Capítulo XIX

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Los dejaron quedarse en la cabaña Artemisa. Quirón había dicho que siempre estaba cerrada, a menos que las cazadoras se quedasen en el campamento, pero mágicamente estaba abierta para ellos dos.

Quirón los miró como diciendo:' esto lo hicieron ustedes?'

- Ni Bianca ni yo tenemos algo que ver- respondió Chris. Los semidioses los miraban impactados y es que nunca nadie había entrado en la cabaña Artemisa, salvo las cazadoras claro está.

- Creen que Artemisa...?- Bianca dejó la pregunta en el aire, el centauro se veía consternado, su hermano comenzó a comer una manzana que había traído del comedor(ajeno a la situación) y los semidioses que escuchaban su conversación estaban en un shock aún más grande.

Chris tomó sus cosas y entró en la cabaña con su hermana detrás de él. Como todo cazador exploraron el terreno y la rubia revisó si había alguna trampa, después de todo estamos hablando de la diosa de la caza y de la castidad, y que deje entrar a un hombre a su cabaña era muy extraño para todos.

- Parece que todo está en orden- observó Bianca-. Crees que tarden mucho en venirnos a buscar?- su hermano se mantuvo en silencio.


A Alec le iba a dar un paro cardíaco. Les habían perdido la pista. Magnus y Max les informaron en un cierto punto que los chicos habían comenzado a correr, pero, de repente, habían desaparecido.

- Cómo que desaparecieron?!- exclamó Jace preocupado. Max se ocultó detrás de su padre: su tío daba miedo cuando estaba así.

- No lo sé- respondió el brujo de Brooklyn-. Pero fue así: en un momento los sentía y al siguiente no. Tal vez hayan llegado a un lugar donde nuestra magia no funcione.

- Cómo es eso siquiera posible?- intervino Simon-. Se supone que tu magia localizadora cubría todo el globo.

- No lo sabemos- respondió esta vez Max.

Alec se giró a ver a Samantha, ya que estaba muy callada desde hace bastante rato. La muchacha tenía la mirada perdida, pensando, además de reflejar angustia. Se le acercó.

- Dijo algo?- le preguntó a su sobrina.

- Le acabo de preguntar, pero no me dice nada. Tengo miedo- agregó y su tío la entendía perfectamente, sabía lo que se sentía estar tan preocupado por tu parabatai que apenas y piensas en ti mismo.

- No te preocupes, la vamos a encontrar- la abrazó, había veces en las que se olvidaba la diferencia de altura entre Bianca y Sam, a menos que las viese una al lado de la otra, la rubia por poco y no le llegaba al pecho y la azabache le llegaba cerca del hombro.

Se sentía terrible por no poder haber hecho nada para evitar todo esto, pero obvio que no lo decía porque le dirían que era una estupidez. Él la había visto salir del instituto, pero le restó importancia porque sabía que eso era bastante común, solo que Jace siempre lo exageraba. Deseaba haberla detenido.


- Uno- dijo Clara.

La sorda se encontraba jugando al juego antes nombrado con Jocelyn en la biblioteca, mientras que Liam se había ido a dormir, ya que este tipo de juegos no eran lo suyo.Clara recordaba perfectamente la primera vez que jugaron ajedrez y él le ganó en menos de quince minutos.

Jocelyn lanzó un +2 y Clara lanzó un sonidito de protesta, como un chasquido con la lengua. Aún así recogió esas dos cartas.

Hacía rato que su amigo no hablaba, una de las razones era porque en ese momento se encontraba dormido, pero ni despierto se dignaba a hablar de otra cosa salvo preguntar cuánto tiempo había pasado.

La muchacha lanzó un seis celeste y la pelirroja puso la partida a su favor con utilizar un seis pero de color amarillo.

Ahora que lo pensaba Samantha también debería estar sufriendo, no sabía por qué pero le había tomado cariño a la joven. Le había parecido dulce y completamente opuesta a Bianca, a tal punto que se cuestionaba seriamente el por qué eran paraba... eso.

