Ya habían pasado dos semanas desde que Minho volvió a su casa y según el, había vuelto a ser el.
Y se podía notar.
Su rostro estaba más iluminado y sus ojos brillaban aún más que antes. Aún que a veces se ríe de si mismo porque sin darse cuenta habla con señas, olvidando que volvió a hablar. Incluso es raro para nosotros también, estábamos acostumbrados a estar en silencio cuando estábamos con el, pero ahora, podemos hablarle y comunicarnos con total libertad.
Ahora mismo nos encontrábamos en su casa mirando la nueva película de los vengadores. Se puede decir que ahora éramos un grupo.
Chan.
Jisung.
Félix.
Yuta.
Sakura.
Y yo, Hatsu.
Se suponía que estaba mirando la película, pero en realidad, no podía dejar de ver de reojo al castaño que tenía a mi lado. Parecía un niño viendo las escenas del film. Se sorprendía por los efectos y los sonidos geniales que acompañaban todo. Supongo que esa es su parte favorita, y lo entiendo después de todo.
- Es muy interesante la película ¿Verdad? - Dijo Félix, quién estaba sentado a mi otro lado, claramente burlándose.
- Cállate. - Le respondí.
- Ya ya, no digo nada. Ahora vuelvo. - Dijo y se puso de pie.
A los segundos, volvió y se sentó a mi lado como antes.
- Oye... ¿Pedimos algo de comer luego? - Le pregunté en el mismo tono de antes, pero no despegue mi vista de la pantalla.
- Me parece bien. - Me sobresalté ante su voz. - ¿Estás bien? - La sonrisa de Chan se hizo presente.
- Crei que Félix había vuelto.
- Así es, pero cambiamos lugares. - Hablo inocentemente.
- ¿Por qué?
- Félix quería estar con Sakura, y yo quería estar contigo.
¿Hatsu?
¿Podrías decirle algo?
¡No te quedes sin decir nada!
- Te sorprendí ¿Cierto? Lo lamento. - Agregó el. - No quería asustarte.
- Está bien, solo me sorprendí.
- En ese caso... - Se estiró y dejó reposar su brazo sobre mis hombros. - Así está mejor. - Dijo y dirigió su vista hacia la pantalla.
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