Ser una exitosa productora musical en la trajinada ciudad de Seúl no era algo fácil de llevar, mucho menos lo era ser la cabeza de una de las más prósperas disqueras de Corea del Sur; en esencia, trabajar en el mundo de la música no era nada sencillo.
Cátedra de eso era lo que podía dar la afamada Choi Sooyoung, que con sus 27 años podía sentirse totalmente complacida de lo conseguido en el aspecto laboral y obviamente en lo personal ya que su matrimonio con Jessica Jung pasaba por su mejor época.
Llegar a donde estaba le había requerido un sin fin de sacrificios –muchos por los cuales no se sentía nada orgullosa –pero principalmente había necesitado talento para escalar tanto en el negocio.
Su sueño inicial había sido ser la estrella del show pero con el pasar de los años entendió que lo que realmente deseaba era ser la jefa, la mandamás, la big boss del show, deseaba ser ella la que decidiera que era lo que se hacía o dejaba de hacer, la que decidía quien valía o quien no.
Podía sonar crudo, pero con su aparente insensibilidad había conseguido llegar tan lejos. Con 27 años, Sooyoung había perdido la cuenta de las veces en las que había hecho llorar a más de un centenar de personas diciéndoles que no tenían talento, futuro o posibilidades de ser alguien en el negocio de la música y el teatro; sin embargo esta crudeza al hablar le había dado la suficiente experiencia para reconocer en un instante a una persona con un fuerte potencial de estrellato.
Esa capacidad fue la que en un primer momento causó que dejara de prestarle atención al gran magnate y dueño de la cadena de Karaokes "Sparks" para enfocar sus 5 sentidos a un par de voces que hacían resonar el pequeño escenario del Karaoke – Bar ubicado en el centro del concurrido Seúl; pero pasados los segundos una de aquellas voces empezaba a extrañarle no solo por lo prodigiosa que era sino por los recuerdos de su adolescencia y juventud que empezaban a aflorar en su cabeza, cabe resaltar que no eran muy agradables recuerdos.
Esa voz suave, pero profunda, era de aquellas voces que nunca se podían olvidar. Una sonrisa incrédula se dibujó en Sooyoung al reconocer que aquella voz le pertenecía a Kim Taeyeon. Sin tratar de sonar maleducada o desesperada, se despidió sorpresivamente de Dae-Hyun, el dueño del establecimiento y salió con prisa de la oficina ubicada en la parte superior del lugar con la finalidad de llegar al escenario y encontrarla.
Su incredulidad creció al ver que efectivamente se trataba de Taeyeon, habían pasado muchos años desde la última vez en la que supo algo de la rubia.
***
Taeyeon creía en el karma de una manera terrorífica, el tiempo le había enseñado que todo lo malo que se hacía siempre regresaba; pero encontrarse de aquella manera a Choi Sooyoung solamente le hacía preguntarse "¿Tantas cosas malas estoy pagando?"
―¿Qué te trae por este lugar? ―Preguntó Sooyoung mientras Taeyeon miraba a todos lados esperando que todo fuera una mala broma ―¿Te encuentras bien? ― Preguntó al ver que la rubia palidecía, esta asintió con rapidez soltando un fuerte respiro.
–Vine con unos amigos ―respondió la rubia contestando la primera pregunta —¿Tú... tú que haces aquí? ―Preguntó ella por condescendencia.
―Bueno, estaba terminando de cerrar un contrato con el dueño de este lugar, ahora soy la nueva propietaria de los karaokes Sparks ―Anunció una presumida Sooyoung ―Serán el regalo para Jessica por nuestro aniversario.
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Sobreviviendo
Short StoryHan pasado 7 años desde que Taeyeon terminó la secundaria, 7 años desde que Taeyeon y Jessica empezaron una linda relación que terminó afectándola emocionalmente. ¿Podrá Taeyeon superar el pasado?¿Podrá encontrar al fin la felicidad que tanto merece...