Capítulo 57

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Sus manos acariciaron mi cuerpo mientras su boca luchaba por abrirse paso en la mía, quería resistirme, pero el lugar era tan estrecho que nuestros cuerpos estaban muy juntos y la verdad es que la necesitaba con urgencia, a pesar de que a veces jugábamos por la webcam no se comparaba a tenerla en vivo, a sentir su aliento, percibir su delicioso olor, sus manos acariciándome y el sabor de sus besos que me habían excitado desde que pasó por mí al departamento, así que dejé de luchar y le correspondí el beso desenfrenadamente mientras nuestras manos presurosas desabrocharon los pantalones de ambas que bajamos hasta los tobillos.

Pegó aún más su cuerpo sin entrar todavía en mí en tanto seguíamos besándonos con desesperación, yo estaba lista para recibirla, así que ella separó sólo lo suficiente mi pierna para entrar en mí, finalmente, me mordió el labio inferior, mientras se movía rápidamente dentro y fuera de mi cuerpo, yo me aferré a su espalda y eché mi cabeza hacia atrás que topó con la pared, ella me mordisqueó el cuello siguiendo con sus movimientos veloces hasta que ambas alcanzamos el clímax y nos besamos para acallar los gemidos.

Yo tenía los ojos cerrados y nos separamos sólo lo mínimo, ella seguía estando dentro de mí y sus labios rozaban los míos, después abrí los ojos y la miré fijamente al igual que ella a mí.
Poché: Ya me perdonas?, por favor – dijo con un hilo de voz.
Calle: No abuses de mi vulnerabilidad en este momento.
Poché: Sé que soy una estúpida, idiota todo lo que creas y no merezco tu perdón, la única defensa que tengo es este amor que cada día crece más y me supera, por eso dije eso, sin pensar.
Calle: ¡Dios!, Poché, en verdad quiero estar enojada contigo, muy enojada, incluso quisiera odiarte en este instante, pero no puedo, ejerces demasiado poder en mí, estoy completamente enamorada de ti y abusas porque lo sabes.
Poché: Jamás he querido abusar de ti, entonces, ¿sí me perdonas?
Calle: La verdad no lo sé, no será fácil olvidar lo que me dijiste.
Poché: Haré que lo olvides, lo juro por nuestro amor.
Calle: Si no te amara tanto juro que no hubiera subido a este avión por nada del mundo.
Poché: Sabes que yo te amo tanto como tú a mí, eso jamás lo olvides.

Calle: Tú tampoco Poché, porque el amor puede acabarse en cualquier momento, yo lo sé muy bien y no me gustaría que esto acabará mal.

Poché: Entonces, ¿sí me perdonas? – insistió en tono más suplicante.

Calle: Depende como te portes, salgamos ya, ¿sí?, no quiero que alguien nos descubra.

Me dio un beso presionando fuerte mis labios y salió de mí, nos subimos rápidamente los pantalones y salimos de ahí, tratando que nadie se diera cuenta que lo hacíamos en el mismo baño, tomamos de nuevo nuestros asientos y me abrazó, después se separó un poco y sacó una hoja de su pantalón.

Poché: Casi se me olvidaba, toma, repasa esto porque vas a ayudarme a darles una sorpresa a Valentina y su prometido – dijo entregándomela y la empecé a leer.
Calle: Es una canción? – pregunté con pánico ante la idea de la sorpresa.
Poché: Sí, la cantaremos en el ensayo de la boda.
Calle: Oh no Poché, no habrá manera de que me hagas cantar frente a tu familia.
Poché: Oh sí lo harás Calle, no quiero adelantar mi discurso de mañana de la recepción oficial, así que hoy cantaremos.
Calle: No, de ninguna manera.
Poché: Ni por qué te lo pido yo? – dijo rozando mi nariz con la suya.
Calle: Te lo mereces? – repliqué tratando de no caer en su encanto.
Poché: Tal vez no, pero entonces, hazlo por Valentina, no se lo espera y le encantará.
Calle: Me da vergüenza cantar en público – finalmente acepté.
Poché: Pero, lo haces muy bien, en serio, además, yo no soy una cantante profesional tampoco – señaló acariciando mi mejilla con las yemas de sus dedos.
Calle: Pero, estoy segura que cantas mejor que yo.
Poché: Claro que no, anda gorda, por favor.

Calle: Pero, Poché, sólo he cantado en la ducha.
Poché: Y te repito que no lo haces mal – me dio un suave beso en los labios – piensa que es un regalo para mi hermana pequeña, anda di que sí.
Calle: Lo voy a pensar, ¿vale?
Poché: Está bien, por ahora me conformo con eso.

Terminé de leer la canción y era realmente hermosa, todo lo que decía yo lo sentía por Poché, a pesar de sus arranques de celos, entonces, me entró la curiosidad por conocer la historia de amor de Valentina y su prometido.

Calle: Poché, está canción es preciosa.
Poché: Yo la escribí – dijo muy orgullosa.
Calle: En serio? – pregunté más que sorprendida.
Poché: Sí, ahora que estuve en Europa, en mis ratos de soledad.
Calle: Y por cierto, ¿cómo fue que se conocieron Valentina y Nico?

Poché: Por Luisa, es su hermana, ella y Alejo estuvieron juntos en la preparatoria y se hicieron novios, pasó con nosotros una Navidad y Nico la acompañó, la chispa surgió a primera vista, esa semana no se separaron ni un momento Valentina y él, pero eran muy jóvenes los dos, después se dejaron de ver un tiempo y cuando volvieron a reunirse se hicieron novios, luego ella se fue a Paris y él la esperó, en cuanto regresó le pidió matrimonio y de inmediato empezaron con los preparativos, ¿te acuerdas que cuando nos conocimos te dije que no estaba disponible el fin de semana?

Calle: Por supuesto que lo recuerdo – respondí mientras me ruborizaba, me habían pasado mil rollos por la cabeza por su ausencia y aparte había hecho su extraña sugerencia.

Poché: Ese fin de semana fue cuando hicieron formal su compromiso, así que tuve que volar a Seattle para estar presente.

Calle: Yo pensé que… eras casada y tenías que estar con tu familia.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora