-Steve, creo que ya fue suficiente... Déjame bajar. -Natasha comenzó a moverse muy inquieta en su asiento, tratando de zafar sus manos del nudo que Rogers había hecho al rededor de sus muñecas con su camisa.
Aún le costaba creer que el idiota de Rogers hubiese tenido las intenciones de quitarle la blusa de algodón de su pijama y que además ahora fuese conduciendo desnudo, de cintura para arriba, durante la noche y a mitad de aquella lluvia fría que sólo indicaba que todo empeoraría.
-Tienes frío... -Rogers la miró divertido con el rabillo del ojo, ignorando todo lo que le había venido reprochando desde que habían salido de la torre mientras estiraba su mano para encender la calefacción del auto.
-No tengo frío... Sólo quiero que detengas el maldito auto. -Gruñó enfadada, mientras jalaba sus manos y maldecía entre dientes.
-¿Y dejarte como un gatito bajo la lluvia? Imposible, Nat. Además, déjame decirte que puedes mentir todo lo que quieras, pero tu cuerpo no me engaña... -Rogers giró la cabeza para cruzar su mirada con la furiosa de ella para después parpadear y llevar sus ojos divertidos hasta sus pechos, causando que ella lo imitara en seguida y bajara sus ojos también hasta sus senos, comprendiendo finalmente de lo que Rogers hablaba... Los botones de sus penzones sobresalían descaradamente bajo la tela de su prenda.
-Deja de verme así, idiota, harás que choquemos... Concéntrate en la carretera... -Hubiese sido una gran mentira decir que aquella mirada que le dedicó Steve no le produjo un extraño cosquilleo en el estómago, la situación comenzaba a salir de su control y eso no podía sucederle... No a ella...
-Dime que era eso tan importante que quería que hablaramos... -Rogers sonrió de oreja a oreja y la miró de reojo, la estaba incomodando, no podía creer que estubiese funcionando.
-Nada... -La pelirroja pasó saliva mientras pensaba que decir para ya quitárselo de encima... Todo comenzaba a verse demasiado sospechoso.
-Ya Steve, sueltame, prometo no vengarme de ti... -Natasha suavizó sus ojos y lo miró con el ceño arrugado mientras él reía sin poder creer que ella estubiese suplicando.
-Ya casi llegamos... Mira, ahí esta mi edificio... -El Cap apuntó la construcción con su dedo mientras aparcaba el auto en la entrada y apagaba las luces, quedándose ambos en silenció mientras los parabrisas del auto iban y venían de un lado a otro, limpiando las gotas de lluvia que no habían parado de caer.
-No bajaré contigo a ningún lado, Rogers. Me quedaré aqui en el auto... -Natasha se dejo caer rendida sobre su asiento, mientras veía a Steve apagar todo y abandonar su lado de auto, rodeando el cofre de éste para llegar hasta su puerta y abrirla.
-Claro que bajarás... -Le respondió Steve mientras Nat giraba su cabeza, encontrándose con el perfecto abdomen del rubio encurrir bajo la lluvia.
Sin esperar ningún otro comentario, berrinche o golpe por parte de Natasha, Steve se agachó para meter sus manos dentro del auto y quitar el cinturon de seguridad de Nat y de un sólo jalón hacerla salir bajo la lluvia, cerrando la puerta y colocando la alarma cuando ambos estuvieron frente a frente bajo la lluvia.
-Deja de comportarte como una niña, Natasha... -Gruñó Steve al sentir sus golpes caer nuevamente sobre su torso, haciéndolo reír, sabía que estaba conteniendo su fuerza...
-Bueno, tú deja de comportarte como uno. -Fue su respuesta antes de ser levantada como costal de papas sobre su hombro para entrar de una vez por todas al edificio.
-Esto es estúpido, muy estúpido... -Iba bromeando la rusa por todas las escaleras, mientras observaba de cabeza las gotas de lluvia escurrir por toda las curvas de la espalda bronceada de Steve hasta perderse en la cintura de sus vaqueros húmedos, sintiéndo también sus piernas escurrir mientras él la apretaba bien de sus muslos para sostenerla.