ㅡPerdiendo la cordura. |DRARRY.|

🌛9.🌜

Miró a Harry de reojo, quien al parecer se encontraba en medio de un debate interno, escogiendo qué palabras usar.
Le tuvo paciencia por unos segundos, sabía perfectamente el lío que debía de tener en la cabeza en estos momentos, ya le había pasado lo mismo muchas veces antes.
Esperó diez... Quince... Quizá hasta veinte segundos y pensó "Mierda... ¿No puede procesar más rápido?"

—No tengo todo el día.— Se movió incómodo en su lugar, frunciendo el ceño y fijando su vista a la calle.

—Creo que hemos comenzado con el pie izquierdo.— Alzó su vista. —Pasamos por muchas peleas y provocaciones innecesarias en nuestro tiempo en Hogwarts...

—Ve al grano Potter.— Ordenó el rubio interrumpiéndolo.

—Pienso que realmente no nos conocemos para nada.— Continuó, esta vez más seguro de sí. —Todo era...  Una estúpida competencia sin sentido. Y ahora creo que es hora de poner fin a nuestra rivalidad.

Draco se golpeó la frente internamente ¿realmente... Después de todo lo que ha pasado en el mundo muggle... En serio cree que aún le guarda rencor?

—Empecemos de cero...— Sus miradas se encontraron, poniendo nervioso al rubio. Pocos segundos después notó como Harry alzó considerablemente su brazo.

Bajó la mirada, le estaba tendiendo la mano.
Los recuerdos inundaron su mente, el inicio de su odio, todo porque Harry prefirió a un Weasley antes que a él. Pero joder, sólo tenían once puñeteros años... Ahora que lo pensaba, no había razón en concreto para odiarlo por tanto tiempo.
Sí, su odio a Potter nunca había sido odio en sí, sino quizá una mezcla de varios factores.
Quizá eran celos, Harry era el centro de atención en Hogwarts y a veces en el mismísimo mundo mágico. Era el héroe que todos querían, el chico que vivió. Quizá solo quería ser como él, sin ser él, su vida era dura, y lo sabía muy bien, la suya tampoco era un sueño hecho realidad.
Pero mierda, él tenía amigos verdaderos, tenía la confianza de todos en la palma de su mano, todos lo adoraban, era demasiado para un simple Malfoy, que solo quería ser feliz.

Alzó la vista a Potter una vez más, algo dolido por todas esas memorias que de un momento a otro golpearon violentamente su cabeza. Estaba dispuesto a empezar de cero, ya lo había hecho una vez, podía permitirse una, tan solo una vez más, con y solo con el mismísimo Harry Potter, su no tan enemigo de toda la vida.

—Potter...— Sonrió levemente de lado, dejando que un rayito de alegría entrara en él después de mucho tiempo. Alzó su brazo derecho, dispuesto a estrechar sus manos como debió haber sido desde el comienzo, sin peleas ni molestar a Weasley esta vez.

—Bien, creo que ya ha sido suficiente.— Se escuchó una voz que se dirigía hacia ellos.

Draco se volteó, encontrándose con la figura de Tonny, caminando despreocupadamente con los brazos cruzados.
Muy bien, había arruinado su oportunidad de un nuevo comienzo y una oportunidad de enterrar el hacha de guerra con Potter, bravo Tonny, bravo.

—¿Y quién eres tú para decidir sobre lo que hago o dejo de hacer?— Preguntó Draco, al borde del enojo.

—Nadie, pero si puedo impedir que te haga daño, lo haré.— Miró a Harry con todo el odio y desprecio del mundo.

—Bien, eso fue todo, nos vemos en otro momento Malfoy.— Le sonrió el azabache al rubio, claro que, Draco notó como esta era una sonrisa diferente.

Esta sonrisa no era fingida, mucho menos una que está ahí porque sí, esta... Transmitía calidez y paz, algo que no tenía desde hace tiempo.

Harry se fue alejando, posiblemente se dirigía a la librería en donde Granger y Weasley trabajaban. Luego de que estuvo ya bastante lejos, la tímida sonrisa del ex Slytherin se esfumó, recordando de Tonny aún se hallaba allí. Volteó, mirándolo con sumo enojo.