I'm Deaf // Lee Minho

.37.

Dedicado a Michiosi

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Así como habíamos dicho aquel día, Minho y yo volvimos a ser amigos. Pues ese fue el término que el utilizó, así que ese es el título que nos representa.

Y el día llegó.

Hoy Minho debía ir al hospital para ser operado mañana por la mañana. Sabía que el estaba nervioso, y es comprensible, debe tener miedo de que algo salga mal o que pase algo malo.
Pero siempre que estoy con el, trato de animarlo lo mejor que puedo.

Mis padres me volvieron a preguntar cuándo iba a regresar, pero todo lo que pude decirles es que había tenido muchos gastos debido a algunos aumentos y que aún no estaba lista para regresar.

No se que voy a hacer cuando llegue ese momento.

¿Estaré feliz?

Claro que sí, extraño mucho a mi familia, pero por otro lado no quiero dejar todo lo que tengo aquí en Corea. Después de estos años, se convirtió en mi hogar.

- Hatt, ya está listo. - Me dijo Haneul a mis espaldas.

- Si, ahora voy. - Dije terminando de anotar el último pago que acababa de recibir de un cliente y me di la vuelta para tomar la bandeja.

Me dirigí hacia la mesa correspondiente una vez que la tuve en mis manos y con una sonrisa me acerque al muchacho.

- Aquí está, su café amargo y su pastel, si necesita algo más no dude en llamarme. - Dije amablemente y el me sonrió.

- Muchas gracias, se ve bien. - Le respondí con una sonrisa y una reverencia, luego de eso me aleje para volver a mi lugar detrás del mostrador.

El resto de la jornada fue igual, a veces Félix hacia algún que otro chiste o hablaba de Sakura, pero además de eso, todo fue tranquilo.

Había quedado con Félix para ir de compras, ya que él tenía una cita con la hermana de Yuta, y como no tenía más nada para hacer, acepté ayudarlo.
Salimos entre risas del café y nos encaminamos hacia la parada.
Pero antes de llegar, pude ver a Minho, quién se encontraba mirando un papel en sus manos.

- Mira Félix, es Minho. - Le dije y lo señale.

- Uy a alguien se le renovaron las energías. - Dijo burlándome, ya que hacía unos minutos atrás le había dicho que estaba cansada.

- Ya cállate, vamos. - Tomé su brazo y ambos nos acercamos al chico castaño.

- Hola giganton. - Lo saludé una vez que estuve frente a él.

- Hola enana, hola Félix. - Dijo y yo le dije al rubio lo que decía.

- ¿Qué haces por aquí? - Interrogue.

Miró de vuelta el papel que tenía en sus manos y luego me lo entregó.

¿Quieres salir conmigo hoy?

Era una hoja blanca y estaba decorada con algunos stickers de colores. De inmediato lo imaginé a el haciendo cada detalle de la hoja y fue el pensamiento más tierno de toda mi vida.

Dirigí mi vista hacia el y asentí.
Estaba demasiado enternecida como para hablar, así que le sonreí y el me imitó.

- Supongo que quedo en segundo plano ahora. - Río Félix a mi lado.

- Es verdad, ¿Quieres que vaya contigo? - Le pregunté. - Puedo ver a Minho hoy por la noche.

- Está bien, solo vayan. - Respondió el rubio.

Minho al parecer notó lo que pasaba, así que detuvo a mi amigo antes de que se vaya e hizo señas.

- ¿Quieres venir también? - Yo por mi parte traducía la pregunta.

- No quiero interrumpirlos. - Dijo con pena mientras se rascaba la nuca.

- No molestas para nada.

- ¿Están seguros?

- Claro, es una salida de amigos después de todo. - Le dije a Félix. Aunque esa frase hizo que dentro de mí se sintiera una leve punzada.

- ¡Hey Hatt! - Gritaron detrás de mí, así que me gire.

Bang Chan se acercaba hacia nosotros.

Y diablos...

Se veía guapísimo.

Llevaba una chaqueta negra al igual que sus jeans, llevaba unas pequeñas trenzas en su cabello rubio y una gran sonrisa estaba dibujada en sus labios.

- Hola Chan. - Lo saludé y luego me siguió Félix.

- ¿Qué tal? ¿Van a salir? - Preguntó mientras apoyaba su brazo en mis hombros.

- Así parece. - Respondió Félix mirando al castaño.

- Oh... Yo venía a invitarte para que salgamos.

¿De verdad?

¿Desde cuando tenía tantos planes?

¿Desde cuando era "popular"?

- Yo... - Minho me tocó el brazo y me habló.

- Que venga el también. - Lo mire confundida y repitió las señas, reiterandome lo que había dicho.

- El... Dice que puedes venir también.

- ¿De verdad? - Se sorprendió Chan.

- Voy a decirle a Jisung. - Agregó Minho.

Estaba un poco desilucionada, no voy a mentir.
Por un lado quería salir con Minho, pero por el otro... Quería tener una salida solo con Chan.
Pero si me dieran a elegir no sabría con quién saldría.
Luego de unos minutos, el castaño faltante hizo su aparición.
Note como sus ojos se posaban en el brazo de Chan, el cual aún estaba sobre mis hombros y luego miró a Minho, quién miraba sus zapatos.

- ¿Que onda? - Dijo alegre.

Y luego de que todos lo saludaramos, nos pusimos de acuerdo a dónde ir y que hacer.
Claro, hasta cierta hora. Porque luego Minho debía ir al hospital, lugar al que yo también iría para acompañarlo junto con Jisung.