Capítulo 36

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“Llegamos al supermercado y ella se bajó a abrirme la puerta, me tendió su mano para que me apoyara, no pude negarme a su gesto y cuando salí del coche quedamos muy cerca mirándonos, pero yo desvié la vista y comencé a caminar sin esperar a que cerrara la puerta del coche. Después ella me alcanzó y entramos al lugar. Tomó una canastilla y me guió por uno de los pasillos.”

Calle: Qué venimos a comprar? – pregunté caminando a su lado.
Poché: Todo lo necesario para la cena, ya mañana nos vamos, así que hoy haremos un festín.
Calle: Y cuál será el menú?
Poché: Pasta y ensalada, sin faltar un buen vino.
Calle: Pero, falta el postre.
Poché: Cierto, ese te toca a ti.
Calle: Te gusta el flan napolitano?
Poché: Sabes prepararlo?
Calle: Por supuesto, soy una gran cocinera.
Poché: Eso quiero verlo, habrá flan entonces.

“Le sonreí y caminamos al pasillo a buscar los ingredientes para el flan, incluido el molde porque me dijo que no tenía. Después fuimos al área de frutas y verduras, escogimos una lechuga verde y una morada, pequeños tomates, uvas y finalmente fuimos por la pasta, el queso y el vino.”

– Qué bonita pareja, seguro acaban de casarse, me recuerda a nosotras hace cuarenta años.-

“Escuché que una señora le decía al que debía ser su esposa, ella asintió y le dio un dulce beso en los labios, mi corazón se oprimió y por primera vez en mi vida me visualicé anciana y sólo había una mujer con la que quería llegar a esa edad.”

Poché: Ya está todo, podemos irnos– dijo sacándome del trance – ¿estás bien?
Calle: Sí – apenas pude decir, sin quitar la vista de la pareja que seguía mirándonos.
Poché: Las conoces? – me preguntó mirándolas también y les sonrió.
Calle: No.
“Poché me sonrió, pero de forma muy diferente a como lo hacía normalmente, aunque en ese minuto no supe si era realidad o mi mente me estaba haciendo una jugada, para mi sorpresa me tomó de la mano y me hizo caminar. Pagó todas las cosas y se negó rotundamente a que yo contribuyera con algo. Caminamos al estacionamiento y metió las bolsas en el maletero. Volvió a abrirme la puerta y luego subió ella. Empezó a manejar por una calle inclinada, era un rumbo diferente al que tomamos cuando llegamos, al subir estaba un poco desierto, sólo había casas de un lado y del otro había un pequeño bosque. El coche se movió un poco y se apagó.”

Calle: Qué pasa? – pregunté extrañada.
Poché: No lo sé – trató de encenderlo tres veces y no funcionó.
– Creo que se averió, que lata, me molesta alquilar coches, no sabe una quien los usa ni si les dan mantenimiento.
Calle: Y qué haremos?
Poché: Esperar un poco, quizá sólo necesita enfriarse.
“Me acomodé en el asiento y eché mi cabeza atrás en el respaldo. Ella hizo lo mismo, pero me di cuenta que jugaba con sus manos. De pronto, se dio la vuelta y me miró sin decir nada, yo me acomodé de lado para verla también, acarició mi rostro y puso un mechón atrás de mi oreja, yo sostuve su mano, entonces, se acercó y me besó despacio, sin intentar algo más, yo le respondí de la misma manera, pero bajé su mano con la mía y la puse sobre uno de mis senos, ella comenzó a acariciarlo lentamente, mi mano buscó los botones de su blusa y empecé a desabrocharla y a acariciar la piel que iba quedando al descubierto. Ella se separó y echo su asiento hasta atrás, con sus ojos miel me invitó a que me sentara sobre ella y eso hice.

“Volvimos a besarnos mientras ella metía sus manos debajo de mi suéter y acariciaba mi piel. Besé su cuello y su torso, desabroché el cinturón y el pantalón, me separé y me quité el suéter, ella se acercó y besó la parte superior de mis senos que salía del sostén en tanto yo acariciaba su miembro , ella me desabrochó el pantalón y me acarició por encima de las medias, jadeé al sentir sus caricias.

Poché: Calle, no debiste ponerte pantalón – se quejó con la voz entrecortada.
Calle: No tenía planeado hacer esto y menos aquí.

“Me sonrió y entonces, yo me senté en el asiento del copiloto y me quite el pantalón y la ropa interior mientras ella bajaba el suyo hasta las rodillas después de sacar un condón del bolsillo.”

Calle: Acaso eres dueña de esa empresa? – pregunté al tiempo que se lo colocaba.
Poché: No, pero me gusta estar prevenida, una nunca sabe en qué momento se darán las cosas – respondió mientras me atraía a su cuerpo.

“Me senté sobre ella con las piernas a los lados y entró en mí, empecé a moverme lentamente, con mis manos sobre el respaldo del asiento, ella movía las suyas de mis muslos a mis nalgas. Nuestros rostros estaban pegados por la nariz, nos mirábamos, jadeábamos en sincronía, a la par que nuestros cuerpos se fundían en uno. Aceleré los movimientos, ella me sostenía por las caderas, nos besamos apasionadamente en tanto los movimientos se volvían más frenéticos, buscando un solo objetivo. Rompí el beso y puse mi boca en su cuello moviéndome aún más rápido y segundos después sentí como mi cuerpo se estremecía al llegar al éxtasis total al mismo tiempo que ella.”

“Me quedé así unos minutos, mientras nuestras respiraciones recobraban su curso normal, la besé nuevamente y luego de un lapso me separé, al pasarme al otro asiento no sé cómo, creo que con el codo hice sonar la bocina del auto. Ella soltó una risa divertida y yo también. Me puse la ropa mientras ella se acomodaba la suya. Encendió el auto que respondió a la primera y la miré sorprendida, arqueando una ceja.”

Poché: Está bien, me pillaste y me confieso culpable, jamás falló el auto – aceptó con una sonrisa en los labios.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora