Steve pagó y regresó al apartamento con la caja de pizza en la mano, colocándola sobre la mesita de centro. Esperó sentado en el sofá por su linda pelirroja que no estaba por todo el lugar, pero no tardo mucho en aparecer por el pasillo que conducía a su habitación, se había arreglado un poco la ropa, su cabello ahora iba agarrado en un moño alto con unos cuantos mechones rebeldes que caían alrededor y al parecer su delicioso labial estaba de regreso... Steve no sabía si era su imaginación o que, pero al instante que apareció en el living una dulce y embriagante fragancia inundó sus fosas nasales... Era su olor... su aroma...
-Muero de hambre... -Soltó al entrar sobre la alfombra del living.
-Yo también... -Dijo, acomodándose sobre su lugar... Sin quitarle la mirada de encima... estudiando cada uno de sus movimientos con su mirada azul... Iniciando un viaje que comenzó sobre sus delicados pies y subió por sus tobillos, pantorrillas, piernas, caderas... hasta llegar a sus senos...
-¿Te parece si comemos? -Dijo Nat, no sin antes carraspear su garganta para llamar su atención y que éste la mirara al rostro totalmente apenado, por lo que inevitablemente estaba haciendo.
-Lo siento.... Si... si... comamos... -Soltó nerviosos intentando sonreír y relajarse.
-¿Steve quieres comer y ver la película o la vemos después de comer?... -Preguntó incrédula, levantando levemente ambas cejas.
-Después de comer... está bien para mi...
-De acuerdo... -Soltó con una sonrisa cálida.
Natasha caminó hasta el sofá sentándose a la izquierda del rubio, apoyando su espalda en el brazo del sofá y subiendo sus piernas para cruzarlas como indio, rozando un poco la pierna de Rogers a su lado.
Steve evitó mirarla tanto y se dispuso a estirar los brazos para abrir la caja de pizza y con una servilleta pasarle un pedazo a Nat y tomar otro para él. La rusa le dió la primera mordida soltando un gemido de placer que hizo reír a Steve.
-Esta deliciosa... Ahora sabes mi secreto Steve... -Dijo divertida.
-¿Cuál secreto? -Preguntó curioso.
-Si me quieres tener contenta... Sólo basta un pizza con extra queso para mi solita... Un botella de vino... cerveza quizá... -Soltó riéndose, mientras llevaba otro bocado de pizza a su boca.
-Bueno... Entonces nunca faltarán las noches de pizza a tu lado... -Dijo bajando el rostro apenado.
-¿Me pasas mi copa? -Soltó de repente...
Rogers en seguida le ofreció su copa de vino, observando la delicadeza y elegancia con la que se la llevaba a la boca, inclinándola un poco, mojando levemente sus labios carnosos con aquel líquido rojo. El rubio pudo apreciar la desnudes de su piel sobre su cuello estirarse con libertad. La vista era tan erótica que deseó tanto que una gota de vino abandonara sus labios y escurriera sobre la piel blanca de su cuello... Sin pensarlo, aquello lo hizo removerse incómodo en su asiento, sin embargo no fue motivo suficiente para despegar la mirada de ella...
Natasha cerró sus ojos para degustar de su trago, echando un poco su cabeza hacia atrás para sentir el líquido caliente recorrer su garganta... El vino era exquisito... Le dió un sorbo más para después abrir sus ojos y encontrarse con la mirada penetrante color mar de Steve observándola como un tonto enamorado.