-Debe ser una broma... -Steve caminó hasta Nat, quien había comenzado a tallar sus brazos y dar pequeños y sigilosos brinquitos en su lugar.
-Mataré a quien se le haya ocurrido la grandiosa idea. -Nat intentó disimular su voz temblorosa debido al frío, sus plantas de los pies comenzaban a quemarle más de lo que creía poder aguantar, aquél estúpido congelador no parecía tener salida.
-Me quitaré esto... -Rogers se dejó caer sentado en una de las cajas congeladas de tocino de Tony para quitarse la camisa y los zapatos estilo pantuflas para dárselas a Nat y así pudiese protegerse un poco del frío, quedando ahora con los pies y torso desnudo.
-No, Steve. Puedo aguantar un poco más, seguramente los chicos ya deben estar buscándonos. -Nat se negó a recibir las cosas del Cap, disfrutando muy para sus adentros el poder verlo sin camisa... Por segunda vez...
-¿Al menos los zapatos?... -Steve insistió, recibiendo una especie de rabieta como respuesta que lo hizo reír.
-Que terco... -Nat tomó los zapatos para ponerselos y espero a que él se colocara la camisa de vuelta. Le habían quedado enormes, pero le servirían para resistir el frío.
-No más que tú... -Rogers le respondió ganándose una sonrisa ladina un tanto coqueta de parte de la rusa.
-¿Puedes derribar la puerta? -Nat sonrió con discreción para después caminar hasta la entrada y revisar el tipo de material al que se enfrentaban.
-Puedo intentarlo... -Steve se puso de pie y se encogió de hombros sintiendo que su espalda aún latía por los golpes que Nat le había dado con el tubo y a la vez podía sentir el frío quemar sus pies.
-¿Seguro? -Nat arrugó el ceño un poco preocupada, pero bueno estábamos hablando del fuerte y súper dotado Capitán América.
-Claro, hazte a un lado... -El rubio notó que la intensidad de las luz había disminuido, tornádose un poco más oscuro, aún así fue hasta la puerta a revisar los bordes soldados con unos enormes tornillos.
-Quiza es una mala idea... -Nat hizo un mueca mientras veía al anciano tomar vuelo para embestir la puerta.
-Uno, dos, tres... -El Cap contó para dejar ir todo su peso contra el metal, para después repetir y estrellarse de nuevo una y otra vez... Pero está ni siquiera había conseguido una sola abolladura.
-¿Hey, Steve, Estás bien? -Nat corrió hasta su ex compañero quien con una mueca de sorpresa se había quedado estático frente a la puerta mientras que con una mano se apretaba el hombro derecho.
-No es nada... -Gruñó enfadado de no haber conseguido hacerle un solo rasguño.
-Vaya sorpresa, el súper soldado de América dejó de ser súper... -De nuevo esa voz se hizo presente, ahora en tono burlón e instigador.
-¿Quién demonios eres? -Nat habló furiosa a la nada mientras apoyaba su mano sobre el hombro de Steve para revisar que estuviese bien, sus muecas le indicaron que no.
-Soy un viejo amigo del pasado, es una pena que no me recuerden. -La voz les dijo en tono triste para después soltar una fuerte carcajada que hizo a ambos vengadores fruncir el entre cejo extrañados.
-Déjate de juegos y di quien eres. -Esta vez Rogers apartó la mano de la pelirroja para alejarse de ella y poder pensar con claridad.
-¿Saben? Deberían decirle a su estúpido amigo Stark que deje de estar presumiendo los tesoros que esconde bajo las paredes de concreto del complejo... -La voz rio de nuevo.
-Aqui no hay nada... -Natasha miró el rostro ahora pálido de su compañero parpadear como si tratara de recordar algo.
-Bueno, eso lo sé ahora, malditos vengadores, me han hecho perder mi valioso tiempo y el de mis hombres... Ahora ustedes pagaran por ello. -La voz comenzó a reír con locura de nuevo, haciendo que ambos se preguntaran de quien diablos se trataba.
