.48.

6K 730 140
                                    


Dedicado a MadisonBlossom


∆∆∆

-Es una pena que haya lugares como estos cerca de casa. - Dijo el una vez que salimos del restaurante.

- Es cierto, pero podemos venir de vez en cuando, aún así.

- Tienes razón, pero la próxima vez, pediremos mariscos. - Dijo seguro.

- De acuerdo. - Reí.

- ¿Quieres caminar un rato?

- Está bien, siempre y cuando no nos transformemos en cubos de hielo. - Rei y el me siguió.

- Eso no pasará.

Minho tomó mi mano libre, ya que en la otra tenía el peluche, y metió ambas manos en el bolsillo de su abrigo, rápidamente nuestras manos tomaron calor, pero estaba segura de que no era por estar metidas en aquel bolsillo.

- ¿Que harás en navidad? - Le pregunté al ver unos anuncios sobre la fecha festiva.

- Supongo que lo de todos los años, comer con mi familia ¿Y tú?

- Aún no lo sé, quizás una videollamada con mis padres y mi hermano, me quedare leyendo algún manga seguramente.

- Oh... ¿Por qué no vienes a cenar con nosotros? - Habló con un tono notable emocionado.

- ¿Que? No, no voy a invadir de esa manera tu hogar. - Me negué.

- No vas a invadirnos. - Largó unas leves carcajadas. - Siempre eres bienvenida en mi casa y lo sabes.

- No lo sé. - Dudé.

- Voy a decirle a mi madre, y ella no aceptará un no por respuesta.

- P-pero

- Tampoco aceptará un "pero".

Luego de eso, seguimos caminando en silencio hasta un parque, en el cual había varias parejas caminando como nosotros.
Era un bonito lugar, había luces navideñas decorando el paisaje, lo que hacía que se viera más atractivo.

- Ven. - Le dije al ver una cafetería. - Yo invito el café.

Y cómo siempre, tire de su mano para que me siguiera, y así lo hizo.
Al entrar, podía sentirse en cambio drástico de temperatura, lo cual era un alivio. Era un lugar bastante acogedor y familiar.

- ¿Quieres beberlo aquí o volvemos a salir? - Le pregunté para saber que pedir mientras soltaba su mano.

- No lo sé, como tú quieras. - Sonrió.

- Dos cafés para llevar, por favor. - Le dije a la chica que estaba atendiendo.

- Enseguida. - Dijo sonriendo y se fue a preparar las bebidas.

- Creí que querías tomarlo aquí dentro. - Minho habló cerca de mi oído.

- Me gusta caminar en la noche, aunque haga frío afuera, me agrada.

- Ya veo, a mí también me gusta. Aunque... Me gusta más si estoy contigo. - Volvió a acercarse a mi, lo que hizo que mi piel se erizara.

- Aquí están, ¿Algo más? - La chica me había salvado de que Minho viera mis mejillas sonrojadas y estaba agradeciéndole internamente por eso.

- No, gracias. - Le respondí y pagué ambos cafés. - Muchas gracias. - Le sonreí y ella a mí.

- ¡Vuelvan pronto! - Se despidió cuando nos alejamos.

Le entregué el café al castaño que estaba a mi lado y el me agradeció.
Comenzamos a caminar nuevamente, pero esta vez, sin rumbo alguno.

- ¿Crees que caiga nieve pronto? - Le pregunté mientras miraba el cielo, el cual estaba cubierto de nubes.

- Según el pronóstico, va a nevar pronto. - Un tono pensativo se asomó en aquella oración.

- Podremos armar un muñeco de nieve entonces. - El me miró sorprendido. - Claro, si quieres.

- Claro que si, me encanta estar en la nieve. El blanco hace que todo se vea como una tarjeta.

- Es cierto, es muy bonito. - Sonreí al recordar la navidad pasada. Metí una de mis manos en mi bolsillo, ya que el viento se había intensificado y se sentía más frío que antes, mientras que abrazaba con mi brazo al panda.

- ¿Vas a dejar que mi mano se congele? - Lo miré confundida.

El extendió su mano para que yo la tomara, y con algo de duda y timidez lo hice. Entrelazó nuestros dedos y nuevamente metió ambas manos en su bolsillo. Después de eso, bebió de su café y luego me sonrió.

¿Como podía estar tan tranquilo muestras que yo estaba muriéndome por dentro?

Le devolví el gesto como pude y seguí bebiendo mi café como si nada hubiera pasado. Pero eso cambio cuando sentí que su pulgar daba leves caricias en mi mano.

¿Acaso tenía que ser tan dulce?

Habíamos llegado a la entrada de mi edificio, ya se había hecho tarde así que habíamos decidido regresar a nuestros hogares

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habíamos llegado a la entrada de mi edificio, ya se había hecho tarde así que habíamos decidido regresar a nuestros hogares. Pero aunque le insistí en que no era necesario, él se ofreció a acompañarme de todos modos.

- Disfruté mucho el día de hoy, gracias. - Le dije algo timida antes de que se fuera.

- Yo también lo disfruté, espero que se pueda repetir pronto. - Me sonrió tiernamente, y todo lo que pude hacer fue responderle con el mismo gesto y mirar mis pies. - ¡Oye Hatt, está nevando! - Levanté mi vista hacia el y luego mire al cielo. - Parece que la nieve llego antes este año. - Mi corazón comenzó a latir más rápido cuando ví su ternura.

- Es cierto, se verá muy bonito todo de blanco. - Seguí con mi vista en el cielo, viendo cómo pequeños puntos blancos caían sobre nosotros.

Mire a Minho emocionada, adoraba demasiado la nieve, así que no podía evitarlo. Él me sonrió con ternura y a los pocos segundos, tenía sus labios contra los míos.

Me había dado cuenta de que había dejado caer el panda cuando por incercia repose mis manos en su cintura.
Sus manos frías estaban en mis mejillas, pero sus labios estaban cálidos, por lo que apenas sentía el frío.

Al separarnos, sus ojos buscaron los míos y su sonrisa hizo que yo hiciera lo mismo.

- Ya debes entrar, no debes enfermarte. - Me dijo en un susurro.

Pero cuando volvió a sonreír, no resistí. Me acerqué de nuevo a él para  volver a besarlo, y fui correspondida al instante.

Y ahora estaba convencida de que éramos parte del paisaje para una tarjeta de Navidad.




I'm Deaf // Lee Minho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora