Pov Lauren.
— ¿no nos podemos quedar todo el día aquí? — pregunto Camila haciendo un puchero, nos encontrábamos acostadas en la cama, cobijadas, comiendo palomitas y gaseosa mientras mirábamos una película.
— es lo que mas quisiera pero tengo que ir a la empresa — dije lamentandome — voy a estar yendo un vez por mes — dije bostezando.
— ya ni modo — dijo Camila un poco molesta.
— awww no te me pongas así mi amor, yo se que no puedes vivir un minuto sin mi — dijo abrazándola, mira el lado bueno — te traeré un poco de helado de chocolate —
— de verd...¡ay! ¿lo sentiste? — me pregunto Camila asombrada.
— no ¿qué? — pregunte soltándola.
— pateo — dijo feliz.
— no — dije asombrada.
— si, vuelve a decir lo que me vas a traer — me dijo con una sonrisa.
— ¿helado de chocolate? — pregunte confundida.
— ay, pateo otra vez, sientelo — dijo feliz.
— ¿mi bebé quiere helado de chocolate? — pregunte posando mis manos en su vientre, lo sentí, se movió — es...es impresionante — dije con los ojos cristalinos.
— creo que seremos dos chocolates contra una vainilla — dijo Camila riendo.
— no le hagas caso a mami, tú aun no sabes lo delicioso que es la vainilla, cuando estés con nosotros lo probaras y veras que la vainilla es mejor que el chocolate — susurré en su vientre, lo sentí otra vez.
— ya no sé si es el chocolate o tu voz — me dijo con una sonrisa.
— hola bebé, soy mamá — dije y pateo, no puedo explicar lo que sentía al sentirlo patear por mi voz — te amo bebé — pateo.