Touch~ (en edición)

~ Twelve

Nota al final del capitulo!!!

La puerta del cuarto de baño se encontraba entre abierta, los azulejos color rosa pálido estaban empañados. Los únicos sonidos que se escuchaban desde el interior eran: las gotas del grifo que caían sobre la tina y los sollozos interminables de Summer.

Todo lo que habría sido una noche colmada de emociones encontradas se vino abajo al ingresar a su "hogar".

Irónico llamarle así a esa pequeña sucursal del infierno.

Y ahí estaba, en medio de la tina colmada de agua, aun traía puesto el vestido que NO terminó de sacarse. Tenía el cabello desarreglado, el maquillaje completamente arruinado y la mirada perdida en aquellas leves marcas moradas que decoraban sus piernas causadas por su "torpeza".

La espalda al descubierto le dolía y tanto su garganta como pecho ardían por los gritos sofocados en vano.

Triste, miserable, arruinada, así se sentía.

- Ya te preparé el pijama de ositos que tanto me gusta, y en la mesita de noche dejé un té de manzanilla con miel.

Logró escuchar.

¿En qué momento se había ido todo a la mierda? ¿Por qué todo tuvo que terminar así? ¿Acaso no valía? No, eso es imposible. Todos la "querían", su papa, los Kim, hasta el mismo Jeon se lo había dejado claro hace apenas unas horas. Entonces... ¿Por qué tuvo que pasar por todo esto?

- G-gracias Jacki. – pudo balbucear, la voz le temblaba, las piernas le fallaban, sentía desfallecer.

- Perdón cariño. No debí frotarte con tanta dureza. Solo espero que no uses un vestido de espalda descubierta el domingo.

Como si eso pudiese ser posible. Si bien la esponja no había logrado lastimar su piel, ésta se encontraba roja.

- ¿Necesitas ayuda para salir de ahí?

- N-no – gimió – Gracias.

- Ven, te dejé una toalla. Alístate.

- Jackie...- muy en su interior comenzaba a odiar toda esta absurda atención, pero debía sacarse la duda.

- ¿Si...~? – Canturreo él desde la puerta.

- Tú... ¿tú me quieres? – Por primera vez – desde lo ocurrido – dio vuelta su cabeza para fijar la mirada en la de él.

Jackson se volvió hasta la tina y se arrodillo para quedar a la altura de la joven. Con una mano acariciaba la cabellera caoba que tanto amaba y con la otra buscaba tocar las manos que se mantenían bajo el agua.

- Te amo Sumi. – Contestó sonriéndole con ternura. – Por eso te cuido. ¿No quedó claro?

- S-sí, claro que sí. – Respondió con un gesto que dejó en evidencia todo el dolor físico y mental con el que cargaba.

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⚠️Contenido Violento⚠️

Cuando Summer ingresó a su casa una ola de angustia se instaló en el centro de su pecho. La vivienda se encontraba sumida en la oscuridad. Avanzando hasta la sala encontró varias latas y botellas vacías de cerveza regadas por la alfombra y los sillones, junto a tres cajas de pizzas esparcidas en diversas direcciones.

Llevando una mano a su estómago y otra a su boca deseaba con todas sus fuerzas que los tres muchachos que habían estado acompañando a su hermano hayan sido los causantes de ese revuelo.

Suspirando largo y tendido se dispuso a recoger la basura y dejar todo en condiciones, pero una sombra proyectada en el sillón solitario la hizo temblar. Al prender la veladora que posaba entre medio de más botellas sobre la mesa ratona, pudo respirar al ver que aquella sombra no era más que un montículo de ropa.

Inconscientemente largo todo el aire que estaba reteniendo en sus pulmones, mientras fruncía los labios y cerraba los ojos.

Hacía mucho tiempo que Jackson no bebía y tenía uno de aquellos arranques que terminaba con un desfile de mujeres a medio vestir y un par de pleitos ganados en la calle. Si, ella conocía a la perfección esa parte violenta, pero jamás tuvo la desgracia de vivirla en carne propia.

