Capítulo 24

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Poché: Uf, no hagas eso en mi presencia… me trae muy gratos recuerdos – dijo detrás de mí y casi me atraganto, tomé una copa y bebí.

Calle: Quieres provocarme un infarto, ¿verdad? – exclamé dándome la vuelta para encararla.

Poché: Tú también a mí, no tienes idea de lo sensual que te ves comiendo.

Calle: Estás loca– dije mirando hacia el techo.

Poché: Puede ser, pero, ¿no te fascina? – exclamó guiñándome un ojo.

Vale: Pero, ¿Ustedes se conocen? – dijo de pronto Vale parándose frente a nosotras y no supe qué decirle, entré en pánico al pensar que hubiera escuchado el comentario de Poché, pero pensé que no tendría esa sonrisa en el rostro.–

Poché: Sí, estuvimos juntas un semestre en la universidad – respondió ella muy segura.

Vale: Yo siempre he dicho que el mundo es un pañuelo, jamás me imaginé que fueras amiga de Poché, no te ofendas hermanita, pero tienes unas amistades – dijo dándole palmaditas en el hombro – no lo digo por Pau, ella es aparte, pero te he conocido cada “amiguita” – agregó mirando hacia arriba.

Calle: Bueno, en realidad no somos amigas, no nos habíamos visto desde ese entonces – dije siguiéndole el juego.

Poché: Pero las amistades se pueden retomar, ¿verdad hermanita? – dijo abrazándola cariñosamente – además aquí entre nosotras, si no fuera porque le ayude en matemáticas Calle aún no se graduaría.

Vale: ¿No me digas que ella era la que te regalaba esos deliciosos chocolates?

Poché: La misma – respondió muy segura dándome una mirada de complicidad.

Calle: Sí, es que mi mamá trabajaba ahí y siempre llevaba, pero como a mí no me gustan, prefería dárselos a ella en pago a sus clases, en lugar de…

Poché: Te dije desde un principio que jamás aceptaba dinero de las mujeres, ni siquiera pensaba cobrarte, tú insistías en regalármelos – interrumpió mirándome seriamente.

Vale: Ay sí Poché, como si desconociera la forma en que te cobrabas, fui a la misma clase que tú, ¿recuerdas?, creo que aún sigue ahí tu fama, Por eso ella me caía bien, porque nunca sucumbió ante tus encantos.

Poché: Más bien dirás que te encantaban los chocolates.

Vale: También, pero eso es aparte, definitivo, Calle, tienes que ir a mi boda, no voy a permitir que esta hermana mía vaya con nadie más que no seas tú.

“Yo me quede paralizada y abrí los ojos como platos, no podía expresar palabra alguna, una cosa era seguirle el juego de que nos conocíamos desde antes, con tal de ocultar la verdad que su familia ignoraba y otra muy diferente era llevar la farsa hasta esos extremos, yo no podía ir a esa boda y no creía que ella tampoco lo quisiera, lo más probable es que ya hubiera invitado a alguien para acompañarla.”

Poché: Genial idea hermanita, como me tienes sentenciada, no he invitado a nadie.

Vale: Es que es la boda de tu única hermana y no quiero un escándalo como en la de Alejo – puso su mano en mi brazo –no sabes Calle la vergüenza que nos hizo pasar la chica con la que fue a la boda de mi hermano mayor, se puso a bailar como bailarina exótica a mitad de la fiesta y a quitarse la ropa, obvio los hombres estaban encantados, pero los papás de Luisa, o sea, mi cuñada, casi piden la anulación del matrimonio ahí mismo, mi papá tuvo que hablar con ellos y tranquilizarlos, claro, después de que sacaron a la susodicha, que por cierto, estaba pasadita de copas.

Poché: Que exagerada eres Vale, no fue para tanto.

Vale: ¿Ah, no?, ¿quieres que ahorita vaya por Alejo y Luisa para que se lo confirmen?

Poché: No es necesario hermanita, ese no es el punto.

Vale: Así que comprenderás, Calle, que obvio no voy a dejar que vaya a la mía con cualquiera, es mucho mejor que asista con una vieja amiga, además tú eres una chica linda, responsable y muy decente.

“Yo seguía sin poder hablar, si Vale supiera cómo había conocido en realidad a su hermana y lo que acabamos de hacer hace un par de horas, no me tendría en tan buen concepto y mucho menos me invitaría a su boda, quizá debía decirle la verdad para que se le quitara esa idea de la cabeza. Y lo peor es que Poché me miraba divertida y con una sonrisa triunfante, en definitiva esa mujer disfrutaba con mi sufrimiento, yo le di otro sorbo a mi copa antes de hablar.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora