Capítulo 32

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"Aún no despertaba por completo cuando sentí como acariciaban mi brazo y subían la manga de la pijama para deslizar sus dedos en mi hombro y moverlos en círculos, después bajaron por mi espalda y metieron la mano por debajo de la tela para acariciar mi cintura mientras sentía como pegaba su cuerpo al mío. Abrí los ojos al sentir que su mano bajaba más allá de la cintura y volteé para encararla”

Calle: Poché, ¿qué rayos haces aquí? – exclamé atemorizada levantándome de la cama.
Poché: Comprobando si eres capaz de cumplir con tu promesa – respondió en tono seria acostándose de lado y poniendo su cabeza sobre su mano cerrada.
Calle: Estás loca, ¿cómo entras así nada más?, Sebas puede estar en el baño.
Poché: No te preocupes por él, salió a correr hace quince minutos.
Calle: De todas maneras vete, Pau sí está en la casa.
Poché: Esa niña no se despierta antes de las once y apenas son las nueve de la mañana – dijo hincándose en la cama.
Calle: Por favor, Poché, no me hagas las cosas más difíciles.
Poché: Difíciles?, y yo cómo califico que no tienes voluntad para impedir que él te acaricie? – exclamó acercándose a mí.
Calle: Poché, estaba dormida, perdón si no tengo mucho control bajo ese estado.
Poché: Sentí cuando te despertaste y no me detuviste – me tomó por la cintura y me hizo caer en la cama colocándose encima de mí – no quiero imaginarte entre sus brazos.
Calle: Tonta, yo sabía perfectamente que eras tú, mi cuerpo te reconoce.

“Me sonrió encantadoramente, mientras sus ojos analizaban mi cara y me quitaba un mechón, para luego besarme apasionadamente, mientras su mano doblaba una de mis piernas y acariciaba la pantorrilla debajo del pantalón.

Poché: Buenos días Calle– dijo sonriente en mis labios rozando su nariz con la mía.
Calle: En serio que sí estás loca, ¿te caíste de niña y te golpeaste la cabeza?
Poché: No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer – respondió mientras besaba mi cuello.
Calle: ¿Así que estás loca por una desconocida? – pregunté sonriendo con los ojos cerrados, siguiéndole el juego.
Poché: Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó – respondió lengüeteando el lóbulo de mi oreja mientras se abría paso para que nuestros sexos se rozaran.
Calle: Deberías hacerte una limpiada para librarte del hechizo – dije acariciándola lentamente la espalda.
Poché: No se me había ocurrido, gracias por el consejo.

“Volvió a besarme en los labios mientras mis manos jugaban con su cabello y movía mi pelvis acompasadamente con la suya. Bajó dando pequeños besos a mi cuello, yo jadeé acariciando el suyo.”

Calle: Poché, ya basta – dije con un hilo de voz sintiendo como se elevaba mi temperatura – no podemos continuar con esto y menos aquí.
Poché: Vamos a mi habitación, entonces.
Calle: Por supuesto que no, Sebas no tarda en regresar.
Poché: Tenías que recordármelo – dijo molesta – está bien, por ahora lo dejaremos así.

“Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que ella y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me agarraba, me dio la vuelta y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y después rompí el beso”.

Calle: Poché, por favor, detente – dije seria poniendo mis manos sobre su pecho alejándola.
Poché: Es que no puedo evitarlo, me encantas Calle – dijo mirándome a los ojos – pero, ganas otra vez, ya me debes dos.
Calle: Anoche te cobraste una, ¿ya se te olvidó tu amenaza?, me hiciste entrar en pánico.
Poché: Discúlpame, estaba cegada y fue lo único que se me ocurrió para verte a solas.
Calle: Lo pensaré, claro que si te vas ahora ayudará a aclarar mi mente.
Poché: Chantajista.
Calle: Yo?, la ladrona cree que todos son de su condición.

“Me sonrió y me dio otro pequeño en los labios, me quedé ahí parada para asegurarme que salía de la habitación, cuando lo hizo y cerró la puerta, entré al baño. Me metí a bañar y cuando termine de vestirme Sebas entró a la habitación, me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño. Bajé a la cocina para preparar algo de desayunar y Pau estaba ahí tomando café y hojeando una revista.

Calle: Buenos días, Pau.
Pau: Hola Calle, buenos días – respondió y se levanto para saludarme de beso en la mejilla – justo estaba pensando en ti, estoy viendo un anuncio de la ropa de Vale – agregó enseñándome la revista y la miré unos segundos.

Calle: Por cierto, ahora que lo mencionas, tengo duda de algo que me dijiste el día de la presentación – dije sirviéndome una taza de café.
Pau: Adelante, con confianza.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora