Un paso adelante, un paso atrás.

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Un irritante e inacabable timbre de reloj despertador sonaba con fuerza en el departamento N.165 del edificio Buffay ubicado en la calle Grand Street de Seúl. Efectivamente, aquel departamento le pertenecía a Taeyeon, quien a pesar del insoportable ruido de su despertador, despertaba con una gran sonrisa en los labios ya que, aquel molesto ruido a las 5:30 de la mañana, indicaba "hora de trabajar", una hora que desde hacía un par de meses la rubia no podía conseguir programar en su despertador.

En esencia, ir a trabajar ponía de buen humor a Taeyeon; lo que mirándose en retrospectiva era un enorme cambio en ella, tomando en cuenta lo mucho que, incluso, le costaba despertarse cada mañana en los tiempos de escuela.

Despertar para trabajar, hacía que Taeyeon soportara a ese horrible despertador que compró en una tienda de liquidación."Lo primero que haré cuando me paguen, será comprar un nuevo despertador" La rubia miró con odio hacia aquel inerte aparato para luego apagarlo con un puño.  

Tal vez, ni siquiera la idea de trabajar podía hacer que alguien soportara por un largo tiempo aquel sonidito punzante.

***


—Buenos días Licenciada Kim —Saludó la recepcionista principal de Morrison y Asociados al ver llegar a una imponente Taeyeon.  

"Licenciada Kim" Escuchar ese apelativo hacía que la rubia se irguiera con orgullo. Sentirse respetada siempre fue la mejor medicina para todos sus males. 

Excepto para uno.

—Buenos días abogada Kim —Este saludo provenía de un ejecutivo que se cruzaba con Taeyeon en el elevador.

La rubia caminaba más altiva que nunca antes. Por fin reconocían su grandeza.

—Buenos días Señorita Kim —Un grotesco tipo con uniforme de conserje dijo en un susurro al ver llegar a Taeyeon al piso de oficina.  

Taeyeon solamente rodó sus ojos con asco al ver como aquel tipo la desvestía con la mirada. Inmediatamente la rubia hizo una nota mental: Buscar una falda más larga. Aunque después de unos pasos volvió a sonreír, ya que notó que aún metida en un serio traje de sastre se seguía viendo increíblemente sexy.  

—Buenos días Jefa —Esa voz le pertenecía a Siwon, el secretario de la rubia.


"Choi Siwon" Taeyeon no podía pensar en el nombre de su asistente de la cabeza sin sentir que un ligero escalofrío recorría su médula. Ese apellido, ese apellido significaba tanto en el pasado de la rubia, un pasado que estaba tan cerca y a la vez tan lejos de ella.  


—Buenos días Siwon —Respondió la rubia sin mirar al tipo en su escritorio.


—Buenos días Taeyeon — Esa despreocupada voz le podía pertenecer solamente a Tiffany, quien aparecía desprevenidamente en la recepción en las afueras de la
oficina de Taeyeon. 

El nombre de la rubia tenía un gran significado histórico, lo que le hacía sentirse la mayor parte del tiempo especial, pero escuchar su nombre en su lugar de trabajo, le hacía sentir que no era respetada como debía de ser. Y más aún cuando eso venía de aquella pelirroja quien, a pesar de ser el primer caso de la rubia, seguía sin agradarle del todo.

—Si no es mucha molestia, prefiero Licenciada Kim — Aclaró Taeyeon a una sonriente Tiffany quien levantó la mano para saludar también a Siwon —¿Qué se te ofrece tan temprano? —Preguntó la rubia mirando su reloj de pulsera.  

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