Capítulo 51

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“Me sonrió, deslizando su dedo pulgar por mis labios y luego me besó en tanto su mano bajaba aún más allá de la cintura haciendo que mi pulso se elevara mientras sentía como su cuerpo reaccionaba debajo del mío.

Calle: Poché, por favor, tengo que meterme a bañar – objeté en un susurro.
Poché: Sólo otro beso, ¿sí? – respondió dando la vuelta para quedar sobre mí.
Calle: No quiero llegar tarde – dije mientras sentía como frotaba su sexo con el mío y besaba mi cuello, alterándome más.
Poché: Te prometo que será rápido – musitó en mi oído y luego lo lamió.
Calle: Aún nos queda la noche de hoy – exclamé acariciando su espalda.
Poché: Faltan muchas horas – dijo entrando en mí nuevamente.
Calle: Dijiste que… ah… sólo un beso… – señalé con la voz entre cortada moviéndome a su ritmo constante.
Poché: No puedo evitarlo… tengo hambre de ti… – agregó moviéndose más rápido y besándome frenéticamente en tanto mis uñas recorrían su espalda.
Calle: En serio… ¿no te tomas nada? – pregunté sintiendo aún más la intensidad de sus movimientos dentro de mí.
Poché: No gorda… tú eres mi única droga.

Embistió en mí unas veces más hasta que exploté e instantes después ella  lo hizo también y luego volvió a besarme en los labios.
Poché: Buenos días, gorda – exclamó mirándome y sonriendo.
Calle: Buenos días, amor , ¿ya puedo ir a bañarme?
Poché: Es necesario?
Calle: Sí, ya te dije que debo ir a trabajar.
Poché: Está bien – se acostó a un lado y me levanté de la cama – ¿quieres que te lave la espalda? – añadió en tono sensual.

Calle: Hoy no, tengo que ducharme rápido y sé que contigo sería imposible – respondí entrando al baño y cerrando la puerta sintiéndome feliz como nunca antes.

Había sido el mejor despertar de toda mi vida, me volvía loca que me dijera gorda y más cuando pronunciaba esas dos extraordinarias palabras que me hacían flotar, pero no sólo que las dijera sino que me lo demostrara, Poché me amaba tanto como yo a ella, ayer me lo había dejado muy claro con todas sus actitudes.

Salí del baño envuelta en una toalla y la vi acostada en la cama boca arriba, con sus manos detrás de su cabeza, me sonrió al verme, yo le devolví la sonrisa y abrí el armario para sacar la ropa que me pondría, sentí que me abrazó y me dio un beso en el hombro y luego recargó su cabeza.

–Poché: Qué bonito cantas – exclamó haciendo que me sonrojara.
Calle: Oh dios, que vergüenza que me hayas escuchado.
Poché: cuántas veces he recorrido tu cuerpo desnudo sin ningún pudor y te avergüenzas porque te escuché cantar? – dijo en tono divertida y más me sonrojé.
Calle: Es que no lo hago bien y no me gusta que me escuchen.
Poché: Claro que lo haces bien, te hace falta un poco más de confianza en ti misma.
Calle: Creo que necesitas que te revisen los oídos o bañarte mejor.
Poché: Me encanta tu sentido del humor.
Calle: Ya déjame vestir que no te encantara verme de malas.
Poché: No importa, ya sé lo gratificantes que resultan las reconciliaciones.
Calle: Poché, apenas tengo el tiempo justo para llegar a la hora exacta.
Poché: Está bien – me dio un beso en la cabeza – ¿almorzamos juntas? – añadió soltándome.
Calle: Tengo que ver primero mi agenda, a ver si no tengo otro compromiso – dije divertida mientras me quitaba la toalla para ponerme la ropa interior.
Poché: Está bien licenciada, esperaré su llamada – respondió en tanto abrochaba mi sostén.
Calle: Te quedarás aquí todo el día?
Poché: Si no te molesta sí.
Calle: Por supuesto que no me molesta.

Terminé de vestirme, me peiné rápidamente, me puse los zapatos y tomé mi bolso. Poché se puso la misma ropa del día anterior y me acompañó a tomar un taxi, me dio varios besos en la boca como despedida y casi tuve que empujarla para poder subir al coche, “te amo”, gesticulé dentro del taxi y le mandé un beso con la mano que ella cachó en el aire y se llevó su mano a su boca “yo también te amo” alcancé a leer en sus labios antes de perderla de vista.

Llegué justo a las nueve a la agencia, afortunadamente, Scott no llegaba todavía, así que de inmediato me puse a trabajar y a responder los correos que tenía. Aproximadamente una hora después llegó mi jefe, entró a mi oficina y cerró la puerta, yo comencé a temblar y sentí un trasudor frío recorrer mi cuerpo, se sentó frente a mí con sus manos entrelazadas sobre el escritorio.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora