Capítulo 25

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Capítulo 25

Luke era la única persona que me podía dar respuestas a todas las preguntas que rondaban mi cabeza.

¿Quién era ese tipo? ¿Qué quería de mí? ¿Qué quería de Luke?

Salí de casa y corrí hasta el gimnasio con la capucha puesta. Me daba miedo que en cualquier momento pudieran sacarme fotos.

Al llegar, di gracias a que mi padre no estaba en la recepción, no quería encontrarme con él y darle explicaciones sobre mi estado de ánimo. Seguro que se daba cuenta de que me ocurría algo con solo mirarme.

Me encerré en el vestuario y me quité la sudadera. Tenía calor por la carrera que había hecho. Me senté en un banco durante unos segundos para que bajase el ritmo de mi respiración y salí del vestuario cuando estuve recuperada.

Busqué a Luke entre los chicos del gimnasio, pero no lo veía. Entonces, la puerta se abrió y, tras ella, apareció él.

Al mirarlo no supe muy bien lo que sentí. Era una mezcla entre enfado y alegría, dos cosas totalmente opuestas. ¿Qué me hacía este chico?

Corrí hasta la puerta y lo agarré del brazo.

- Ven. - Tiré de él y lo arrastré por todo el gimnasio hasta llegar al vestuario.

- ¿Qué haces? - Me preguntó, extrañado.

- Tenemos que hablar. - Me crucé de brazos.

Frunció el ceño y se sentó en un banco apoyando su espalda en la pared.

- ¿De qué quieres hablar?

- De Thomas Sanders. - me acerqué un poco más a él. Mi mirada era intensa y podía notar que lo estaba empezando a incomodar.

Sus cejas se elevaron un poco al oír aquel nombre, pero rápido volvieron a su posición inicial.

- ¿Quién? - Preguntó.

- Thomas Sanders. ¿Sabes quién es?

- No tengo ni idea. - Se encogió de hombros.

- ¿Estás seguro? - Fruncí el ceño.

- Sí. - Respondió bruscamente.

- Pues siento decirte que no te creo. - Me senté junto a él.

- ¿Qué? No entiendo nada, Lucy. ¿Por qué iba yo a conocer a ese tipo?

- Él te conoce a ti.

Se quedó callado, pensativo, intentando hacer memoria de algo que pudiera darle alguna pista sobre aquel nombre.

¿Sería cierto que no lo conocía?

Puede que él solo fuera una víctima más de lo que quiera que fuese esto. O quizá solo fuese una broma de mal gusto, o... ¿pero qué cojones era lo que estaba pasando? ¡Ni yo misma lo sabía!

¿Qué debía hacer ahora? ¿Sería buena idea contarle a Luke lo que me había pasado?

- De verdad que no sé quién es... - Negó con la cabeza. Apoyó los codos en sus rodillas y miró fijamente al suelo. - Thomas Sanders...

- Luke. - Llamé su atención. - Déjalo. - Puse una mano en su espalda. - No es nada, ¿vale?

Me miró.

- ¿Cómo que no es nada? Hace un momento estabas a punto de matarme con la mirada. ¿Qué tengo que ver yo con él? ¿Quién es?

Esto estaba siendo una mala idea. Sería mejor guardarlo en secreto, sí. Si volviera a pasarme algo más podría avisar a la policía, ¿no? ¿Por qué involucrar a más personas?

- De verdad, - intenté fingir una sonrisa. - no es nada.

- Sí, tu sonrisa lo dice todo. - Bufó. Se levantó y me miró de nuevo. - ¿Me vas a decir de una puñetera vez qué pasa?

Suspiré y llevé las rodillas a mi pecho.

- Hace unas horas un tipo me insistió en que subiera a su coche. - Comencé a explicarle. - Corrí pero me caí y me cogieron. Me arrastraron a la fuerza. Estuvieron haciéndome preguntas sobre ti.

Sus ojos se abrieron como platos.

- ¿Qué? - Se llevó una mano al pelo y tiró de él hacia atrás. - ¿Pero estás bien? - Se sentó junto a mí y puso una mano sobre mi espalda.

- Sí. - Me mordí el labio.

- ¿Qué es lo que te preguntó exactamente? - quiso saber.

- No sé... Quería saber si tenemos algún tipo de relación y... y entonces yo le dije que no y empezó a enseñarme un montón de fotos de nosotros dos juntos y... - Mis ojos se empezaron a aguar. Tenía mucho miedo. ¿Iría a pasarnos algo malo? - Estoy muy asustada.

Luke me abrazó y rompí a llorar en su pecho. Sus manos acariciaban mi espalda y, de alguna manera, me reconfortaba.

- ¿Entonces no tienes ni idea de quién es? - Pregunté.

- No, pero te prometo que lo voy a averiguar.

La puerta del gimnasio se abrió y Dylan entró en el vestuario.

Me separé de Luke y me sequé las lágrimas.

- ¿Lucy? - Se acercó un poco a nosotros. - ¿Estás llorando?

Negué con la cabeza mientras secaba mis mejillas y mis ojos con las mangas de mi camiseta.

Dylan lanzó una mirada desafiante a Luke. Seguro que pensaba que él había provocado mi llanto.

- ¿Qué te ha pasado? - Me preguntó con el ceño fruncido.

- Nada. - Evité mirarlo fijamente hacia los ojos.

- Lucy, ¿puedes mirarme a la cara?

- Te he dicho que no me pasa nada. - Lo miré, pero rápidamente aparté la vista.

- ¿Puedes dejarnos solos? - Le pidió a Luke.

- Te ha dicho que no le pasa nada. Es una forma sutil de decirte que la dejes en paz. No te metas, ¿vale? - Luke sonrió irónicamente.

- ¿Qué? ¿Pero de qué hablas? Lucy, dile que...

- Dylan, es una tontería, ¿vale? Después hablamos. - Le dije.

Se quedó callado y asintió, aunque no muy conforme.

- Muy bien... - Se fue y nos dejó solos de nuevo.

- Me tengo que ir. - Me dijo Luke levantándose.

- ¿A dónde?

- A averiguar quién es ese tal Sanders y por qué tiene fotos e información de nosotros.

- Voy contigo. - Cogí mi mochila.

- No.

- ¿Por qué? - Espeté, molesta.

- Porque creo que no va a ser buena idea que corramos el riesgo de que nos vuelvan a ver juntos en la calle.

Aquellas palabras hicieron que sintiera como si algo se rompiera dentro de mí.

¿Significaba aquello que se acabó? ¿Ya no habría más Luke en mi vida?

No creía que fuera capaz de soportarlo. No ahora.

- ¿Qué quieres decir? - Me acerqué a él.

- Dame tiempo. - Salió rápidamente del vestuario, haciendo que lo perdiera de vista por quién sabe cuánto tiempo.

You Are The Problem (5SOS Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora