El trayecto hacia la heladería fue corto, de aproximadamente seis minutos.
Una vez estuvieron frente al establecimiento Draco suspiró sonriente, intentando ser discreto, sin embargo Harry lo notó.
Ya luego de que compraron sus helados se sentaron en una mesa del exterior.Harry miraba minuciosamente a Draco mientras ambos daban pequeños mordiscos a su helado, pocos segundos después sus miradas se cruzaron.
-¿Pasa algo Potter?- Frunció el ceño. -¿Qué tanto me ves?- Añadió haciendo notar su molestia.
-Nada, solo aún no me termino de creer que esté sentado frente al mismísimo Draco Malfoy, comiendo un helado, sin reñir.- Sonrió inconscientemente. —No es algo que pase todos los días.—
—¡Bien dicho!— Exclamó Draco mostrando una amplia sonrisa. —Este es el primer y último día que pasará esto.—
—Eres deprimente Malfoy.— Dijo por último y continuó comiendo su helado.
[...]
Harry acompañó a Draco a su casa muy en contra de su voluntad, insistiendo con que pronto anochecería, aunque el cielo aún se encontrara pintado de un hermoso color naranja.
No dijeron mucho al despedirse, Draco solo deseaba no encontrárselo el día de mañana, mientras tanto Harry, él... Solo quería pasar tiempo con el rubio, conocerlo mejor, incluso hasta entablar una amistad, lo que debió hacer hace ya muchos años. Sí, en aquél momento había tratado mal a Ron, pero eran solo niños de once años sin noción sobre los sentimientos de los demás.Draco entró a la casa, poco le importó si Harry seguía parado frente a su puerta o no.
Se dirigió a la cocina y pasa su sorpresa su padre se encontraba allí buscando algo en la nevera.—Al fin llegas.— Dijo sin voltear. —Tengo entendido que tu horario de trabajo concluye a las cinco en punto.— Tomó una pequeña botella de refresco antes de cerrar la puerta de la nevera y mirar a Draco.
—Salí con unos amigos...— Intentó esquivar el tema, si su padre se enteraba que realmente había pasado las ultimas dos horas con Harry Potter no viviría para contarlo.
—La voz de tu amigo se me hace conocida de algún lado...— Frunció el ceño mientras miraba la tapa de la botella. —¿Quién era?— Dio un trago.
En cambio Draco, tragó en seco, pero encontró una salida de aquel embrollo. —Es Tonny, un compañero de trabajo, salimos a tomar algo.—
Lucius soltó una sonrisa. —¿Fueron a tomar? Hueles a vainilla.—
Su hijo suspiró, no quería seguir así, así que se despidió de su padre con la disculpa de que estaba exhausto y subió a su habitación.
Una vez allí, se dejó caer sobre la cama en un suspiro. Miró sus manos y las olfateó, su padre tenía razón, llevaba una deliciosa fragancia a helado de vainilla.[...]
Al día siguiente hizo su rutina de todos los días antes de marchar a trabajar, se dio una ducha, eligió entre las tantas prendas negras que habitaban su armario una con la que pasara desapercibido, guardó su intento de uniforme en la mochila y salió de su casa despreocupado, aún era bastante temprano.
Estaba nada más a dos cuadras de llegar al local cuando se cruzó con Hermione, quien cargaba con dificultad una docena de libros.
Draco suspiró, sí, sabía que él le caía mal, pero no por eso dejaría de ser un caballero.
Tomó parte de los libros que la chica tenía sin que esta se diera cuenta y comenzó a caminar dándole la espalda.—¿Malfoy?— Lo alcanzó. — ¿Qué haces?— Le preguntó mientras caminaba a su lado.
—Sólo camina Granger.— Fue lo único que dijo, sin embargo Hermione no se quedó callada.
—Oye... Lamento mucho el comportamiento de Ron... Fue un estúpido.— Bajó su mirada el suelo.
—Ya Potter se ha disculpado en su nombre, no tienes por qué hacerlo tú.— Frunció el ceño.
Draco sabía que a dónde Hermione se dirigía era hacia la librería, así que hasta allí la acompañó, para su desgracia todo el trío de oro estaba reunido allí.
Pensó en dejar los libros sobre el mostrador e irse sin decir una palabra, y era eso lo que estaba dispuesto a hacer, pero la voz de Ron lo detuvo.—Lo siento...—
El rubio sonrió dándole la espalda. —Oh perdona ¿qué dijiste?—
El pelirrojo apretó los puños. —Lamento que te hayas ofendido por lo que dij- ¡OYE!— Exclamó, puesto que acababa de recibir un codazo por parte de Harry. —En fin...— Agitó levemente su cabeza y desapareció entre los estantes del fondo.
—Discúlpalo Malfoy, es muy orgulloso...— Dijo Hermione.
—No es el único aquí que lo es, ahora si me disculpan volveré a mi trabajo.— Abrió la puerta.
—¿Quieres que te acompañe?— Le preguntó Harry con emoción.
—No, gracias.— Salió del local dando un portazo ni tan fuerte.
[...]
Llegó su trabajo, todo estaba curiosamente tranquilo, normalmente sus compañeros estaban riendo y gritando cuando los clientes aún no llegaban.
Tras él, Tonny se hizo presente, alarmando un poco a Draco.—¿Qué haces aquí a esta hora?— Le preguntó el de mechas violetas, algo sorprendido.
—¿Cómo que qué hago aquí? Es hora del trabajo.— Se cruzó de brazos.
—Aún falta una hora para que esto abra.— Soltó una pequeña risita.
Lo que faltaba, se levantó temprano para nada, y peor aún, ahora estaba condenado a aburrirse mientras esperaba a sus otros compañeros.
ESTÁS LEYENDO
ㅡPerdiendo la cordura. |DRARRY.|
Fanfiction[TERMINADA] «Draco no podía ser feliz, no desde que huyó de Hogwarts al mundo muggle. Su pasado le perseguía por todas partes, su tristeza iba de mal en peor. Todo empeoró aún más cuando cierto chico de ojos esmeralda apareció de nuevo en su vida, h...