Confianza

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Si Tiffany pensó por un momento que nada podía ser mejor que tener a Taeyeon diciéndole "Te amo", definitivamente había estado equivocada. Escuchar a Taeyeon diciendo "Te amo" y llamándose a sí misma "su novia"; eso sí que era la perfección consolidada en un solo acto.

Eso, sin contar lo que fue pasar su primera noche de amor con su nueva y oficialmente novia

El sueño de Tiffany había terminado con la aparición de los primeros rayos del sol, aquellos incómodos rayos que aparecían desde muy tempranas horas y que cortaban el placentero dormirse de la bailarina.

Tiffany abrió los ojos, desorientada y tratando de acostumbrarse a la luz del nuevo día. Habiéndo recobrado totalmente la conciencia, la pelirroja se percató del par de manos que reposaban sobre su desnudo abdomen al igual que el lento y pacífico respirar que chocaba agradablemente contra la piel de su nuca.

Los eventos de la noche anterior aparecieron en la mente de Tiffany, dibujando una soñadora sonrisa en sus labios conforme se revivían. Recordó desde el instante en el que irrumpieron en la habitación después de haber visitado la playa por última vez en la noche. Recordó la manera en la que Taeyeon se había encontrado extrañamente tímida en un primer momento y como aquella timidez se perdió en el piso de la habitación junto con sus prendas.

Tiffany posó su palma derecha sobre las manos de Taeyeon para luego suspirar audiblemente al caer en la cuenta de que ya no tenía necesidad de aprisionar a la rubia entre sus brazos para evitar que escapara en cada amanecer.
Ahora los fastidiosos rayos de sol eran los únicos capaces de despertar forzosamente a Tiffany. Ya no lo era más la preocupación de amanecer sola.

Aunque no siquiera los rayos del sol podían ser considerados fastidiosos, ya que lo único que hacía era despertar a Tiffany de un paraíso ficticio para llevarla a uno real, a uno que la abrazaba por la espalda con una fuerza sobrenatural para su pequeño tamaño. Un paraíso que rozaba la punta de su perfecta nariz contra la piel de su cuello.

"Fany..." —Susurró la aún adormilada Taeyeon.

Este era un paraíso que era capaz de decir su nombre entre sueños.

Tiffany sonrió nuevamente al escuchar su nombre en la voz de que amaba.

—Aún es temprano, sigue durmiendo —Susurró la pelirroja, acomodándose para hundir su rostro en el cuello de la rubia.

—Tú duerme también —Contestó Taeyeon perezosamente abrazando con más fuerza a la bailarina —Sabes que no me iré —Aseguró la rubia cayendo nuevamente en los brazos de Morfeo.

—Lo sé —Dijo Tiffany usando la última afirmación de Taeyeon para convencerse de que el paraíso terrenal existía.

***

—Eres un inepto, ¿Te lo he dicho antes?

Los sentidos de Tiffany se activaron repentinamente al oír el tono de frustración en la voz de su novia.
Por un momento y aún estando desorientada pensó que aquello se lo decía a ella y sintió miedo de haber vivido en sus sueños durante los últimos días.

Pero no. Taeyeon ni siquiera estaba en la cama y su voz amarga provenía del baño.

—¿Estás seguro de que no hay nada que hacer?

Tiffany trataba de controlar sus respiraciones con tal de hacer el menor ruido posible y poder entender con quién y de que hablaba Taeyeon.

—Hablaré con Tiffany y luego te llamo.

Lo último que la pelirroja escuchó fue un pesado suspiro antes de ver a la rubia emerger del baño, con unos pantalones sueltos, un tank top blanco y su cabello alborotado. Esa imagen de Taeyeon dejo sin aliento a Tiffany, quién por un momento olvidó que algo malo había de haber sucedido en ese baño para tener a su novia con esa expresión de fastidió.
Pero aún, con toda y esa expresión, Tiffany veía a Taeyeon como una diosa del Olimpo que había caído por error en el baño de su habitación.

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