-¿Estás escuchando música? -Preguntó de repente el Capitán, reprochandose mentalmente por haber hecho una pregunta tan estúpida y obvia.
-Mmm sii... -Respondió Nat, mordiendose el labio intentando no reir.
-Ven Steve vayamos al living... -Soltó Nat tomando su mano para arrastrarlo hasta el sofa e invitarlo a sentarse.
-Ponte comodo iré por algo de tomar.
-¿Necesitas ayuda?
-Oh no... No... Puedo arreglarmelas sola. -Le dijo giñandole un ojo para regresar su andar hasta la cocina. No sin antes apagar la música e ir por algunos DVDs que había conseguido... Seguramente a Steve le encantaría hacer algo un poco retro.
Natasha pasó junto a las piernas de Rogers, rozando un poco sus rodillas para llamar su atención ya que el rubio evitaba a toda costa mirarla por más de 10 segundos seguidos... Aunque cuándo él creía que ella estaba distraída podía sentir su mirada profunda estudiar a detalle su cuerpo, escaneandola con la mirada azul tan perfecta que poseía. Aquello se le hacía muy tierno.
Natasha se perdió en la cocina en busca del vino y las copas que había dejado listas en la encimera de la cocina. Pero necesitaba el sacacorchos. Estaba segura de haberlo guardado en el cajón de los cubiertos junto a la estufa... Pero parecía ser que no... Buscó en los otros cajones y nada.
-Maldito Clint... ¿Dónde lo escondiste ahora?... -Se dijo a sí misma recordando la última que que lo había utilizado.
Clint de había estado burlando de su estatura... Y de lo chistoso que se veía en combate... De como era posible que siendo tan menuda y pequeña pudiese ser tan letal e irritante.
-¿Dónde diablos lo habrás metido? -Susurró cruzandose de brazos y estudiando cada rincón de la cocina, intentado adivinar en dónde lo habría dejado.
Por un segundo pensó en llamarle y preguntarle, pero eso solo provocaría que se siguiera mofando de ella... Orgulloso de su triunfal broma a la viuda negra.
Natasha recordó las cajas de especias y tés que guardaba en una de las alacenas. Para su desgracia, en lo alto y profundo de la jodida cocina.
-Maldita sea.
Natasha abrió las puertas de la alacena pero no logró alcanzar ni ver nada... Por lo que decidió arrastrar un banco de madera para usarlo de escalera... Seguramente Steve ya estaría desesperado de estar solo, esperandola. Debía apresurarse.
Mientras tanto en el living... A Steve le llamó la atención un pequeño rechinido proveniente de la cocina por lo que decidió ir a ayudar a Nat a traer las cosas... E igual y no quería verse mal y dejarle todo el trabajo.
Natasha analizó la mejor forma de subir, llevandose el cabello tras de sus orejas decidida. Colocó uno de sus pies desnudos en un peldaño que poseía el banco para apoyarse en el y montar una de sus rodillas en la base y de ahí estirar su otro pie para poder pararse en el asiento... Sencillo.
Una vez que tuvo la rodilla derecha en éste se sostuvo de la barra del lababajillas para luego apoyar la planta de su otro pie sobre el banco... Una maniobra limpia y rápida... Estaba encorvada a punto de pararse en dos pies sobre el asiento cuándo sintió un jalón que le hizo perder el equilibrio, haciendo que el banquito se tambaleara un poco.
-Diablos... -Soltó con sorpresa.
Las manos cálidas de Steve la habían jalado por las caderas para bajarla de ahí. Llevándola cargada como princesa hasta la encimera en donde la depositó con cuidado... Rogers se veía un poco enojado.
-¿Qué intentabas hacer?... -Preguntó molestó.
-Sólo buscaba el sacacorchos... -Dijo despreocupada, levantando ambos hombros.