Pov Lauren.
Me encontraba en mi oficina, mi pierna derecha temblaba un poco de ansiedad, desde que conocí a Camila he querido hacer esto, pero no lo hacia por ella, hasta ahora.
— presidenta, el señor Cabello ya esta aquí — me dijo mi secretaria por teléfono.
— muchas gracias Yomaira, dile que pase — dije terminando la llamada, me volví en mi silla para quedar de espalda a la puerta, siempre he querido hacer esto como en la películas.
— buenos días señorita Jauregui, es un honor estar ante usted — dijo extremadamente amable (en mi país se les llama "cepillo").
Junte mis manos y las puse en mi barbilla, me gire lentamente en mi silla para quedar de frente a él.
— tome asiento señor Cabello — dije poniendo mis manos en la mesa. Él se ajusto la corbata de manera nerviosa y se sentó en una de las dos sillas.
— ¿en qué puedo ayudarla presidenta? — pregunto él con una sonrisa.
— el motivo por el cual usted esta ante mi presencia es simplemente porque he decidió prescindir de sus servicios — dije entregándole la carta de despido que tenia cerca de mi mano derecha — puede pasar por derechos humanos donde le entregaran el dinero que se merece por haber estado tanto tiempo en mi empresa — dije secamente.
— perdón ¿qué? — pregunto confundido y un poco enojada, por todo lo precioso de esta vida que él no me joda, porque aunque no quiera es mi suegro.
— así como lo escucha, por favor retirese — dije calmadamente.
— ¡me esta jodiendo! — dijo enojado, el que jode es él — ustedes los ricos piensan que pueden hacer los que les da la regalada gana sin merecer un castigo, pero le digo algo, esto no se quedara así, la demandare por despido injustificado — dijo muy, pero muy enojado.
— puede hacer lo que quiera — dije con una sonrisa mientras le entregaba un documento que se encontraba en cerca de mi mano izquierda — pero presentare esto ante el juez — dije tranquilamente.