~ Twenty Four

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  El viento acariciaba las copas pomposas de los árboles. Las nubes grises seguían agolpadas en el cielo, si bien el día anterior no había llovido de seguro comenzaba a hacerlo ahora mismo. Y el corazón de cierta jovencita repiqueteaba inquieto dentro de su cuerpo.

¿Cuándo habrá entrado ese sujeto, que jamás escucharon las campanillas sonar?; ¿Cuánto habrá escuchado de esa conversación?; ¿Por qué jamás podía pensar en una buena respuesta para evadir el asunto?

- ¿Pasa algo? – Inquirió el joven mientras se columpiaba de adelante hacia atrás sobre sus pies. - ¿Summer?

- No. – Contestó sonando más seria de lo que realmente quería.

- ¿Piensas implementar la ley de hielo conmigo?

- Claro que no.

- ¿ENTONCES? – Gritó haciendo que se remueva en su banca.

- No le dirás a papá ¿verdad? – Dijo para luego dirigirse a él.

- Mocosa insolente. Primero me vas a saludar como corresponde, luego me aclararás ciertas cosas, y después veo que hago con dicha información.

- ¡SEO! – Rezongo tirándose en los brazos de su querido amigo, que había llegado a ella a pasos apresurados.

- Buen día señor Kim. – Saludó Jodelle.

- Seok-Jinnie, para ti Jolle. Los amigos de mi Sumsum, son mis amigos. – Dijo sin soltar a su presa. – Ahora si nos disculpas, ésta jovencita y yo tenemos asuntos que arreglar.

Una vez dicho eso ambos partieron en dirección al "confesionario" aka Cocina/comedor.

Luego de servir dos tazas de té con miel, Summer se sentó frente a su amigo para escuchar atenta las preguntas.

- ¿Cómo está eso de "CITA", cuando, con quién...POR QUÉ?

- Yaaaaay. Ayer salí con unos amigos nuevos. No fue una cita. Jolle exageró un tantito. – Dijo juntando los dedos índice y pulgar.

- Y estos amigos... ¿dónde los conociste?

- Te va a sonar muy loco...

- Escucho... - Dijo revolviendo la miel que posaba en el fondo de la taza.

- Los conocí aquí. Son padre e hija. Bueno a él lo vi en casa, cuando fue a buscar a... ya sabes. Es su amigo.

- Vaya, vaya.

Summer tuvo que contarle todo con lujos y detalles al curioso Seo, puesto que éste no iba a dejarla en paz hasta estar al día con la situación. Para su sorpresa, tanto Seo como Mandi conocían a JB y su historia de vida.

Luego de escuchar atento y analizar cada reacción de su pobre amiguita, Seok-Jin dio su veredicto.

- Si él te gusta sigue adelante. Pero con mucha cautela SumSum. No queremos que esto llegue a oídos de otras personas. Hace rato vi a Matthew rondando por aquí. Ambos sabemos que si él hubiese escuchado lo que yo, no tardaría en ir a contarle todo a su mejor amigo.

La joven pensó por un instante.

- Tienes razón. ¿Vas a contarle a Mandi?

Seok-Jin la miró por un segundo, jamás le ocultaba nada a su esposa. Vaya que la condenada tenía sus propios métodos de tortura para sacar la verdad por la fuerza, pero esto no le correspondía a él.

- No, cuando te sientas preparada y segura... se lo contaras tú. – Concluyo regalándole la mejor de sus sonrisas.

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Touch~ (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora