Capítulo 20.

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P.O.V. Zayn.

Otra vez Lunes, estaba nervioso. Tenía que sentarme al lado de Liam por cojones, y la última vez que lo vi me fui indignado de su habitación. Estaba sentado, con la pareja al lado, a cinco minutos de que empezara la primera clase. El rubio sentado al lado del pelirrojo, ambos riendo exageradamente, de no se qué chiste. El típico sonido del reloj de muñeca agobiándome más y más a cada segundo que pasaba. Decidí mirar la puerta, esperando a que llegara, mas el único que llegó fue el profesor. Un cosquilleo en el pecho me avisó de la preocupación por Payne me estaba sobrepasando. Estuve toda la hora mirando a la puerta, esperando que se abriera con Payne detrás, que entrara con su, típico, aire de superior y se sentara a mi lado como si nada, mas eso no pasó. Sonó el timbre dando al profesor a entender que le tocaba otra clase en otra aula, se fue, en el mismo minuto que el profesor plantó un pie fuera del aula se formó el típico jaleo de clase, el rubio y el pelirrojo volvieron a reír, las chicas a cotillear, los pasotas con el móvil y la pareja de la clase, en este caso Louis y Harry, tonteando y dándose algún que otro beso. Yo contemplaba la puerta hasta que el cosquilleo en el pecho me empezó a doler, toqué el hombro de Louis interrumpiendo una escena, para mi gusto, demasiado cursi, y se giró hacia mi.

Zayn: ¿Puedes preguntarle a tu novio por Payne? -Me mordí el labio indeciso, intentando evitar la mirada de burla que me enviaba mi mejor amigo.- Por favor. -Se giró y oí como preguntaba dónde estaba Liam. Tragué saliva empezando a mover la pierna de arriba a abajo; punta, talón, punta, talón...

Louis: No vendrá. -Susurró mirándome. Contemplé a mi mejor amigo y detrás, a su novio, también mirándome, con cara de lastima. Carraspeé. Estaba quedando como un desesperado.

Zayn: Pues vale. -Murmuré lo más cortante posible, Louis se giró, no antes de negar con la cabeza. Me mordí el labio mirando la mesa de madera y empecé a jugar con el cierre de mi estuche. Resoplé cuando el profesor entró. Dos horas de "formación y orientación laboral", a nadie le interesaba esa asignatura, pero según los profesores, era "una materia importante para que sepamos enfrentarnos al mundo laboral". Negué con una mueca. Sería un día largo y aburrido.

Pasaron unos diez minutos cuando algo golpeó suavemente mi nuca. Fruncí el ceño girándome a ver lo que había sido. Un papel. Rodé los ojos. ¿Ahora teníamos cinco años? Miré atrás encontrándome a un rubio sonriente. Resoplé cogiendo el papel, no por curiosidad, sino por aburrimiento. Me giré y, encima de mi mesa, desarrugué el papel.

"¿Por qué estás tan sólito, moreno? ¿Quieres que tu novio te haga compañía? ;)"

Suspiré negando. Este hombre era agotador, cabezón y un salido mental. No podía con él, me sobrepasaba de tal manera que me daban ganas de darme de cabezazos contra la tabla a la que suelen llamar mesa. Me giré y negué lo más serio posible. El me hizo un puchero. Y me giré para encontrarme al profesor delante mía con una ceja alzada, tragué saliva. Puto rubio, ya me había metido en una bronca.

The stupid bad boy. Ziam Palik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora