Cap.19

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Cuando los rayos del sol de la mañana que se intensificaban a cada minuto comenzaron a atravesar el grosor de la tela azulada de la cortina que cubría la ventana situado al lado derecho de la cama de Jungkook, cada rincón de la habitación se fue iluminando poco a poco, incluyendo los dos cuerpos que se encontraban enredados entre sábanas, quietos en su totalidad, profundamente dormidos.

La claridad se hizo cada vez más fuerte, convirtiéndose en una molestia para uno de los jóvenes, haciéndolo despertar.

Abrió sus ojos lentamente, percatándose de que se encontraba recostado cómodamente sobre su aún dormido novio y sonrió.

Su mente empezó a revivir cada uno de los acontecimientos de la noche anterior, se sintió lleno de vida, su corazón latía rápido al compás se los rayos de alegría que cruzaban su pecho y se incrustaban en su alma, llenando aquel vacío que sintió durante tantos años, el vacío que ignoró, porque quería pretender que él estaba completo, pero qué equivocado estaba.

Su mayor necesidad fue puesta ante sus ojos el día que fue asignado a ser el guardián de aquel pequeño recién nacido, pocos datos de él le fueron brindados, pero el más relevante fue que su madre había muerto en el momento de su nacimiento, por lo tanto necesitaba un mayor cuidado.

La primera vez que lo vio se sentía un tanto nervioso, pues era la primera vez que ejercía su trabajo, claro que tenía todo el entrenamiento necesario para hacerlo, pero no es lo mismo hacer una práctica que hacerlo en realidad, y lo ponía aún más nervioso por que era un caso especial, aunque no entendía porqué el director Namjoon se encontraba tan preocupado por ese caso, él no era el único bebé que había perdido a su madre, existían muchos como ese pero no se preocupaba de una manera tan extremista.

Nunca quiso indagar el porqué de esa situación pues su trabajo era cuidar bien al bebé, no hacer preguntas.

Se asomó lentamente y con algo de temor, a la pequeña cuna en la que se encontraba su humano, cuando lo vio sus nervios se dipersaron en el aire como por arte de magia, pues como se iba a sentir nervioso de cuidar la tierna criaturita que sus ojos estaban encantados de observar, el bebé posó sus lindos ojos café oscuro en él y sonrió de manera dulce mostrando sus encillas, cosa que hizo sonreír al ángel, de hecho el sentimiento en su pecho en ese momento era muy parecido al de ahora, solo felicidad gritaban a más no poder todos sus sentidos, tan feliz estaba que aunque su humano era un bebé no tenía por que poder verlo y sin embargo lo hacía.

A medida que el bebé fue creciendo él hacía muchas cosas para hacerlo reír pues su sonrisa era su cosa favorita en el mundo, y más cuando los primeros dientecitos de conejito empezaron a aparecer, dándole un aspecto muy gracioso y sobretodo tierno.

El bebé diario era dejado en una guardería durante todo el día, pues su padre tenia que trabajar.

Fue una bendición que sus cuidadoras lo trataran bien, pero de vez en cuando el pequeño bebé lloraba al extrañar a su papá y ahí es donde entraba en juego Taehyung, pues el bebé a veces se calmaba con solo notar su presencia lo observaba fijamente hasta que en sus pequeños y delgados labios se formaba una sonrisa, pero en otras ocasiones le tocaba ir más allá, y rompiendo más de una regla decidía entrar en contacto con el pequeño, acariciando sus cabellos y sus mejillas sonrosadas hasta que se quedara dormido.

Cuando el bebé empezó a hablar su capacidad de tranquilizarlo con su presencia fue disminuyendo y ya no podía tocarlo, al principio no lograba comprender que era lo que pasaba, pero luego se dio cuenta que su pequeño había crecido mucho y que probablemente ya no podía verlo más.

Fue un golpe duro para él.

