ㅡPerdiendo la cordura. |DRARRY.|

🌛24.🌜

Dos, dos era el número de días que lo habían encerrado en esa básica habitación.
Dos días sin haberse relacionado con alguien, dos días en que sólo comía, dormía y esperaba.
Los hombres los escoltaron hasta el mundo mágico, más precisamente al Ministerio.
Sin tener contacto alguno, sólo sabía que estaba en el Departamento de Investigación, encerrado en un sitio tan pequeño que ya hasta le comenzaba a dar claustrofobia.

Le habían dicho que volverían a por él después de tratar con Potter y todas sus acusaciones, pero pensaba que estaba tomando más tiempo del necesario. Sólo esperaba que el chico saliera totalmente limpio y absuelto de toda culpa.
Esperar, era lo único que podía hacer en tales circunstancias, poco le habían dicho, así que no sabía qué pasaría después, ni cuánto tiempo más tendría que estar allí adentro.

[...]

Golpeaba con la punta de su pie el suelo, los golpesitos resonaban y de alguna manera eso le calmaba, el silencio allí era abrumador en muchos niveles.
No tenía ni idea de qué horas eran, el lugar no poseía ventanas (aunque aún así el aire seguía fresco) así que sólo se podía guiár por la luz que se colaba bajo la puerta. Supuso que aún no había anochecido puesto que las luces no parecían estar encendidas.
Despeinó su cabello impacientemente y se sentó en el -terriblemente incómodo- colchón que se le había asignado. Preocupado más por el futuro de Harry que el suyo propio, "No es justo" se venía repitiendo los últimos dos días.

Levantó la vista hacia la puerta cuando oyó pasos encaminarse en su dirección. Pronto la puerta se abrió, dejando ver la silueta de un hombre que desconocía.

ㅡDraco Lucius Malfoy.ㅡ Le llamó, y este se levantó enseguida. ㅡMe gustaría hablar contigo, así que por favor, las manos donde pueda verlas y siempre en mi campo de visión.

Asintió, lo que sea contal de que lo sacaran de allí, de una vez por todas se liberaría de ese lugar.
El trayecto no fue muy largo, en realidad fue demasiado corto para su gusto, el hombre lo hizo entrar en una especie de sala interrogatoria. Tras ellos, ingresó otro hombre aparentemente más viejo.
Lo hizo sentarse y obedeció, nervioso y confundido por el par de miradas que lo veían como si fuera uno más allí dentro, aunque lo era.

ㅡPhillip Murphy.ㅡ Se presentó, cruzándose de brazos. ㅡ Bien, creo que será bueno empezar por la muerte de Lucius Malfoy, cuéntame todo lo que pasó y presenciaste.

Draco tomó aire e intentó concentrarse, no debía cagarla si quería ser libre de todo ese asunto pronto.

ㅡTuve muchos problemas con mi padre cuando Harry Potter llegó. ㅡ Comenzó. ㅡSu orgullo y adoración por el poder sólo lo llevaron a querer venganza por lo que pasó con Voldemort. Lo hice enfadar, no quería seguir siendo un títere en sus planes, así que llegó a puntos extremos con ambos. Ese día... el día que nos trajeron aquí, Potter fue a buscarme, él ya sabía todo lo que ocurría y quizo ayudarme a salir de allí y dejar de ser un peón en su ajedrez, sin embargo nos descubrió. Discutimos y se puso furioso, él... él quiso acabar conmigo... p-pero Potter fue más rápido, yo rompí un espejo sin querer, así que utilizó una de sus piezas rotas a favor. El maleficio rebotó en él, dándole la muerte, luego llegaron ustedes.ㅡ Acabó, sentía su boca seca, no había hablado en horas, así que eso ya era demasiado.

ㅡYa veo.ㅡ Respondió simplemente el hombre, alzando las cejas mientras miraba la mesa fijamente. ㅡAhora, sobre Voldemort, ¿tú mismo accediste a dejar que te marcaran?ㅡ Dijo mirando el brazo en el que Draco traía la marca tenebrosa.

ㅡA decir verdad, fue contra de mi voluntad, pero si me negaba a algo terminaría muerto a manos de algún mortífago o en el peor de los casos: Voldemort. No estaba de acuerdo con nada, pero como un adolescente que siempre vivió bajo la capa de su padre, estaba asustado, así que para mantenerme con vida debía hacer lo que ellos dijeran.ㅡ Habló firme.