Eres Mi Tentación🤤🔥| TERMINADA

Capítulo 53

Volvió a desarmarme por completo, no pude expresar palabra alguna, estaba por demás emocionada y a la vez avergonzada por haber pensando durante un segundo que me engañaba y sólo buscaba burlarse de mí, no cabía duda que los celos nublaban la razón y jamás los había sentido con tanta fuerza, ni siquiera con Pau.

Poché: Aunque, para serte sincera, me da gusto que esto haya pasado – exclamó y me di la vuelta para mirarla – porque tus celos me demuestran cuanto me quieres.
Calle: Y todavía te atreves a dudarlo?
Poché: No, pero me encanta confirmarlo – enfatizó y me dio otro beso.

Calle: De verdad no ibas a dejar que te besara?

Poché: Por supuesto que no, te lo juro Calle, entiendo tu desconfianza, pero si de algo debes estar segura es que jamás te engañaría, no tengo ninguna necesidad de hacerlo, ya vamos a comer, anda.

Me recorrió la silla para que me sentara y después ella se sentó frente a mí. Ambas pedimos ensalada y mientras nos las llevaban, Poché me acariciaba una mano, entonces me sentí más tranquila, pero aún así le conté lo que Scott me había dicho de ella y volvió a reiterarme que no tenía por qué preocuparme, que no me negaba que sí había sido así, pero que ya había cambiado.

Poché: Amor, ya ni siquiera tengo el móvil al que me llamabas.
Calle: Cómo que no lo tienes? – pregunté sorprendida.
Poché: Ese número era exclusivo para esas citas, pero ya lo tiré porque no tengo ninguna intención de seguir involucrado en eso.
Calle: En serio?

Poché: Sí, encontré algo mucho mejor y sin buscarlo, llegaste tú y ahora todo es diferente – agregó y me dio un beso en la mano – anota el número de mi Iphone – añadió y me lo dictó, pero no borré el otro, quería asegurarme que me decía la verdad.

Me sentí feliz, como nunca antes, al enterarme que ya no estaba en esa sociedad o lo que fuera. Me acompañó a la oficina y le di mi llave del departamento, nos dimos un beso y entré al edificio. Arreglé todo lo necesario para la junta que tendríamos con el Sr. Jackson a las 3:30. Scott se fue a las siete y me dijo que ya me podía ir yo también, así que apagué la computadora, tomé mi bolso y salí de la oficina. Poché me estaba esperando afuera del edificio, me recibió con un beso y nos marchamos.
Cuando llegamos al departamento me lleve una grata sorpresa, la mesa estaba puesta para dos personas y en el centro había un hermoso arreglo de alcatraces, la miré boquiabierta y la abracé efusivamente luego de darle un beso.

Calle: Poché, ¿cómo sabías que los alcatraces son mis flores preferidas?
Poché: Sé más cosas de ti de las que te imaginas – respondió guiñándome un ojo.
Calle: Ah sí?, ¿y cómo puede ser eso?
Poché: Es un secreto, siéntate que la cena ya está lista.
Calle: Te ayudo en algo?
Poché: No gorda, tú vienes de trabajar, debes estar cansada, aunque espero que no tanto para el postre – dijo en tono sensual.

Me sirvió una copa de vino y fue a la cocina, regresó con una cacerola con pescado y en la otra mano una bandeja con ensalada, me sirvió en un plato el pescado y en el otro la ensalada y después se sirvió ella, puso algo de música y se sentó frente a mí. Cenamos tranquilamente y me comentó que Valentina la había llamado para confirmar mi asistencia a su boda y ella le aseguró que por ningún motivo faltaría.

Poché: Por cierto, gorda, ¿puedes Pedir permiso para faltar ese viernes?, por favor, me gustaría llegar al ensayo, ¿sabes?, soy la madrina.
Calle: En serio?, no tenía idea, voy a hablar con Scott, si no se puede, llego el sábado yo sola y así no te pierdes el ensayo.
Poché: De ninguna manera, tienes que llegar conmigo.
Calle: Cierto, que soy tu “novia” – exclamé en tono gracioso – no se vería bien si llego sola.
Poché: Exacto, daría la impresión que estamos disgustadas.
Calle: Poché… hablando en serio… ¿por qué le dijiste a esa chica que soy tu novia?
Poché: No lo eres?
Calle: Lo soy?
Poché: No quieres serlo?
Calle: Lo quieres tú?
Poché: Vas a seguir respondiéndome con preguntas?
Calle: Vas a seguir evadiéndolas?
Poché: Vas a continuar evadiéndolas tú?
Calle: Poché, en serio, esto no es ningún juego – dije un tanto seria.
Poché: Para mí tampoco lo es Calle – dio un suspiro – sé que no te lo he preguntado formalmente, pero así te considero.