~ Ten

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La luz tenue del despacho fue lo primero que captó su atención. Lo segundo... la botella de champagne que posaba sobre el escritorio de roble macizo junto a tres copas de cristal. La música suave sonaba de fondo, con el fin de mantener el "ambiente". Imposible poder concentrarse cuando el saxofón de ese maravilloso blues perforaba sus oídos.

De pie ante la pareja, que no le quitaba la mirada de encima, se sentía abrumada como si hubiese entrado al despacho del director para recibir una reprimenda. También agradecía internamente que la puerta permaneciera entre abierta. Cada simple detalle contaba.

No la juzguen, ese tipo de miradas significaban en una sola cosa. Al menos eso había aprendido de cierta persona.

El dueño del lugar tomó la botella para abrirla y servir su burbujeante contenido en las finas copas que cargaba su "prometido", mismas que se encargó de repartir a cada uno de los presentes.

Fue el azabache, que ante la temblorosa invitada y su inquieta pareja, se dignó a romper la tensión.

- Brindemos por el amor. – Señaló con la copa a Vante – Y por la amistad. – Culminó dirigiéndose a Summer. – ¡Salud!

- "Salud". – Repitió el dúo en unisono.

- Vamos a relajarnos un poco. Toda esa atención recibida me dejo exhausto.

Summer emitió una risita nerviosa, procediendo a sentarse en medio de sus amigos.

- Q-que bueno que hayan desistido de hacer una despedida de solteros. Esto fue mucho más...

- Intimo. – Culmino V la frase por ella observándola con un brillo en sus ojos.

- No nos agradaba la idea de ir a un club y ver hombres semi encuerados refregándonos su anatomía por la cara.

- Nosotros habíamos pensado en algo mas...privado. – Vante inclinó su cabeza dándole el paso a Gguk para que hablase de una vez por todas.

- Summer, nosotros...

- No me acostaré con ustedes. – Escupió rápidamente mientras bajaba la cabeza evadiendo sus miradas.

Ambos se miraron y comenzaron a reír a carcajadas, algo que – de cierta forma – le molestó a la jovencita.

- Vaya, que bien me conoces... - Se burló V. – Jamás te pediríamos algo así.

- Para serte sincero el motivo de que los tres nos encontremos aquí en este momento es simple: Mi querido Vante no tuvo la oportunidad de besar a una mujer en su vida.

- Ajam... - Se limitó a asentir la jovencita recibiendo las manos de V sobre las suyas.

El azabache siguió con la mirada el gesto del par de amigos. – Y es mi deber hacer que cumpla esa fantasía antes de dar el gran paso. El asunto es que no quiero a ninguna otra mujer, te quiero a TI.

Sin comprender muy bien nada, en absoluto, la joven elevó el rostro de su escondite para encontrar algún gesto que devele la broma que le estaban jugando.

- ...Y me lo pides precisamente tú. – Acotó incrédula.

Vante tuvo que tomar la palabra. – Pero... ammm.... Primero deberás besarlo a él, y luego a mí.

Su cabeza viró entre los dos, como si se encontrara en un partido de tenis. Cuando se detuvo en su "jefecito" preguntó muy preocupada: - ¿Conservaré mi trabajo?

- Sumi, es un beso. No podría pedírselo a nadie más. – Gguk sonaba muy seguro.

- Solo un beso... - Suspiró.

Ambos asintieron con la cabeza para luego sonreirle con cariño.

- Esta bien, necesitaba asegurarme... ya saben. – Los nervios se la estaban devorando viva, lo único que pudo hacer fue mover la cabeza de lado a lado y sacudir los brazos intentando destensarse.

Jeon Gguk fue el primero en acercarse, tomándola completamente por sorpresa. Éste miró primero en dirección a su prometido para luego estampar sus labios sobre los de la jovencita de forma demandante y hambrienta. Summer permaneció con los ojos abiertos de par en par hasta sentir la lengua intrusa batallar con la suya.

Muy a su pesar debía admitir que nunca la habían besado con tanta intensidad. Aunque como dicen, ningún beso se compara.

Gguk, sin romper el beso extendió la mano hacia Vante para que éste tome su lugar. Al separarse, Summer parpadeó un par de veces tratando de asimilar lo sucedido.

Tenía los labios y las mejillas ardiendo. ¡Jodida mierda! ¡El que sigue!

Cuando Vante se posiciono delante de ella, sus miradas se encontraron. Summer pudo apreciar un brillo diferente en aquellos orbes oscuros, una mezcla de inocencia y sensualidad. Vaya dualidad.

El rubio atrapó su labio inferior con los dientes sonriendo de lado. Él sí que tomó su tiempo para admirarla.

- ¿Lista? – Necesitaba estar seguro de que aquello iba a suceder.

Ella respondió asintiendo con la cabeza.

Con una mano acaricio esa mejilla de porcelana, que tanto adoraba tocar cuando su amiga dormía. Luego desvió la mirada a esos carnosos labios rosados. Para finalizar, con su mano libre la tomo delicadamente por la nuca acercándola lentamente a hacía él.

En el preciso momento que sus labios se encontraron, ambos cerraron sus ojos sintiendo un estallido de emociones en sus interiores. Fue un momento mágico, un beso lleno de sentimientos.

V. se permitió abrir los ojos por un instante para regalarle un guiño a su chico que los miraba maravillado. Gguk amaba a ese hombre y haría lo que fuera necesario por verlo feliz. Así sea dejar que se despida de la que fue su primer, gran y doloroso amor, la chica que tenía entre sus brazos.

Jeon abandonó la habitación cerrando con sutileza la puerta tras él. El dúo, inmerso en su propio mundo siguió besándose con total calma, para culminar en un gran y significativo abrazo.

- Gracias, no sabes cuanto te amo pequeña.

- Yo te amo mucho más. - Respondió al borde de las lágrimas.

Sin soltarse, Summer abrió los ojos de forma inmediata. Algo dentro de ella había hecho Click. Acaso, por efímero que pareciera... No, no podría ser cierto. 

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Touch~ (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora