Cap. 30

94 14 23
                                    

Después de 6 meses todo parecía un sueño, todos aquellos buenos momentos de su vida que había pasado al lado de Taehyung ahora solo se encontraban en su memoria, todo lo material había desaparecido, a excepción de aquella pulsera negra con una perla blanca que se negaba a quitarse, incluso se duchaba con ella, pues tenía miedo de que desapareciera de igual manera que las demás cosas, y eso era lo único que respaldaba sus ideas de que todo aquello que vivió, pasó en realidad y que era más que un sueño, porque incluso hasta su padre parecía haberse olvidado de Taehyung.

El sentimiento de soledad arremetió contra él unos meses después de haber perdido toda la comunicación, lo sentía en su pecho cruzando su alma como vientos arremolinados de un huracán que arrancaba todo sentimiento de esperanza dentro de él, además de las finas gotas que parecían dagas que se estrellaban en las paredes de su corazón incrustadose hasta crear orificios que terminaban por romperlo, pero así era como se sentía roto, roto...

Había encontrado un nuevo lugar favorito para caminar, donde podía observar la inmensidad de aquel cielo azul, donde podía ir a hundirse en su tristeza sin miedo a que nadie lo viera en aquel estado tan deplorable, a diferencia del parque que antes frecuentaba éste era un camino de tierra, no habían casas, solo praderas llenas de flores a ambos lados, con cercas de madera, parecían hechos a la ligera solo para impedir el paso de algún animal que quisiera arruinar la belleza de los jardines, no sabía a que lugar se dirigiría si continuaba hasta llegar al fin de ese camino, pero eso no era algo que le importara, pues aquel lugar de daba un poco de tranquilidad.

Cruzó una cerca y caminó en medio de las flores inhalando su olor, rozando con la yema de los dedos los pétalos de unas flores moradas que le agradaban mucho, recordando aquella frase tan famosa que dice "Cuando te gusta una flor la arrancas, pero cuando la amas la cuidas y riegas diario"

En ese momento sintió que Taehyung lo había arrancado porque cada día se sentía más marchito, ¿será que todo fue un engaño y Taehyung nunca lo amó en serio? Pero todas aquellas palabras y más importantes aún, todas las veces que le demostró con acciones cuanto lo amaba le decían que sí, que sí lo había amado, pero ¿porqué no lo había ido a buscar? Podía estar molesto porque no le avisó de su mudanza pero hasta el momento creía que una simple molestia jamás sería más fuerte que el amor que se tenían, entonces ¿porqué lo había abandonado durante esos seis largos meses??!!
Miró al cielo y suspiró con lágrimas en los ojos tratando de no deshacerse en un llanto implacable como había sucedido casi siempre durante los últimos meses, como así también preguntándose lo mismo a diario, ya sin saber que pensar.

Ya se estaba resignando, algo le decía que debía dejar a Taehyung en el pasado, como probablemente lo había dejado a él, que rehiciera su vida y que siguiera adelante porque él podía solo.

Pero tampoco podía engañarse a sí mismo, claro que era muy capaz de hacer todas esas cosas, pero su corazón le pedía a gritos la compañía de aquel ser que tanto amaba y tantos estragos había causado en su vida.


🍪👽

Algo sorprendente pasó en la universidad, Jungkook no podía dormir debido a los recuerdos de ese día, no podía creerlo simplemente era algo irreal...

Se encontraba patrullando como normalmente lo hacía, era su responsabilidad después de todo y él era una persona que odiaba no hacer lo que le correspondía.

Sigilosamente se adentró al área de Ciencias Políticas y Sociales, donde últimamente sentía una tensión muy sospechosa y se propuso descubrir que diablos pasaba allí.

Se dirigió con pasos lentos y precavidos hasta el único sitio en el que no habían cámaras de seguridad, y donde supuso él que todo pasaba, los baños correspondientes al campo de juegos.

El Angel Guardián VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora