Eres Mi Tentación🤤🔥| TERMINADA

Capítulo 34

“Entré al baño, me desmaquillé y me lavé los dientes, todo muy lentamente para hacer tiempo. Aún con la bata de baño puesta abrí la llave de la regadera, gire para quitármela y colgarla y me topé con Poché que alcanzó a taparme la boca para que no gritara. Se llevó el dedo índice de su otra mano a la boca, indicándome que guardara silencio, yo asentí con la cabeza y me soltó.”

Calle: Cómo rayos entraste? – pregunté en un susurro mientras me preguntaba dónde estaría ahora Sebas que Poché pudo escabullirse al baño sin problema alguno.

Poché: Vaya que eres distraída, este baño conecta con las dos habitaciones – respondió y me mostró la puerta que yo no había distinguido – cuando escuché el agua correr me asomé para ver si eras tú y que suerte tuve – agregó soltándome la tira de la bata que se abrió dejando al descubierto parte de mi cuerpo desnudo.

Calle: Ahora sí enloqueciste por completa, Sebas está en la habitación de al lado.

Poché: Y a poco no lo hace más excitante? – susurró mirándome con pasión.

“Yo me quedé paralizada, ella se acercó y me quitó la bata, me recargó en la pared y mi cuerpo se arqueó ante el frío del azulejo, la adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo mientras ella pegaba el suyo al mío y sentí su erección. Me lamió el cuello, luego subió a mi mandíbula y después a mis labios mientras se pegaba más y más a mí. La abracé por la espalda, quise besarla, pero echó la cabeza un poco hacia atrás sonriendo y sólo pude lamerle los labios, así que eso seguí haciendo, primero, el inferior de un lado a otro y luego el de arriba. Sus manos estaban masajeando mis nalgas, yo bajé su bóxer y acaricié su miembro, ella correspondió de la misma manera acariciando mi parte más íntima con dos dedos, nos besamos desesperadamente y luego sustituyó sus dedos por su miembro, pero sin introducirlo, sólo me frotaba suavemente.”

“Se separó para ponerse el condón que tomó del lavabo, me hizo darme la vuelta, tomó mis manos y las puso a los lados del lavabo. Yo la sujete con fuerza, se colocó detrás de mí y se introdujo en mí, me mordí el labio para no gritar y ella comenzó a moverse sujetándome de las caderas, yo trataba de reprimir los gemidos, a pesar de que se escuchaba el agua cayendo. Ella salía y entraba de mí sin cesar, puso dos dedos en mi boca que igual salían y entraban de ella y su otra mano subía y bajaba por mi muslo, apreté los ojos cuando sentí que ella explotaba en mi interior desencadenada que yo la alcanzara segundos después.”

Poché: Estuve esperando todo el día por esto – susurró en mi oído – me trastornas Calle, cada día ansío más estar contigo – agregó y me giro la cara para besarme.

“Cuando desperté, a la mañana siguiente, Sebas no estaba en la cama, supuse que se había ido a correr de nuevo, miré el reloj y casi eran las diez de la mañana, así que me levanté. Después de lavarme los dientes, me ganó la curiosidad y me asomé a la habitación de Poché, pero no estaba, entonces bajé a la cocina. Estaba por abrir la puerta y escuché murmullos.

– Yo también te extraño mucho princesa, te prometo que lo primero que haré mañana cuando regrese será ir a verte – dijo la ya familiar voz masculina y se me hizo un nudo en la garganta. En cuanto Sebas salió de la cocina, Poché me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarla.

Poché: Qué parte no te quedo clara de que no permitieras que te tocara? – recriminó furiosa.
Calle: Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el tiempo.
Poché: Eres mía Calle, sólo mía y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.
Calle: Suéltame que me estás lastimando, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.

Poché: Estás muy equivocada si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides.

Calle: No soy un objeto Poché, puedo tomar mis propias decisiones, no lo olvides tú.

“Se escucharon los pasos fuertes de Sebas y entonces me solté. No supe de dónde saqué fuerzas para decirle eso, lo que había entre Poché y yo no era sólo sexo, al menos no de mi parte, y debía reconocer que por un lado me sentía feliz por los celos de Poché, aunque no sabía si los provocaban un sentimiento afectivo o sólo era su orgullo de mujer herida.
Sebas y Pau entraron a la cocina, ella abrazó de nuevo muy efusiva a Poché y sentí un dolor en el pecho, después me saludó a mí muy entusiasta como siempre, yo le sonreí, pero la tensión se sentía en el aire.”

“Desayunamos ahí, casi en silencio, sólo Pau y Sebas hablaban de vez en cuando. En cuanto terminé, subí a mi habitación a cambiarme, me puse unos vaqueros y un suéter ligero. Sebas subió después y me abrazó por detrás, pero me separé argumentando que no estábamos solos y que no era nuestra casa. Él aceptó sin recriminaciones y empezó a cambiarse de ropa y yo bajé. Escuché las risas de Pau provenientes de la parte trasera de la casa, resoplé y caminé hacia allá, estaba jugando ping pong con Poché, quien se puso seria al verme.”

“Minutos después llegó Sebas y entonces Pau propuso que jugáramos los cuatro. El juego empezó tranquilo, pero de repente, Poché empezó a golpear la pelota demasiado fuerte mandándosela a Sebas que le respondía de la misma manera, Pau y yo nos quitamos al ver lo agresivo que se estaba poniendo el asunto. Poché miraba con rabia a Sebas y se notaba que tenía todas las intenciones de golpearlo con la pelota y si no hubiera sido porque Sebas era muy hábil para regresársela, lo habría conseguido.”