No hay lugar como el hogar.

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Se había cumplido casi 1 semana desde que The Seoul Times publicó aquella noticia sobre la nueva producción musical de Jessica Jung, al igual que se había cumplido 1 semana desde que Taeyeon trataba de mantenerse lejos de todos los medios de comunicación, es decir, no sabía ni siquiera que día ni hora eran con
exactitud lo único que sabía era que debía ir en busca de un nuevo empleo, no podía pasarse la vida encerrada ya que no era bueno para su salud –física y mental –y principalmente porque aquel departamento donde vivía, no se pagaba solo.

"No nos llame nosotros la llamaremos"

Esa era la frase más común a la cual los oídos de la rubia se habían
acostumbrado con los años. Conseguir un buen trabajo en Seúl no era fácil en lo absoluto.

Taeyeon caminaba fatigada por la tumultuosa y estrecha calle de Apgujeong Rodeo Street, conocida por ser una de las arteria principales de Seúl, pero conocida por Taeyeon, como la maldita calle donde peleaba como un perro por un puesto en
alguna firma de abogados.

Estudiar leyes nunca había sido el sueño de la rubia, es más, habían pasado 7 años y aún se preguntaba por qué estudió leyes en lugar de seguir sus sueños. En realidad, sí sabía el motivo principal por el cual eligió leyes por encima de sus sueños de estrellato, pero admitir que fue el miedo y el rencor lo que la hizo correr de la Escuela de S.M. (el lugar donde se formaban la mayoría de los mejores artistas de Corea) hacia la Escuela de leyes de la Universidad nacional de Seúl, no era algo que la hiciera sentirse muy orgullosa.

El sol estaba en su máxima expresión al igual que el malhumor de Taeyeon. No había conseguido desenvolverse bien en las entrevistas de los diversos bufetes, era muy poco probable que alguno de esos estirados abogados la invitaran siquiera a ser su secretaria.

Frustrada, cansada y principalmente derrotada caminaba Taeyeon intentando salir de Apgujeong Rodeo Street. Sin darse cuenta se encontraba en la avenida Daehak-ro (la avenida broadway de Seúl), mirando de manera panorámica la majestuosidad de aquel lugar que, lamentablemente, era también el sueño truncado de la rubia.

Taeyeon se llevó las manos a la cara para secarse las gotas de sudor que yacían en su frente para luego elevar su mirada.
"Última función Rent: No day but today"
La rubia miró con atención y perplejidad aquel panel gigante en uno de los teatros de la gran avenida.
¿Por qué parecía que el fantasma de Jessica Jung no quisiera dejarla en paz? La rubia tragó saliva con dificultad al ver en gigantescas dimensiones a Jessica Jung y a Im Yoona sosteniendo una vela, imitando la clásica imagen de la pareja
protagónica del musical.

Aquellos ojos onice parecían haberse clavado en ese panel, la rubia desvió su mirada de Jessica hacía otra de sus ex – novias y compañeras de secundaria "Se dejó crecer el cabello y ahora trabaja acá".

-Appa ¿me compras una paleta? -La voz de una niña pequeña calaba en los oídos de una Taeyeon aún con la mirada fija en aquel panel de Rent –Appa, quiero una paleta por favor –Pataleaba la pequeña.

–En un momento Seo, hay que esperar a tía Jessica.

En ese momento los cinco sentidos de la rubia se agudizaron y sin pensarlo giró para corroborar de quién se trataba esa voz. Efectivamente, era Im Yoona junto a su hija Seohyun. Taeyeon no sabía exactamente qué hacer, saludar no era una opción, tal vez correr era lo mejor, aunque no se sentía capaz de hacer alguna de esas dos acciones ya que sus piernas parecían haberse estancado en el suelo de concreto por la sorpresa.
Taeyeon seguía sudando en frío sin decidir qué hacer y, sin notarlo,unos
pequeños y curiosos ojos marrones se habían posado sobre ella. La rubia se
cruzó con aquellos ojos que la miraban sin parpadear, se sintió un poco incómoda con esos ojos entrecerrados, pero era inevitable sentirse así ya que aquella niña
había sacado los mismos penetrantes ojos de una de sus madres.

La mujer de ojos onice sonrió ante ese pensamiento al mismo tiempo que hacía sonreír a la pequeña pelinegra.

