Capitulo XI

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Todo estaba oscuro... A quién iba a engañar? Siempre estaba oscuro,negro,por completo. Era una de las muchas consecuencias de ser ciego,pero también había ventajas, como el hecho de que, aunque lo subestiman mucho, siempre tenía el elemento sorpresa.
- Nos hemos conocido antes?- le preguntó una voz,la de Bianca,para ser precisos. Sonrió inconscientemente,le transmitía cierta confianza.
- Creo que te recordaría,nunca olvido una voz- le explicó y,de repente,se le ocurrió algo-. Puedo intentar algo? Es para ver si te reconozco.
Pudo notar al instante la incomodidad de la chica,pues no sabía lo que iba a hacer.
- Sólo quiero contornear tus facciones- le explicó y sintió cómo le tomaban las manos. Las manos tenían callos y notó que estaban cubiertas por cuero, excepto los dedos< guantes sin dedos> pensó.
Algo metálico y frío lo hizo estremecer, anillos y tenían grabados. Tocó una piel suave.
- Puedes sonreír? Me encanta sentir cuando las personas sonríen- la piel se curvó, formando una sonrisa.
Liam comenzó a delinear sus facciones: unos suaves pero marcados pómulos,nariz pequeña, el cosquilleo de unas pestañas bastante largas y unos labios carnosos.
- Eres muy hermosa Bian- le dijo.
Escuchó cómo Bianca tragaba en seco,nerviosa aparentemente.
- No creo poder responder a eso- Liam frunció el ceño extrañado-. Nunca, fuera de mi círculo familiar, me han dicho hermosa. Y tampoco creo que pueda devolverte el cumplido, así que sólo diré que tienes una personalidad muy pura Liam.
El muchacho estaba avergonzado, pues, había recibido halagos antes,pero esos eran sobre belleza externa y nunca se imaginó que le dirían algo tan profundo.
- Por qué eres así?- preguntó.
- Así cómo?- escuchó la voz de la chica.
- Poética- la escuchó reír-. Hablo en serio,pareces decir arte.
- Pues, soy artista: adoro dibujar y hacer murales...- su voz se cortó, parecía concentrada en algo-. Por favor, acompáñame.
Sintió cómo le jalaban el brazo y lo guiaban hacia algún lado. Se detuvieron y unas manos lo tomaron de las mejillas para examinarlo mejor.
- No puede ser...- el tono era de sorpresa-. Eres tú el chico que dibujé.

- Estás nervioso porque Bianca está pasando mucho tiempo con ese chico ciego?- preguntó Clary a su marido,que lo veía muy alterado estos últimos días.
- Por qué debería?- Jace estaba muy tenso y evitaba mirar a su mujer.
- Tal vez porque temes que le haga algo malo- miró el rostro del rubio y pudo notar al instante que había acertado-. Sabes que ella sabe defenderse y, además, si llegaran a ser novios, no tendríamos derecho a opinar nada- Jace la miró-. Es la verdad,por Raziel! Éramos un año o dos mayores que ella cuando nos conocimos!
El rubio natural se quedó pensando,su esposa tenía razón,pero eso no evitaba que quisiera proteger a su pequeña.
- Por más que hayamos sido un poco más mayores,no significa que ella esté en pleno derecho de hacer lo que hicimos- Clary iba a protestar-. Además,no sabemos si ese chico tiene malas intenciones...
- Es ciego, Jace.
- Eso no evita nada- la pelirroja se enfureció y salió de la habitación. Jace, al notar el estado de su mujer fue detrás de ella, prefería vivir.
La siguió por el pasillo y,cuando la alcanzó, la acorraló contra la pared.
- No te enfades, sólo hago lo que todo padre haría: preocuparse por su hijo- Clary iba a decir algo,pero Jace la calló-. No me puedes decir nada; tu madre era igual o peor que yo.
- Por más que eso sea cierto,yo no quiero que Bianca crea que no la dejamos conocer personas- el rubio la miró confundido-. Si no la dejamos socializar con el mudando, creerá que la vemos como una niña débil y, créeme, es lo último que un padre quiere que su hijo piense.
Clary escapó de esa prisión musculosa y siguió su camino hacia la sala de entrenamiento.
- Bianca quiere hacer un mural y,de paso, remodelar la pintura de las dianas- dijo la más baja de los dos para cambiar de tema.
- No me cambies el tema- le reprochó su marido-. Tú sabes que no pienso que Bian sea débil,todo lo contrario: es una de las chicas más fuerte e inteligentes que conozco,en especial cuando los demás cazadores de sombras la tratan de la manera en que la tratan- lo miró a los ojos-. Pero sigue siendo mi hija y ,si puedo, le evitaré cualquier mal.
La miró decidido y su esposa notó que aquello iba en serio. Le tomó la mano.
- No fuiste así con Jessie, Chris o Seb, por qué con Bianca sí?- ella ya sabía la respuesta,pero quiso estar segura.
- Porque es la menor y porque,cada vez que la veo pelear, te veo a ti y siento que,de alguna manera, debo evitar que corra algún riesgo.
- Si quieres evitar que corra riesgos- le dijo su parabatai,que acababa de salir al pasillo-. Enséñale a no correr riesgos innecesarios,pero no le prohibas hacer cosas, porque,de lo contrario, terminará odiándote por no dejarla experimentar. Sólo acómpañala- aconsejó.
Clary lo abrazó.
- Eso es lo que intentaba decirle, gracias- dejó de abrazarlo y retomó su camino hacia la sala de entrenamiento.
- Quiero acompañarla, sólo que no sé cómo- le susurró Jace a Alec.
- Ayúdala con su música,hace mucho que no lo haces- le recomendó, también, susurrando.
- Cómo? Sabes que es prodigio y no necesita que yo le enseñe nada- dijo el rubio mirando el suelo, decaído.
- No me refería a enseñarle,sino a ayudarla a componer- su hermano levantó la mirada-. Ya sabes,los artistas pierden a veces la inspiración, así que hay veces que tienen ayuda de sus musas.
Jace lo pensó un poco y,se dió cuenta, Alec tenía razón: podía ayudarla a componer,ya que había veces en que Bianca no estaba del todo conforme con todos los compositores, excepto con Mozart, y cambiaba la composición,si no le gustaba para nada la cambiaba toda.
- Tío Alec! Hay mundanos intentando entrar al instituto!- gritó la voz de Sebastian.
Los adultos se miraron y,como si hubiese sido telepatía, se dirigieron hacia la entrada del edificio,seguidos por Clary e Isabelle,que salieron corriendo de la sala de combate.
Cuando llegaron encontraron a Ford, Seb, Chris, Jessie, Rafe, Max y Simon.
- Qué hacemos papá?- preguntó Max.
- No podemos dejarlos pasar,al instituto sólo pueden entrar los cazadores de sombras y subterráneos o,en casos muy puntuales, a mundanos específicos- intervino Magnus,que acababa de entrar a la habitación.
- Largo de esta ciudad!- se escuchó una voz femenina, proveniente de la muchedumbre del exterior.
- No queremos asesinos en Nueva York!- ésta vez una voz masculina.
- Me parece que no les agradamos- observó Ford.
- Y bien que aceptaron gustosos que los Nefilim hayan sacrificado sus vidas por ellos- dijo Jessica con enojo.
Rafael le tomó la mano,en señal de tranquilidad, y le acarició el dorso de la misma.
- Tranquila,estoy seguro de que,aunque logren pasar, no llegarán muy lejos, después de todo: papá y Max están aquí- dijo señalando a los dos brujos-. Y, cualquier cosa, creo que podrías arreglártelas sola,no es así? Rojita?- lo último lo dijo en español y Jessica sabía que quería decir aquella palabra... Más bien a qué hacía referencia rojita: a su color de cabello. Obviamente, Jessica se sonrojó lo que le sacó una sonrisa al muchacho.
Se escuchó un golpe extremadamente fuerte contra la puerta y,para ser honestos, Jace se sorprendió de que no hubiese salido disparada contra ellos.
- Clary, Chris, creen que puedan reforzar las cerraduras con algunas runas?- preguntó Izzy, ambos asintieron y comenzaron a reforzar las cerraduras.
Luego de aquello se escuchó cómo dejaban de aporrear la puerta y todo se quedaba en silencio.
- Por qué se detuvieron de repente?- preguntó Jessica, generando la misma duda en los demás.
Lo que no sabían es que se habían detenido debido a una amenaza más allá de esas puertas,el causante de la destrucción del glamour se hallaba allí.

Continuará...
Y bien?? Qué les pareció??
Por favor díganme qué creen que va a pasar y si pueden dejar su voto eso me dejaría muy contenta.
También quiero agradecer a LaraLaFangirl ya que su comentario me puso muy contenta porque no esperaba parecerme tanto con Cassandra Clare,le agradezco el cumplido.

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