturreo - ¡Ay ya jefecito! No me mire así -
- Me gusta como suena. - Dijo mordiéndose el labio inferior, sin dejar de sonreír.
Intentando evadir el tema no perdió oportunidad para volver a agradecer la gran atención de aceptarla en su tienda.
- Gracias por darme el trabajo, prometo dar lo mejor de mí.
- No lo dudo. Ven, vamos a tomarnos un descanso. - Vante estiró la mano para llevarla hasta la cocina comedor.
Al llegar él se preparó un té de hierbas y una chocolatada caliente para su amiga. Una vez sentados uno al lado del otro retomó la palabra: - Hablando en serio se te ve más animada.
- Gracias, gracias. ¡Dios! Esto está delicioso. - Exclamó probando el chocolate.
- Y... ¿qué pasó? Si se puede saber.
- La verdad...no tuvimos mucho tiempo para hablar. - Largó hundiéndose en su silla, ruborizándose aún más.
- Oye... demasiada información. - Vante dejo su taza sobre la mesa para cruzarse de brazos haciendo gestos de desagrado.
- Ugg. Ni siquiera lo pienses.- Dijo poniendo los ojos en blanco golpeándolo cariñosamente - Paso.... Que llegue a casa, discutimos, me fui a dormir y en medio de la madrugada se coló a hurtadillas en mi habitación. Cruzamos un par de palabras pero me venció el sueño y nos quedamos dormidos. ESO fue todo, Jefecito.
- Ya, ya. Lo pillo. Créeme que sí. - Dijo encogiéndose de hombros. - SumSum... yo... ¿cómo decirlo?
- Oh Dios... aquí va de nuevo. No, no tengo ganas de ver a nadie más. El último idiota en el que me fijé está metiendo sus manos y otra extensión de su cuerpo en la que se proclamaba ser mi amiga.
- A lo mejor en la cena pre-boda conozcas a alguien... quien dice. -
- No. - Summer suspiró cansada - Ya sé que no debo hacerme ilusiones y que lo nuestro no puede ser. Con suerte se irá en unos meses, o me iré yo, porque dudo mucho que la que se vaya sea ella... - Dijo susurrando las últimas palabras. - Soy... horrible.
- Mira. No, no borres tu sonrisa.- Le advirtió señalándola con el dedo acusador. - A veces las cosas no salen como uno quiere. - Suavizo la voz y con el mismo dedo que la estaba señalando elevó su mentón para fijar sus ojos en los de ella. - Uno no elige de quien enamorarse...
De pronto, la incomodidad podía palparse en el aire. Vante desvió la mirada y permaneció sumido en sus pensamientos. Summer se dio cuenta que el semblante de su amigo se había apagado de golpe, allí comprendió que lo siguiente que estuviera por decir el rubio tendría que ver con aquella persona que tanto amó pero que nunca supo corresponderle.
Vante, V -mote cariñoso utilizado solo por Seo y Summer, es el tipo de persona que irradia luz y contagia la alegría por donde camine. Pero no siempre fue así. Existió un tiempo en el que se tuvo que alejar de todos, hasta de su propia familia, para encontrar la PAZ que tanto necesitaba.
Se había enamorado de alguien pero ese alguien ya estaba enamorado de otro alguien y... ya saben cómo termina todo el embrollo. Era lo mismo que le pasaba a Summer. Tal vez no, pero algo similar.
Muy apenada, y hasta sintiéndose culpable, se limitó a abrazar a su mejor amigo. Al separarse permanecieron agarrados de las manos.
Ella se soltó para acariciar la mejilla de V. Éste se dejó hacer, disfrutando del contacto, luego tomó la mano ajena con la suya y depositó un dulce beso sobre el dorso.
De ese modo se consolaban y acompañaban, así funcionaba su hermosa amistad. No hacían falta las palabras, con una simple caricia o muestra de afecto bastaba.
- Uno no elige de quién enamorarse, pero sí puede elegir entre: quedarse y conformarse con ver a esa persona siendo feliz con otra o... alejarse y olvidarse por completo de ella. - Declaró con los ojitos cristalizados y una sonrisa rota.
- El amor duele.
- A veces. Es solo hasta dar con la persona adecuada. Pensamos que no hay nada más allá del primer amor cuando en realidad hay un inmenso mundo por descubrir.
- Me enorgullece ver que has encontrado ese mundo en Gukie.
- Si... - Vante se puso de pie inmediatamente para llevar las tazas al fregadero, y sin mirarla concluyó. - A mí me enorgullecería más que encuentres la paz en otros brazos, no en los de él.
Summer permaneció inmóvil en su lugar, esas palabras la atravesaron de punta a punta. No era la primera vez que su amigo intentaba hacerla entrar en razón, pero sí fue la primera vez en ser extremadamente duro y directo.
No había mucho por analizar, V tenía razón. Ella tendría que cortar con esa relación tóxica de una vez por todas.
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Touch~ (en edición)
Fanfiction¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar por amor? ⭐Jackson esta locamente enamorado. Es tanto su "amor" que no mide los gritos, humillaciones, prohibiciones y limitaciones que impone. Porque para él, eso es "amor". ⭐ Summer necesita escapar de las garr...