Ambas se miraron por unos minutos en los cuales la incomodidad de la rubia se desvaneció totalmente. Minutos en los cuales Taeyeon recordó las innumerables veces en las cuales ella le había cambiado los pañales sucios a Seo, las veces en
las que ella tuvo que cuidar de Seo mientras Yuri presentaba sus últimos exámenes de la escuela.

-Seo, ahí viene tía Jessica– Decía Yoona cubriendo el auricular de su celular.

Taeyeon dejó los recuerdos al escuchar esa voz y la persona mencionada, inmediatamente se giró dándole la espalda a Seo quién empezó a patalear para
llamar la atención de la rubia. Taeyeon giró nuevamente para hacerle una seña de silencio a la niña en vano, la niña gritó para tratar de atraer ahora la atención de su papá quien seguía al teléfono. Taeyeon se desesperó al ver a los lejos una silueta a la cual ella conocía a la perfección.
"Me he escondido por 7 años, hoy no será la excepción" Decía Taeyeon tomando su currículum y cubriéndose el rostro para proseguir a correr en dirección de un grupo de gente que intentaba cruzar la calle.

-Al fin llegaste Jessica necesitaba que alguien me echara una mano con Seo – Decía Yoona aún con el teléfono en el oído mientras le entregaba la mano de Seo a Jessica.

–Appa, appa, appa hazme caso –Gritaba Seo.

-¿Qué es lo que pasa preciosa? –Preguntó Jessica arrodillándose a la altura de Seo.

–Vi a tía Tae, estaba ahí –Seo señaló el lugar donde vio a la rubia.

El rostro de Jessica mostraba una gran consternación, hacía muchos años que no pensaba y mucho menos escuchaba el nombre de Taeyeon mucho menos podía creer que estuviera viviendo en Seúl después de los sucesos ocurridos 7 años atrás. Y mucho más insólito aún se le hacía pensar que Taeyeon pudo haberse
escapado de tantos investigadores privados que la diva contrató en el pasado y no había podido esconderse de una pequeña de 8 años.

-¿A Taeyeon? –Preguntó Jessica mirando fijamente a la pequeña
pelinegra.

–Si, a tía Tae, estaba ahí, quise ir pero appa no me hacía caso –Jessica miró con fastidio a su compañera de reparto que seguía concentrado en su llamada telefónica.

–Eso no creo que sea posible, dudo mucho que tía Tae esté por estos lugares –Decía la diva tratando de convencerse –Te has de haber equivocado, además eras muy pequeña cuando ella dejó de
visitarte.

–Sí, tal vez me haya confundido –Aceptó Seo después de tratar de buscar con la mirada a aquella rubia de hermosa sonrisa -¿Me compras mi paleta? –Preguntó la pequeña con entusiasmo.


–Por supuesto –Jessica aceptó con una sonrisa dejando de lado el tema de Taeyeon.

***

La rubia respiraba con dificultad después de haber caminado con rapidez entre la gente tratándose de mezclar en el tumulto. Taeyeon abordó un taxi que tomó la ruta de Daehak-ro, al pasar por segunda vez por aquel teatro se dio el lujo de visualizar nuevamente aquel panel gigante donde posaban Jessica y Yoona.

-Jessica ni siquiera luce como Mimi –Dijo Taeyeon con los brazos cruzados.

–Pero sí que canta mejor que cualquier otra— Comentó el anciano
taxista.

–Limítese a manejar –Soltó cortantemente la rubia.

***

Había una gran diferencia entre Jessica y Taeyeon, la primera supo desde los 5 años que quería pasar su vida brillando en Seúl, la segunda, por el contrario se preguntaba a diario por qué había elegido Seúl en lugar de un lugar más tranquilo, más alejado de los malos recuerdos. Nuevamente recordó que sí sabía por qué había elegido Seúl en primera instancia, pero no sabía porque continuaba viviendo ahí a pesar de todas las malas experiencias que le había tocado vivir en aquella ciudad.

"Costumbre" decían los padres de la rubia, "Rutina" decían sus amigos pero Taeyeon estaba casi segura que era puro masoquismo.




                    ¡Holaaaaa!
Aquí les dejo el primer capítulo, espero que les guste. 

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