Lanzó un ocho rojo(su única carta amarilla) y la mayor sonrió.

- Uno- y lanzó su última carta, la cual era un tres amarillo-. Quieres volver a jugar?

- No- dijo mirando hacia la puerta-. Tiene idea de por qué tardan tanto?

- No tengo idea, el último mensaje que recibí de mi hija fue "seguimos buscando"- se escuchó cómo le llegaba otro mensaje-. Oh, me acaba de escribir!- dijo con entusiasmo, pero esa expresión se fue en un segundo. La joven sintió miedo-. Dicen que desaparecieron y que ni con la magia de Magnus han podido localizarlos, están volviendo.

Clara se quitó sus audífonos, no quería seguir escuchando. Liam entró por la puerta, parecía haber escuchado y le preguntó algo a Jocelyn. Ahora que se había curado gracias a Magnus, se lo veía más energético, pero esa energía se fue por el caño cuando se enteró de la desaparición de su nueva amiga.

Debieron preguntarle algo porque se quedaron mirándola, poco le importó y salió de la habitación para dirigirse al cuarto que le habían prestado.


- Entonces cazas demonios?- le preguntaron por enésima vez los campistas. Chris se puso los dedos en el arco de la nariz como signo de estrés.

- Oh, no sólo eso- respondió su hermana y el pelirrojo se sentó en el césped para ser más lento por si llegaban a volver a preguntar-. Técnicamente cazamos todo lo que tenga ganas de destruir el mundo.

- Como hacemos nosotros?- preguntó otro.

- No- dijo seca. 'Se está enojando' advirtió Chris-. Ustedes luchan solamente para sobrevivir, nosotros luchamos para proteger a los mundanos.

Y debieron haber notado el enojo en su tono porque no siguieron haciendo preguntas, es más, se alejaron.

- Así es como piensan hacer amigos?- les preguntó una voz a sus espaldas.

Era un hombre de cabellos azabaches y ojos verde mar, sus brazos se mostraban llenos de cicatrices, pero él parecía no notarlo ya que las enseñaba con orgullo. Era bastante alto, formido y su cara mostraba una expresión divertida, como si se estuviese burlando de los cazadores de sombras.

- Oí que se quedarán en la cabaña de Artemisa, es eso cierto?- asintieron- Wow, y cómo es por dentro? Por más que esté aquí desde los doce nunca entré a la cabaña Artemisa.

- Es bonita, tiene como literas y está llena de elementos para cazar, además tiene pinturas de venados, perros y una osa muy bonita- Bianca le prestó muchísima atención a las pinturas y se la notaba fascinada, 'Tienen un estilo muy básico, pero bonito' había comentado.

- Wow- se los quedó mirando-. Quirón me contó sobre ustedes, de dónde son?

- La Gran Manzana- el hombre se mostró tranquilo ante la respuesta de Chris-. Por cierto, quién es usted?

- Mi nombre es Perseus Jackson, pero todos me dicen Percy- respondió el ahora nombrado Percy.

- Bien, última pregunta: geográficamente, dónde estamos?- la verdad es que él tenía la misma duda que su hermana.

- Qué? No lo saben?- ambos negaron-. Estamos en Long Island- dijo como si fuese la cosa más obvia del mundo.

Justo en ese momento su hermana decidió desmayarse y Christopher la hubiese seguido a gusto: ellos le habían contado a Quirón dónde vivían y él no les había dicho que se encontraban tan cerca de su casa! No la siguió porque tenía que ir a patearle el trasero a un centauro.

Continuará...

Espero que les haya gustado pequeños Nephilims y me disculpo por el lapso de tiempo en que no publiqué nada. Algunos estarán diciendo: estamos en cuarentena! Debería publicar más seguido!

Pero bueno, al menos publico. Díganme en los comentarios qué les pareció y si ustedes harían lo mismo que Christopher.

Sin más, me despido.

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