Capítulo 18

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“Eran las cinco de la tarde del lunes cuando me llamó Sebas para decirme que estaba a tres calles de mi oficina para irnos al partido y le dije que lo veía en la entrada del edificio. Apague el ordenador, estaba por tomar mi bolso del cajón cuando sonó mi teléfono y casi me da un paro cardíaco cuando vi de quien se trataba, no podía ser cierto, no, justo hoy, ¿por qué el destino se empeñaba en jugar conmigo?”

Calle: Hola – respondí con el corazón latiendo a toda prisa.
– ¿Estás libre esta noche? – dijo de la forma más endemoniadamente sexy haciéndome dudar.
Calle: No… lo siento, un… compromiso previo – no podía cancelarle a Sebas, debía estar ya afuera esperándome y no tenía ningún pretexto que ponerle, sería exponerme demasiado a que se enterara de la verdad.
– Entiendo – exclamó seria.
Calle: Podría ser mañana? – pregunté con pánico.
– Quizá… buenas tardes.

“Y cuelga sin que yo pudiera decir más, me golpeé en la frente con el móvil, era la primera vez que ella me llamaba y yo no estaba disponible, aunque después vinieron a mi mente las palabras que Kim me había dicho el sábado cuando Mauricio fue al baño, “que no sepa que te tiene en sus manos amiga, date a desear y no siempre estés disponible para ella”, claro que ignoraba que era yo quien la llamaba, así que suspiré mientras caminaba al ascensor, después de todo Kim tenía razón.

“En el trayecto hacía el estadio no hablamos mucho, a Sebas le sonaba frecuentemente el móvil por cuestiones de trabajo y yo iba cruzada de brazos pensando en lo que podría estar haciendo en ese momento en lugar de estar atrapada en ese coche , suspiré y miré por fuera de la ventanilla hacia el cielo.”

“Llegamos al estadio y después de estacionar el auto caminamos a nuestros lugares, era un palco privado y me dio una perspectiva completamente diferente de lo que era asistir a presenciar un partido en vivo. Había una mesa larga con manteles, botellas, sodas, refrescos y una enorme hielera atestada de cervezas, un par de camareros nos llevaron a nuestro lugar, Sebas saludó y me presentó a las personas que ya había ahí. Nos ofrecieron de beber y, aunque no me gustaba mucho, pedí una cerveza Sebas un whisky en las rocas, tomamos nuestros lugares y el partido dio inicio.”

Sebas: Impresionante, ¿verdad? – me dijo él muy orgulloso.
Calle: Sí, la verdad es que sí, ¿quién te consiguió los pases?
– Sebas, que bueno que sí pudiste venir. –
“Se escuchó una voz familiar que me hizo quedarme congelada en el asiento sin voltear.”
Sebas: No podía desaprovechar la oportunidad – respondió mientras se ponía de pie y la abrazaba fraternalmente – mira, te quiero presentar a mi novia, ven amor.

“Levanté la cara lentamente, quizá podía tratarse de un juego de mi mente como la vez anterior, pasé saliva y al girar mi cuello completamente hacia la derecha mis ojos se toparon con su mirada topacio, la desconocida estaba justo ahí, parada al lado de mi novio con su gran sonrisa en el rostro y yo sentí que todo me daba vueltas. Sebas me extendió la mano y gracias a eso pude ponerme de pie torpemente.”

Sebas: Cariño, te presento a María José Garzón conocida como Poché, una de las inversionistas más jóvenes y exitosas del país – su mirada estaba clavada en mí sin inmutarse en lo absoluto – ella es Daniela, hermosa, inteligente y talentosísima mujer del mundo de la publicidad y, lo mejor, es la dueña de mis quincenas – bromeó Sebas mientras me abrazaba sosteniéndome de un hombro y yo me sentía desfallecer.

Poché: Mucho gusto – dijo en tono neutral y me extendió la mano.

“Pero, yo no quería estrecharla, ya conocía los efectos en mí cuando ella me tocaba, aunque esta situación era completamente diferente, pero no quería arriesgarme, ni siquiera podía hablar por el enorme estado de shock en el que me encontraba, sentía mis rodillas temblar y un trasudor recorrer mi cuerpo, si no fuera porque tenía a Sebas sujetado de la cintura ya me hubiera desvanecido. No entendía cómo ella podía estar como si nada, como si en verdad fuera la primera vez que me veía en su vida, deseé tener la misma fortaleza o desfachatez, no sabía cómo calificar su actitud. Tomé un fuerte respiro y apreté con la mano a Sebas, casi enterrándole las uñas.”

Calle: Igualmente –
“Respondí estrechándole la mano, pero la retiré con rapidez.!
Poché: Sin que me lo tomes a mal Sebas, tienes una novia muy linda – ¿cómo decía eso?

Sebas: Oh, yo lo sé, gracias, además es una excelente chica, la única que me aguanta el ritmo de trabajo y casi no se queja, por eso trato de complacerla lo más que se pueda –
“Dijo de lo más amoroso mientras deslizaba un dedo en mi nariz.”
Poché: Sí, se ve que están muy enamorados – exclamó en un tono frío.
Sebas: Te sientes bien Calle? – preguntó Sebas mirándome preocupado.
Calle: Un poco mareada, creo que la cerveza ya se me subió, necesito refrescarme, iré al baño.

“Salí prácticamente corriendo al baño y una vez adentro me recargué en la puerta y me llevé las manos a la cara, ¿por qué me pasaba eso a mí?, ahora sí que el destino me había jugado una broma demasiado macabra, de todas las posibilidades que había de encontrármela, jamás me imaginé que fuera con mi novio y mucho menos que se conocieran, pero, ¿de dónde?, yo conocía a todas las amigas y compañeras de Sebas, tendría que tratarse de alguna clienta.”

“Y lo peor, era no tener la menor idea de lo que pasaba por su mente, aparte de empresaria, ¿sería actriz?, ¿cómo podía tener el rostro sin ninguna expresión?, ¿acaso sabría que me encontraría aquí?, no, por supuesto que no, aunque conociera a Sebas y supiera que tenía novia, no había forma de que supiera que yo era precisamente esa novia, además, no me habría llamado si hubiera sabido que estaría aquí.”

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora