Capítulo 38.

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P.O.V. Louis.

Por mucho que Zayn me dijera que no fuese a la dichosa habitación las ganas de verlo me comían por dentro.

Desde que dejé a Eleanor con mi hermana, nada ha vuelto a tener sentido en mi vida.

Zayn estaba con Liam, el rubio, del que había empezado a tener una relación amistosa, había hecho como Zayn y acabó con Ed, son muy cuquis a decir verdad.

La cosa es que yo me había quedado solo, y conforme más tiempo tenía más pensaba en mi ex. Y es que ya no me importaba mi dignidad, ya no me importaba si me había puesto los cuernos o si se había burlado de mí. Ya no me importaba ni yo mismo.

Arrastré la puerta generando un pequeño chirrido y con eso pude llamar la atención de un par de ojazos verdes.

Mi corazón decidió volver a latir en ese instante, mas ese era el único musculo que decidió moverse. Quedé inmovilizado ante tan profunda mirada.

Harry: ¿Louis? –No me había dado cuenta que no había levantado la vista del suelo hasta ese preciso instante.- ¿Qué haces aquí?

Sabía que no podría contestar nada coherente debido a que soy un desastre bajo presión así que tomé valor y pude dar un par de pasos al frente para acabar mirándolo.

Harry: ¿Estás bien? –Mordí mi labio inferior como castigo de haberme sentido como un estúpido que creía que el rizado se preocupaba algo por mi persona.- ¿Por qué no me contestas?

Louis: Estoy bien. –Me aplaudí mentalmente por haber llegado a formar una frase coherente y ligada a la conversación.- ¿Por qué preguntas si sé perfectamente que no te importa? –Harry mordió su labio inferior con una mueca de, supongo, arrepentimiento.

Harry: Lou… -Bajé la mirada ante el apodo que solía utilizar cuando estábamos juntos.- ¿Me puedes dar un abrazo, por favor? –Observé el pequeño puchero que salía de entre sus labios y solté un suspiro indeciso.

¿De verdad quería que yo le abrazara o tenía algo planeado que hiciera hundirme aún más?

Harry: Por favor, Lou. –Oí un pequeño sollozo de su parte que hizo que mi corazón diera un vuelco, y sin pensármelo dos veces me acerqué a la camilla donde se situaba y me dejé rodear una vez más por sus fuertes brazos.- Lou, te echo de menos.

Estaba seguro de que hasta él pudo oír mi corazón de lo fuerte y rápido que latía en esos momentos.

Harry me echaba de menos y yo me sentía un cero a la izquierda sin él.

Louis: Yo también te echo de menos… -Cerré los ojos sintiéndome expuesto, no sabía si debía decir eso, pero lo dije. Escuché un par de palmadas detrás de mí.

Jeff nos miraba con una sonrisa hipócrita pintada en la cara. Me sentí pequeño y herido, no atiné a otra cosa más que encogerme en mi mismo después de haberme separado de Harry, el cual miraba a su novio con algo de asombro.

Jeff: Muy bonito, Harry. –Tragué saliva temeroso, ¿y si ahora resulta que se estaban riendo de mí?- ¿Te sientes bien ahora que has abrazado a esta pequeña basura?

Quería que mi abuela apareciera y me dijera todo lo bueno que tenía. No quería sentirme así, sólo mi abuela sabía cómo hacerme sentir bien conmigo mismo. Pero ella no aparecería, ella murió hacia un año y yo no podía sentirme más expuesto.

Harry: Jeff… Yo… Es que… -Escuché atento a las palabras de Harry, tanto tartamudeo no podía ser actuado.- Tú no venías y él estaba aquí.

Como no.

No sirvo para nada más que consolador hasta que venga el chico de verdad.

Louis: Lo siento. –Susurré escabulléndome de la habitación para poder salir de ahí antes de ponerme a llorar.

Harry Styles era un gilipollas y yo necesitaba sacarlo de mi corazón y mi mente.

¿Qué mejor forma que beber hasta quedar inconsciente?

Pues eso hice, irme del hospital sin decirle a nadie y entrar en el primer pub, casualmente, de ambiente, que encontré.

The stupid bad boy. Ziam Palik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora