Capítulo 52

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– Buenos días, Calle – dijo serio.
Calle: Buenos días, Scott, ¿cómo estás? – respondí mirándolo un tanto asustada.
– Bien, gracias, a ti no te lo preguntó porque se te ve – exclamó y yo agaché la mirada – Calle, es necesario que hablemos de lo que vi ayer en esta oficina.

Calle: Lo sé, te pido mil disculpas y acataré la decisión que tomes al respecto sin chistar.
– Tranquila Calle, no voy a despedirte por algo así, sin embargo, sí quiero que te quedé claro que no deja de ser una falta del respeto y si vuelve a repetirse tendré que aplicar el reglamento y levantarte una acta administrativa, en esta ocasión, por ser la primera vez y porque eres una valiosa y dedicada empleada, sólo será de forma verbal.
Calle: Gracias Scott, te juro que no volverá a pasar.
– Por otro lado, sabes bien que no me gusta meterme donde no me llaman, pero como ya te lo he dicho en otras ocasiones, te estimo y me preocupo por ti, por eso me siento en la obligación de decirte lo que pienso.
Calle: Adelante Scott, te escucho.
– Entiendo que estés en toda la libertad de rehacer tu vida, de hecho me da gusto ver que no has caído en depresión por lo de tu ex, pero, quizá deberías estar un tiempo sola, analizar todos los errores de esa relación para evitar repetirlos y… no me lo tomes a mal, no pretendo intrigar, pero Poché Garzón no es una buena partida.
Calle: Por qué lo dices?, ¿la conoces? – pregunté casi con el corazón en la boca, conocía bien a Scott y sabía que cuando decía algo tenía una buena razón para hacerlo.
- Una sobrina de mi esposa salió con ella cuando iban en la universidad, es la típica chica mimada que no toma a las mujeres en serio y menos cuando no son de su nivel social, no sé si ha cambiado o sigue igual, lo único que no quiero es que vuelvan a hacer daño, no me gustaría verte sufrir, sólo te pido que andes con pies de plomo, sin duda es una chica guapa y aduladora, pero comprueba que en verdad quiere algo serio contigo, es lo único que te pido, si me permites el consejo, claro está.
Calle: Te lo agradezco Scott, la verdad, a veces, te veo como un padre y créeme que apreció mucho tus palabras y tus consejos.
– Yo también te veo como una hija, ahora a trabajar, señorita.

“Scott salió de mi oficina y me quedé pensando en lo que me dijo, que francamente no era nada nuevo para mí, si supiera en qué condiciones la conocí, lo cual me hizo darme cuenta que teníamos que inventar algo, eso de que fuimos juntas a la universidad, al menos, mis conocidos no lo creerían.”

“Poché me llamó para ponernos de acuerdo para la hora del almuerzo y le pedí que se adelantara al restaurante porque luego se llenaba y yo no contaba con mucho tiempo. A la una salí y al llegar no pudo ser mayor mi sorpresa cuando vi a una guapa chica vestida de forma provocativa que estaba a punto de besar a Poché que le sonreía como si nada y entonces las palabras de Scott vinieron a mi mente.”

Calle: Buenas tardes – dije seria y molesta, ambas voltearon a verme.
Poché: Gorda, al fin llegas – exclamó tomándome de la mano y me dio un beso en los labios ante la mirada atónita de la tipa que tuvo que moverse hacia atrás – mira, te presento a Aurea, una vieja amiga, Aurea, ella es Calle, mi novia.
– Mucho gusto – dijo con una sonrisa fingida mientras me recorría con una mirada fulminante y yo estaba quizá más sorprendida que ella por la presentación.
Calle: Igualmente – respondí en tono seco.
– Un placer verte Poché– enfatizó mirándola y sonriéndole coquetamente – cuando quieras llámame, sabes dónde encontrarme – agregó dándole un beso en la mejilla.

Yo me quedé trabada, era el colmo de la desfachatez, poco le importo que Poché le dijera que yo era su novia y le coqueteó en mis narices, sentí como me hervía la sangre y di un paso al frente, pero Poché me detuvo parándose frente a mí.

Poché: Calle, no querrás hacer un escándalo en un lugar público.
Calle: Que tipa tan descarada y tú como si nada dejándote que te besara – exclamé furiosa, si no podía desquitar mi coraje con ella, lo haría con Poché.

Poché: Un beso en la mejilla no es besar, Calle – explicó sonriendo.

Calle: Pero, las vi cuando llegué y su intensión no era precisamente dártelo en la mejilla.

Poché: Me encanta cuando te pones celosa – dijo abrazándome y poniendo su frente en la mía – ¿en verdad pensaste que yo iba a permitir que eso sucediera?

Calle: Pues, le sonreías muy animadamente – respondí con menos coraje porque su aliento estaba colándose por mi nariz.
Poché: No es mi estilo portarme grosera y menos con las mujeres, sin embargo, iba a rechazarla sutilmente, claro que lo mejor fue que tú llegaste – aclaró acariciándome la mejilla con el dorso de su mano.

Calle: Pero, te coqueteo descaradamente – repliqué en un tono más tranquilo.

Poché: Y podría haberse desnudado y mi respuesta iba a ser la misma – tomó mi mentón con su mano y me miró directo a los ojos – Calle, hace mucho que dejé de estar con otras mujeres, grábate esto muy bien aquí – puso un dedo en mi cien – y aquí – lo puso en mi pecho a la altura del corazón – la única que me importa eres tú, a la única que quiero es a ti – me dio un beso en los labios – con la única que me interesa compartir mi cama es contigo – susurró en mi oído y me abrazo fuertemente.

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora