Touch~ (en edición)

~Twenty One

Las nubes anunciaban la llegada de una larga y extenuante lluvia. Maldito verano y sus estúpidas tormentas esporádicas.

No tenía la más mínima intención de quedarse en su casa y aguantar a sus padres, de modo que decidió contactar a un par de amigos para sondear el panorama.

Lexi, su "Folla amiga" estaba con el novio. JB no le contestaba, de seguro estaba con su familia. Matt le contestó casi al acto que estaba disponible por si quería compartir un par de cervezas. No sonaba nada mal, siendo martes.

Jackson se dio un ligero baño, se vistió y partió rumbo a la casa de su amigo. Esperaba que el desgraciado no estuviera con el intento de novia que tenía, puesto que la flaca estirada le caía mal, muy mal. De lo único que se podía hablar con esa persona era ropa, salidas al centro comercial, tarjetas, dinero. Cosas de huecas. Según catalogó el mismísimo Matt.

No entendía que le podía ver su amigo, ni siquiera era follable, para su gusto. Dinero a él no le faltaba. Y no le vengan a hablar de "amor" porque definitivamente eso no lo era.

Al llegar a casa de Matt pasó derecho por el garaje donde éste lo esperaba solo, para su propio bienestar mental. Estaba terminando de rearmar su motocicleta.

- Hey, idiota. – Saludo de forma afectuosa.

- Llegó el idiota mayor. – Le contestó el otro de forma burlona.

El dueño de casa le tiró una lata de cerveza mientras se disponía a seguir con lo suyo.

- Qué raro tenerte por acá... déjame adivinar: Lexi y su culo están ocupados.

- ¿Qué comes que adivinas?

- No es de mal amigo, pero recurres a mi cuando la chiquita está con el novio. ¿Amelia, Summer?

- La señora dándose la gran vida con mi padre. Gastando dinero, que es lo segundo mejor que sabe hacer.

- No quiero saber que es lo primero... aunque me doy una leve idea. – Dijo moviendo las manos y la boca en un gesto obsceno.

Jackson rió de forma estúpida como si el otro hubiera dado en el clavo.

- Hay mejores... te lo puedo asegurar. – agregó guiñándole el ojo. La arrogancia desbordándole por los poros.

- ¿Y.... Summer? - insistió con un tono mas bajo.

Jackson acabó su bebida de un solo trago, luego apretó la lata en su mano para tirarla en el cesto más cercano.

- Trabajando. – Contestó con la molestia palpable en su voz.

- ¿Y eso es malo por qué...?

- Tan inteligente como estúpido, me sorprendes.

- Ya, ya. – Matt se ubicó frente a su amigo en el piso extendiéndole otra lata.

De pronto algo mordaz pasó por su cabecita.

- Matt, necesitaré un favor. Verás: Sumi está "trabajando" en el local del rubio desabrido, bien sabes que no puedo acercarme a ese basurero por lo tanto...

- Dudas de que esté trabajando...- Trata de razonar al ver el énfasis que el otro puso en la palabra.

- No es eso... bueno sí. Necesito saber de qué va su trabajito. – Sorbió de su bebida.

- Crees que está mintiendo. Ella no suele mentir. Al menos sé que no es de esas, a las que estamos bien acostumbrados.

- Sólo quiero estar al tanto de sus movimientos. Llego a enterarme que el hijito de puta pone sus manos en ella...

- No seas idiota amigo. Vante ya se casó. Ya se olvidó de tu princesa.

- MI princesa. – Repitió con la furia apareciendo por sus ojos. – ¿Qué sabes de JB?

- Hoy es martes, sabes que hoy y los sábados Jae se dedica a su hija. ¿Qué vas a pedírselo a él también?

Jackson lo pensó por un momento, mientras más ojos mejor. Pero el único problema es que ya había tenido que disculparse por sus arranques miles de veces y no tenía ganas de volverlo a hacer.

- No. Al menos... no por el momento. – Dijo mirando su lata casi vacía.

Matt conocía esa mirada, sabía que la cabeza de Jackson estaba tramando algo y no le gustaba.

- Jack...- empezó despacio, él sí sabía tratarlo. - ¿Qué pasará cuando Summer se vaya a la universidad?

Jackson lo miró desafiante seguido de una sonrisa triunfante.

- Ella no podrá irse Matt, no después de volver a mis brazos. ¿Sabes? he pensado enfrentar a la bruja y hablar con mi papá. Yo sé que él me dará su bendición, costara al principio lo sé. Pero con su apoyo podré estar con ella sin ningún inconveniente. Me la llevaré lejos y seremos felices de una vez por todas.

- Te estás olvidando de un gran detalle hermano. – El joven le dedico una mirada de tristeza.

Jackson sabía lo que iba a decir, por lo tanto se adelantó en aclarar las cosas.

- Ella me ama, y aceptará lo que yo le proponga. Así sea por las buenas... o por las malas.

Matt quedó perplejo al escuchar a su amigo, definitivamente había perdido su eje. Por lo pronto se limitó a aceptar ser su chivo expiatorio, con tal de complacerlo momentáneamente. Mientras tendría que ir pensando en un buen plan para que su amigo desista de sus impulsos, los que a la larga terminaran hundiéndolo en lo más profundo de las miserias. 

No se puede obligar a alguien a amar y mucho menos... retenerlo por la fuerza.