A medida que el niño iba creciendo él se sentía satisfecho con su trabajo como ángel, pues a su humano le iba bien, tenía buenas calificaciones, tenia muchos amigos, su papá le brindaba mucho cariño, aunque durante el día no podía estar con él, durante la noche siempre dedicaba parte de su tiempo en preguntarle a su hijo como le fue en el día, que si estaba bien, que si necesitaba algo y al final lo llenaba de besos y abrazos que hacían sonrojar al pequeño.

Muy en el fondo Taehyung se sentía un poco celoso, aunque no era capaz de admitirlo, pues él quería hacer lo mismo, también le quería brindar ese tipo de cariño, ansiaba contacto físico con él. Y eso no era normal, pero nuevamente no fue capaz de percatarse de eso.

Luego su pequeño, ya no era pequeño ya era todo un hombre de 18 años, sus rasgos masculinos se afinaron, su cuerpo se volvió voluptuoso debido al ejercicio que realizaba, su armario también cambió, ya no usaba ropa de niño, ahora tenía ropa que se amoldaba perfectamente a su cuerpo haciendo realzar su figura, sus pantalones se adherian tan bien a sus piernas que a Taehyung le encantaba verlo con ellos, tenía una pequeña obscecion con las piernas del azabache, pero habían cosas que aún no habían cambiado y era su tersa piel blanquecina, su deslumbrante sonrisa de conejo que le facinaba y aquella mirada penetrante de sus ojos café oscuro que lo intimidaba.

Todo era tranquilo hasta que en un momento todo tomó un giro inesperado, el ahora joven descubrió sus verdaderas preferencias sexuales, le gustaban los hombres, y pues eso a Taehyung no le sorprendió nada, pues eso explicaba por que el humano nunca había tenido novia, el azabache conversó con su padre y tan sorpresivamente el señor simplemente lo tomó como algo normal y no hubo más líos por eso.

Hasta el momento que Jungkook entró a la universidad, ya estaba en su cuarto año con tan solo 20 años, cuando se dio cuenta que la gente era realmente mala y que no le importaba hacerle daño a los demás con tal de sentirse superiores para llenar un poco el vacío en su inexistente corazón.

En esos momentos fue que el ángel se sintió más impotente, al no poder ayudar de otra manera a su humano y solo quedarse ahí observando su sufrimiento.

Quería que todo fuera como antes, que Jungkook pudiera verlo y que con su sola presencia lo hiciera sentir mejor, poderlo calmar con sus caricias hasta que cayera profundamente dormido entre sus brazos en sus noches de insomnio y no se quedó tranquilo hasta que lo logró.

Durante varios meses pidió por medio de cartas al consejo de ángeles que le otorgaran el permiso para poder abandonar la dimensión divina y traspasar a la dimensión de lo material en forma humana durante un tiempo indefinido, para ayudar a su humano ya no sólo de la manera espiritual en la que le era permitido.

Luego de tanta insistencia el consejo le concedió el permiso, aunque no le quedó muy claro en ese momento el motivo por el cual lo hicieron, en este momento lo entendía perfectamente.

"Taehyung, el consejo ha decidido otorgarte el permiso para que realices las acciones que nos has planteado, puesto que según tú esa es la mejor solución para arreglar las cosas, pero aún más importante es que se nos ha revelado que en tu destino está que debes trasladarte en estos momentos al otro lado, igual que en el momento que se reveló que debías ser tú quien se encargara de cuidar a ese humano en específico.
Haz todo con cuidado y siempre bajo nuestro reglamento, sabemos como eres Taehyung por favor no te metas en problemas. Suerte.

Secretario del consejo: Kim Seokjin
Por orden del director: Kim Namjoon"

El día que él recibió esa carta, fue sin duda uno de los más felices de su vida.

Y de verdad su destino sí era a este lado, junto a su pequeño.

Logró cumplir su objetivo, y más allá de lo que imaginó.

Se quedó viendo el rostro de su pequeño, y observó como éste empezaba a abrir sus ojitos.

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No sé porqué pero este es uno de los capítulos que más me gusta :3

Galletalien
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El Angel Guardián VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora