-¿Tú también entraste en la apuesta, Rogers? ¿Por eso tú urgencia por sacarme de aquí? -Le gritó una furiosa Natasha después de que Steve la hubiese apartado del bullicio para explicarle todo...
Mientras Clint ayudaba al pobre chico que terminó desmayado sobre el piso del salón.
-No, Nat. Déjame explicarte... No estás comprendiendo. -Se aterró el Cap al ver la evidente molestia de la rusa.
-Es muy claro, Rogers. ¿Qué quieres que entienda? ¿Qué eres igual de pervertido que todos los hombres que intentaron manosearme hoy?... -Le dijo haciéndose la ofendida, dando varios pasos hacía atrás para alejarse de él.
-No... Nat... Natty. Jamás me pasó por la mente algo parecido. Yo sólo quería protegerte y...
-Acostarte conmigo y quedarte con el dinero... -Completó su frase, mirándolo con unos ojos mentirosos y acuosos.
-Nat... Dios... Déjame hablar. -Le dijo desesperado. Su cara de aflicción y ansiedad le provocó a Nat una ternura enorme, pero debia seguir su papel.
-¿Sabes qué? Estoy harta de que todo el tiempo me vean como un objeto sexual, no soy más que una cara bonita para todos ustedes...
-Nat... No digas eso. -Intentó detenerla, pero no lo dejó hablar.
-Pero está bien... Si eso quieren eso tendrán... Iré ahi dentro y me acostaré con todos los hombres que vea, a ver si así me dejan tranquila de una maldita vez... -Le dijo en un tono de voz quebrada, dejando escapar un par de lágrimas fingidas para luego intentar salir de ahí, pero el Cap la detuvo... Sosteniéndola de la cintura para no dejarla cometer una locura.
-Demonios ¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre, Nat? No te dejaré ir a ningún lado. -La regañó severamente mientras la sostenía fuerte entre sus brazos al sentir su cuerpo moverse inquieto para zafarse.
-No estoy loca, estoy harta... ¡Sueltame ya! -Se quejó la espía, metiendo sus brazos entre sus cuerpos para quitárselo de encima.
-Basta ya, Nat. Y sabes que no es así, eres más que una cara bonita. Eres una chica dulce, valiente y de gran corazón. Ningún hombre en todo este lugar merece tu atención. Además quien haya ofrecido 2,000 dolares por pasar una noche contigo, debe estar completamente demente... Vales mucho más que eso... Ni todo el dinero del mundo alcanzaría para pagar un sólo minuto a tu lado... -Le explicó Rogers para tratar de tranquilizarla mientras acariciaba su mejilla y limpiaba sus lágrimas con su pulgare.
-Eres un mentiroso... -Chilló Nat con la frente arrugada, bajando el rostro para no mirar sus ojos afligidos.
-Sabes que yo nunca miento, Natty. Te lo juro... Eres una chica extraordinaria y no dejaré que ningún idiota venga aquí e intente pasarse de listo... -Tomó su mentón con su mano para hacer que lo mirase, encontrándose con esa mirada tierna y brillosa que tanto había extrañado.
-Steve se honesto conmigo... ¿Si no fuésemos amigos, habrías aceptado entrar a esa apuesta? -Le preguntó la rubia, mostrando la cara más triste que tenía.
-¿Qué? Claro que no, Nat. Y siempre soy honesto. -La miró confundido fruncir el ceño.
-Eso significa... Que para ti no soy una chica linda. ¿Te parezco fea, Steve? -Le preguntó nuevamente con la voz apagada, intentado apartarse del cuerpo del soldado, pero el no dudó en estrecharla más fuerte entre sus brazos para no dejarla ir con esas ideas en su cabeza.
-Nat... Eres la chica más linda y atractiva que conozco. Y dije no... Porque jamás podría aprovecharme de una mujer de esa forma y mucho menos utilizarla por unos cuantos dolares. -Le explicó, apartando varios mechones lacios que caían sobre su mejilla para llevarlos detrás de su oreja.