Capítulo XXII

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- Entonces, ya les dijiste?- preguntó Chris.

- Sí y, por lo que Sam dijo, ya vienen para acá- le respondió su hermanita-. Creo que sería una buena idea decirle a Quirón.

Su hermano no la miró, Bianca entendía que él seguía enojado con el centauro, pero si querían evitar un enfrentamiento bélico innecesario lo mejor sería conversar con el antes mencionado.

- Andando- sentenció el mayor. Bian suspiró aliviada, no tendría que obligar a su hermano para hacer algo tan insignificante como avisar que los venían a buscar.

Con ese propósito, salieron de la cabaña Artemisa y se dirigieron a la Casa Grande.

En el camino, notaron que los semidioses los miraban demasiado, por no decir que sus ojos parecían lanzar cuchillas, pero le restaron importancia.

- Ni se les ocurra- escucharon una voz entre la multitud.

- Que no se nos ocurra qué?- Bianca se acercó a los semidioses, si alguien infringiría miedo sería ella.

- Van a matar a Quirón- se escuchó desde otro lado del gentío.

- No encuentro la palabra "homicidio" en nuestros planes, sólo vamos a ir a conversar- aclaró un Christopher bastante molesto.

- Sí, cómo no? Todo el mundo escuchó tu pelea, estabas dispuesto a matar.

Chris empalideció, no esperaba que le echaran eso en cara. Estaba avergonzado por sus acciones.

- Vamos chicos, esa es la forma de tratar a los invitados?- una voz conocida se escuchó en medio de los semidioses reunidos y se encontraron con Percy que estaba llegando donde estaban ellos con la chica rubia que los había traído a allí en primer lugar.

La joven no parecía de buen humor y su mirada estaba clavada en Chris, una mirada de odio puro.

- Zoë, no los mires así- la regañó el mayor-. Yo los llevo- se ofreció.

Nadie parecía querer llevarle la contraria a ese semidiós, así que los dejaron pasar. Bianca se preguntaba por qué.

- No entiendo por qué los ayudas- susurró la otra rubia, pensando que los cazadores de sombras no podían escucharla.

- No es su culpa, Zoë- dijo haciendo referencia al pelirrojo-. Estaba enojado, sabes cuántas veces tu madre me usó de saco de boxeo para desquitarse? Es normal, Quirón les ocultó información- la chica lo miró desconcertada-. No quiero decir que estoy de acuerdo con lo que hizo, solo no me parece justo juzgar sus acciones sabiendo que todos reaccionarían igual.

Bian se sintió aliviada, alguien los entendía y, sin darse cuenta, habían llegado.

Justo en ese momento, Quirón se encontraba conversando fuera de la cabaña. La mujer que lo acompañaba tenía un parecido enorme con la chica llamada Zoë, la menor supuso que se trataba de su madre.

Al escuchar sus pasos, ambos se giraron para ver y Bianca pudo ver dos reacciones distintas. La mujer al ver a Percy parecía más contenta, algo así como cuando su papá veía a su mamá, Quirón, por otro lado, al ver a su hermano pudo notar que se ponía nervioso.

Al notar esto decidió aclarar sus intenciones.

- Solamente venimos a avisar que ya nos vamos- dijo la rubia.

- Ehh? Ya se van? Pero si no siquiera jugaron a captura la bandera... Yo los quería en mi equipo!- dijo Percy genuinamente desanimado, las que debían ser su hija y esposa lo miraron como si estuvieran diciendo: 'Lo dices en serio?'.

El centauro parecía desconcertado y Chris lo notó.

- Algún problema con eso?- se ganó un codazo de parte de su hermana.

- M-Más cazadores de s-sombras?- la idea no parecía agradarle-. Ellos saben dónde están?

- Pues, sí, cómo esperaba que nos viniesen a buscar si no?- dijo Bianca irónica.

- Si saben dónde están eso quiere decir que este campamento ya no será seguro- Quirón estaba cada vez más pálido.

- No sé si lo ha notado, señor Quirón, pero esta situación lleva así mucho tiempo y sin la ayuda del glamour  es muy difícil ocultarse- observó la nephilim.

- No lo entienden, eso quiere decir que los monstruos podrían seguir a su familia hasta aquí!

- Y eso qué tiene- dijo Chris con un tono vacío-. Se supone que saben pelear, no deberían tener problemas.

- Oigan, cálmense- intervino la mujer de Percy-. Sé que quieren ir a casa- dijo mirando a los jóvenes con tatuajes-, pero deben entender que a Quirón lo único que le preocupa es la seguridad de los semidioses.

- Se nota- Chris contraatacó-, pero, he de recordarte, que no es mi problema.

- Christopher!- le regañó su hermanita-. Entendemos- todos parecían sorprendidos- y sabemos que sólo quieres proteger a los semidioses- dijo mirando a Quirón a los ojos-, pero dudo que el que mi familia visite este campamento vaya a ser de gran importancia.





- Respira- dijo Rafael-, relájate.

- No me digas que me relaje- Jessica esperaba ansiosa el aviso de sus padres caminando de una esquina a la otra de su habitación, siendo observada por Rafe.

- Ella está bien, Sam lo dijo- movía su cabeza de lado a lado siguiendo a la pelirroja.

- Sí, pero eso fue hace un rato, qué tal si la situación cambió? Y si nos necesita?- se detuvo para ver de frente a su acompañante.

Rafael se acercó y le acunó el rostro con las manos.

- Qué poca confianza que le tienes a tu hermana- dijo besándole la frente-. Ella es la cazadora de sombras más joven y fuerte que conozco, además estoy seguro que sabes lo que la clave dice de ella- Jessie lo miró a los ojos-. Es un prodigio, pero sabe cuándo necesita ayuda- dijo esto último para luego darle un tierno beso en los labios.

Jessica tuvo que darle la razón, Bianca ya no era una niña, ella sabía defenderse, pero, como toda hermana mayor, solo se preocupa.

- No te noto muy preocupada por Chris- dijo su novio cuando se separaron. La mayor de los Herondale lo miró extrañada-. Quiero decir, es tu parabatai, sé que no se pueden comunicar telepáticamente como Sam y Bian, pero son parabatai.

Ella rió, está vez ella se acercó para darle un golpe suave en la nariz. Cabe aclarar que ese golpecito por más que lo haya hecho con la menor de sus fuerzas, Rafe sintió un empujón que casi lo hace caer, pero, veámosle el lado positivo, no le rompió la nariz.

- Es mi parabatai, él no está en peligro, pero sí está... Enojado- Jessica se concentró en sentir a su hermano, lo único que pudo sentir fue un enojo enorme y una sensación de disgusto que muy rara vez venía de su hermano.

- Enojado?- hasta Rafael se sorprendió- Estás segura?- la pelirroja asintió- Eso me da sólo dos opciones: o Bianca está insoportable o no están solos.

- No sabes cuánto deseo que sea lo primero- dijo Jessica ahora más preocupada que antes.


Continuará...

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