I'm Deaf // Lee Minho

.6.

Sábado.

Doble turno.

Me levanté con las pocas fuerzas que tenía de mi cama y mire el reloj. Tenía dos horas para prepararme e ir a trabajar nuevamente. Todo sea por volver a Japón en unos meses.
Me di una ducha caliente y me apresure en enlistarme para desayunar algo antes de salir, ya que me daba pena desayunar en el café.

En el camino, varios bostezos se escaparon de mi, aún estaba algo cansada y con sueño, anoche, luego de terminar la canción, ayude a Haneul a servir un las mesas y luego me quedé con ella a limpiar el lugar, por lo tanto, volví más tarde a casa.

Pero la vida sigue ¿No?

Cuando estaba a unos pasos de la cafetería, mi móvil vibró, asique lo saque de mi bolsillo para ver si se trataba de un mensaje de mi madre preguntándome como me había ido, pero era un mensaje de Félix preguntándome por una tarea con un meme.

Rei por la foto que él había enviado pero esa risa se terminó cuando choque con alguien en la puerta de la cafetería, no me había percatado de que alguien iba a entrar antes de mi.

-¡Lo siento mucho! - Hice una reverencia. - Perdón, no ví por dónde iba. - Dije y me levanté para ver a la persona que había chocado.

¿El hijo del señor Lee?

-Lo siento, iba distraída, perdón.

El solo me miro, no estaba molesto, o eso quería creer. Tenía las mejillas levemente sonrojadas y los labios entreabiertos. Lo observé unos segundos más pero él no me respondía, quizás si estaba molesto.

- Yo... Yo te invito algo, ¿Si? - El seguía mirándome. - De verás lo siento, no te enfades... - Mire mis zapatos avergonzada.

Cuando subí mi vista, él me sonrió apenado, negó con la cabeza y me abrió la puerta para que pudiera pasar antes que el.
Dude unos segundos, pero el con su brazo me hizo una señal de que pasara. Le hice caso, con la cabeza gacha y las mejillas sonrojadas, cuando ambos entramos, lo miré e hice una reverencia, él sonrió, asique le devolví el gesto.

- Ya tengo que irme. - Señale la cocina detrás mío con mi pulgar y él asintió aún con una sonrisa apenada.

Me metí en los vestidores y me coloque el uniforme, guardando mi ropa en el locker que me correspondía, puse el broche con el pequeño cartel con mi nombre y listo, ya podía comenzar a trabajar.

- Hola señor Yang, ¿Cómo está hoy?

- Muy bien niña, ¿Ya estás lista?

- Claro, ya estoy lista.

- Bien, lleva esto al mostrador, luego ven a ayudarme a preparar pan, una de las bandejas ya casi está lista - Señaló un jarrón con flores primero, y luego un tazón lleno de masa.

- Enseguida.

Tomé el jarrón blanco entre mis manos y lo puse cerca de una de el pequeño horno, había quedado bonito. La puerta se abrió, asique la campanilla dejó escapar su dulce sonido. Mire en esa dirección y pude ver a una pareja tomados de la mano, se veían realmente bien juntos.

Unos segundos después, tomé la libreta para anotar y un lápiz, luego me acerque al hijo del señor Lee.

- ¿Puedo tomar tu orden? - Le sonreí, y en ese momento su padre entró al local.

- Lamento si los hice esperar, no encontraba en donde estacionar asique le dije que entrara para tomar asiento. - Se sacó su abrigo y se sentó.

- No se haga problema, recién comencé a trabajar. - Dije amablemente.