Al menos... no hasta ahora.

Una vez que llevo a cabo su cometido, haciendo el mínimo ruido posible para no despertar y/o alterar a Jackson, se encaminó a su propia habitación para darse una merecida ducha y luego descansar.

Pero al entrar a esa habitación grande fue su sorpresa al encontrar a ese chico tendido sobre su cama, boca arriba, de piernas cruzadas y con los brazos sosteniendo su cabeza.

- Hasta que te dignas en volver. Son las dos de la maldita mañana.

¡Demonios! Ya no había escapatoria. Mientras retrocedía pensaba una respuesta inteligente, fallando en el intento cuando su acompañante se puso de pie acercándose a pasos gigantescos hacia su persona.

- ¿Por qué traes el labial corrido? ¡HUELES A ÉL! – bramó haciéndola temblar.

- No, no sé de qué hablas.

- Traes su asqueroso perfume impregnado en ti.

El saco, el maldito saco de Gguk. Tenía su perfume.

- El señor Kim y Seokjinnie me saludaron con un abrazo. Ya sabes.

- ¿Te crees que soy estúpido?

- Jackie... por favor. – Suplicó en vano.

- ¡POR FAVOR NI UNA MIERDA! – Volvió a gritar.

Todo pasó muy rápido, él la agarró por las muñecas y se la llevó a rastras hasta el cuarto de baño haciendo que tropezara y callera.

- Voy a borrar su inmundo rastro de ti. – Advertía envuelto en llamas.

- ¡ME DUELE! – Gritó ella aterrada mientras se ponía de pie, logrando que el agarre en su muñeca se intensificará.

Una vez dentro del baño, Jackson abrió el grifo de la tina para luego tirar a la joven dentro como si de una cosa se tratara. Agarró una esponja con una mano, y con la otra rasgó el cierre que se encontraba en su espalda.

- Voy a matarlo. Hijo de puta. – Escupía mientras frotaba su delicada piel con dureza.

- JayJay... - lloraba desconsoladamente la pobre muchacha. – Mírame. Mírame por favor. QUE ¡ME MIRES! – gritó enfurecida.

En ese momento paró todos sus movimientos haciéndole caso a la joven. Ella al encontrarse con sus ojos llevó ambas manos a las mejillas del contrario.

- Nadie, escúchame bien, nadie se atrevió a tocarme. Confía en mí. – El brillo de sus ojos marrones se habían apagado.

Él suavizo la mirada cayendo en cuenta de lo que estaba haciendo. Había perdido la cordura por completo.

Summer, convertida en un manojo de nervios, utilizó el mejor de sus recursos: acarició esas mejillas ardidas para luego estampar sus labios sobre los de él. Apenas fue un roce, algo tosco a decir verdad. Un beso casto, sin "aquella" necesidad".

Al separarse lentamente juntaron sus frentes, sollozando por lo bajo.

Los dos estaban llorando, los dos estaban heridos. Los dos estaban MAL.

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Nota: 

No imaginan lo doloroso que fue escribir esto. Las memorias a veces fallan, y cuando uno trata de plasmarlas en un escrito se complica.

Solo quiero decirles que si se encuentran en una relación tóxica, aún están a tiempo. Sé que parece imposible salir de ello, pero créanme cuando les digo que NO. Cuesta pero se puede salir. Todo tiene solución, parece fácil escribirlo. Pero si yo pude sobrevivir y salir ilesa, aquellas personas que se encuentren en la misma situación también lo harán.

Si no tienes con quien hablar, mi casilla de mensajes esta disponible.

No duden en buscar ayuda profesional y refugiarse en sus seres queridos.

Les deseo un buen fin de semana. Los quiero mucho.

Nos leemos pronto.

Lᥲdყ Emᥱ 💜