La noche fue callendo y un príncipe tenia en sus brazos a un príncipe, muy pequeño y hermoso, Vegeta lo miraba con algo de desprecio y enojo, odiaba a los bebés.
Bulma: Vegeta... Escucho esa hermosa voz, susurrar su nombre en un tono bajo.
Vegeta: Bulma. Dijo rápido acercándose a la peliazul de buena gana.
Bulma: Trunsk, mi Trunsk. Sonrió melancólica.
Vegeta: Creí que morirías. El príncipe la miraba con anheló.
Bulma: Hierba mala nunca muere. Dijo con una sonrisa, que molesto al príncipe.
Vegeta: Siempre seras una mujer vulgar.
Bulma: Dejame ver a mi principito. Los ojos de Vegeta brillaron con enojó. Bulma tomo a Trunsk en sus brazos y el niño, dio una sonrisa, como si supiera a pesar de los días que habían pasado que Bulma era su madre. -Se parece mucho a ti. Sonrió y Vegeta miro al niño por el rabillo del ojo.
Vegeta: Yo solo veo tus genes en el, pero si tu lo dices... Ahora Dejame ir a alimentarlo y trata tu de descansar.
Bulma:Nooo. No te vallas mi príncipe. Vegeta sonrió un poco y la abrazo aun con el bebé en brazo.
Vegeta: Vuelvo en seguida. Susurro en voz baja.
Los días pasaban rápido y una familia disfrutaba en paz andar por el pueblo.
Bulma: Bebé no llores. Dijo una peliazul mirando a sus brazos s un hermoso bebé cargado.
Vegeta: Calla a ese mocoso. Bulma lo miro furiosa y voltio su rostro.
Bulma: Eres un grosero.
El día fue pasando en ese mismo animo hasta que llego la noche.Vegeta:Esperó que no despierte. Dijo molesto.
Bulma: Yo también, aunque en estos días se a portado muy bien en las noches.
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Casada con el demonio.
CasualeBulma es una princesa deseada por todos, de pronto llega el momento de entregarse en casamiento y decidió casarse con aquel nombré extraño, al que nadie conocía, en su estadía en el palacio de este cruel hombre, descubrió que este no era un mal ser...